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        “EL ROSTRO EN  DEFINITIVA ES UN PAISAJE”
        Por Ivo Maldonado 
        
        
         
         
         
        
 
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        A Flavia TOTORO la  conocí durante su, última exposición, titulada “Paisaje infinito”, en el  Instituto Mexicano de Cultura de Madrid. Luego entablamos una amistad, a tal  punto que será la encargada del diseño de la portada de mi nuevo libro “Tributo  a las cenizas”, que será publicado en España   a fines de este año.
        Una de las grandes  razones de por qué pinta, tiene que ver con la educación que recibió a través  de laminas de los grandes maestros europeos, el mismo interés que más tarde la  motivaría para partir a Europa y poder conocer las obras en vivo.
        Su técnica es  impresionante, profunda, real. Captura expresiones con tal consciencia y  conocimiento del cuerpo y de su arte, que la primera impresión que provocan sus  obras es el asombro de una impactante fotografía. Esto se debe fundamentalmente  a la influencia que recibió de las producciones en papel que conoció en su  época de estudiante.
        “Lamentablemente en  Chile vemos a Europa como un referente importante, pero nos olvidamos de lo  que  tenemos a nuestro alrededor”,  sentenció  la artista.
        Flavia nació en la  Ciudad de México, en 1964 y en 1985 ingresó a estudiar Licenciatura en Arte en  la Universidad  Católica de Chile,  titulándose en la especialidad de Pintura y Restauración, en 1991. El mismo año  el gobierno italiano le otorgo una beca de estudios en la Academia de San  Marcos, en Florencia, Italia.
        En su ir y venir, más  tarde se desempeñó como ayudante de las cátedras de Pintura Superior y Pintura  Experimental en la Escuela de Arte de la Universidad Católica de Chile y luego  fue monitora de 100 profesores de arte, para la capacitación fundamental de la  Reforma Educacional.
        Cuáles  son tus orígenes?
          - Mis orígenes de  crianza son bastantes peculiares y especiales porque mi padre es mexicano  italiano y mi madre es chilena. Yo nací en México, pero mi educación primaria  la hice en Chile y la enseñanza media   entre los dos países. Tengo y mantengo de los dos países una experiencia  de vida, que están muy presentes, y que para mí son muy importantes, pues si me  dicen realmente de donde soy, yo digo que soy chilena mexicana.
        - Cuáles  son tus primeras influencias artísticas en Chile?
          - Me tocaron buenos  años en la escuela de arte de la Universidad Católica. A mí me hicieron clases:  José Balmes, Gracia Barrios,  Gonzalo Cienfuegos, Samy Benmayor, y  tuve la oportunidad de ser ayudante de  Patricia Israel por muchos años. También, es verdad, que recibo  influencias  de la pintura mexicana, tanto desde el folclor como de los artistas  contemporáneos.
Gonzalo Cienfuegos, Samy Benmayor, y  tuve la oportunidad de ser ayudante de  Patricia Israel por muchos años. También, es verdad, que recibo  influencias  de la pintura mexicana, tanto desde el folclor como de los artistas  contemporáneos.
        - Desde  cuando estás en España?
          . Yo llegué el año 2002  a Valencia, luego me trasladé a Barcelona, donde viví un par de años y luego me  vine a Madrid. Antes de llegar a España trabajé de coordinadora académica  docente en la UNIAAC. Estuve siete años en dicha casa de estudios, pero ya  estaba cansada de la rutina. Me siento muy a gusto en este país, aquí puedo  vivir de la pintura.
        - Cómo  nace esta exposición?
          - Cada trabajo esa muy  importante, aunque es verdad que mi motivación principal es crear la obra,  exponerla toma cada día mayor importancia, como en este caso lo muestra que  estoy realizando  aquí en el Instituto  Mexicano de Madrid “Paisaje Infinito”. Tengo dos ramas que desarrollo en mi  trabajo: El paisaje y el retrato. No nací con el don, pero tengo tanta pasión  por lo que hago que siento que este es mi talento.
        - Por  qué tu interés en los rostros?
          - Los rostros no me  interesan como persona, como individuo único, sino como geologías. “Paisaje  anónimo” es un gesto, un retrato humano. Porque el rostro es en definitiva un  paisaje. Visualizar el recorrido ayuda al proceso del trance de la obra. Es  necesario leer el crecimiento de cada pintura. Es necesario cerrar cada  capítulo para poder avanzar hacia otras dimensiones. Cada rostro tiene un  tatuaje, una cicatriz… los rostros están llenos de historia.
        - Cómo  se ve Chile desde el extranjero?
          - Chile es un país  tremendamente contradictorio, porque esconde muchas cosas. Voy casi todos los  años a visitar a mi familia. En el último viaje me toco vivir lo del movimiento  estudiantil y fue emocionante ver como mis sobrinos habían crecido, no solo  físicamente sino también intelectualmente. Puede que los paros no lleven a  nada, pero los jóvenes ahora son más adultos, más inteligentes y sobre todo más  lúcidos.
        - Qué  artista plástico chileno actual te llama la atención?
          - Voluspa Jarpa, Nury  González, Carlos Vidal, hay muchos. 
  Lamentablemente en  Chile todo se divide en grupos, todo se encasilla. Si uno se junta con el otro  te quitan el saludo; el “amiguismo” y el “pelambrismo” son parte fundamental en  el engranaje artístico, como si no hubiera cabida para que trabajáramos todos  juntos. Sin embargo, el arte nunca deja de estar vigente. No se agota. En  nuestro país el mercado es muy reducido, la gente todavía no se atreve a  comprar arte sólo porque le gusta, se compra sólo por esnobismo. No se apuesta  por los nuevos artistas.
        Para Flavia cada  tiempo tiene su tragedia y su momento negro “Estamos viviendo un momento  doloroso porque se ha perdido la fe en el hombre” dice. “Estamos equivocados,  los medios de comunicación nos hacen creer que estamos en el peor de los hoyos. 
          A mí, a veces, me dan  ganas de irme a vivir a Puerto Natales, donde vive mi hermano, Dauno Totoro  Premio Altazor, 2008” señala con nostalgia.