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A la comunidad Osornina:
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Luego de un ataque amparado en la soledad, la oscuridad y la cobardía, hacia un joven trans en la ciudad de Osorno. Hago presente mi rabia frente a los actos que trasgreden las formas de convivir y nos violentan de manera sistemática e institucionalizada. De forma escasa y lenta nacen leyes que a través de las luchas constantes protegen luego del acto del odio, luego de la violencia, estas mismas leyes han florecido bajo la sangre de jóvenes, travestis, locas, lesbianas, mujeres, inmigrantes con ganas de bailar, hasta que la noche y sus ojos cómplices los hacen caer en el aullido de un golpe por la madrugada del horror. Me pregunto entonces ¿Qué haremos con el odio? ¿Qué haremos con las madres preocupadas cada vez que salen los hijos “raros” y hermosos a vivir la calle? ¿Qué harás tú con el odio? Declaro no querer más muertes acumuladas en la vereda de los cuerpos amados. Declaro no querer más leyes hechas de cadáveres.
Hago un llamado público al ejercicio de cuidarnos, a resistir la oleada fascista que se toma los territorios, un llamado a resistir con estrategias de autodefensa a proteger esos cuerpos creativos que se resisten a lo normal, dejar claro que no se puede destruir una comunidad, si se ve con ojos distintos y apasionados por el otro. Estamos frente a los deseos febriles de muerte hacia un cuerpo que no se acerca a sus normas. Creen tener un mando de decisión, eso es un reflejo de un Chile dominado por el poder, la desigualdad y la barbarie actual.
Pienso en que todas las formas de lucha son válidas, pero ¿Qué haremos con el odio? Una ley no me devolverá los ojos de sus hijos, ni la vida de alguien que muere a plena calle. Pregunto de nuevo ¿Que harás tú con el odio hacia otro cuerpo distinto y hermano? ¿Es necesario los peores castigos dentro de la legalidad para entender que hay cuerpos que importan tanto como el tuyo que crees normal?
Los del otro lado, tenemos cicatrices de risas en la espalda, sin embargo reímos de vuelta entre la rabia y la fuerza de querer vivir. Quienes atacaron a este joven trans se organizan para que vivamos en el miedo, en la incertidumbre, de manera sistemática intentan desarticular cada lazo de una comunidad. ¿Cómo haré para no pensar que cada rostro que vea en la calle no es el culpable de ese delito? Convoco e invoco las voces de los artistas, los activistas, y toda voz de este territorio, así yo como cola, maricón, mapuche, pobre y escritor para generar nuevas formas de hacer ver que esto no ocurra. Llamo a cuidarnos, si querían vernos en el miedo, elegiremos la libertad, las calles, las casas que arden, las plazas, las poblas, los parques y la noche del horror, hasta convertirla en la fiesta que deseamos para movernos en la plena sincronía de nuestro goce, porque esos espacios también son nuestros y no será posible que detengan nuestros inflamados andares.
Francisco Vargas Huaiquimilla
Osorno 29 de Diciembre 2017
