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POESÍA MÁS ALLÁ DE LA DENUNCIA
Teoría de una práctica amorosa, de Jessica Atal. Ediciones Bonnefont, 2020
Por Francisco Véjar
Publicado en Revista de Libros de El Mercurio. 25 de octubre de 2020
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En estos cuarenta y seis poemas que componen Teoría de una práctica amorosa, de Jessica Atal (Santiago, 1964), el lector encontrará versos que perdurarán en su memoria y cuya principal motivación es la denuncia. Sin ir más lejos, en la dedicatoria que da inicio a la obra, escribe: "A Patricia Sánchez y a todas las mujeres asesinadas, maltratadas y abusadas física o psicológicamente o de alguna otra de las incontables e insospechadas maneras que encuentra un hombre para dañar.
Este volumen tiene por objeto dar cuenta de aquella violencia, pero su calidad rebasa esos límites, dando el complemento justo para su lectura
poética. Por ejemplo, en "Xilografía", poema dedicado a Geena Davis, apunta: "Mujer de fuego/ recoge/ tus cenizas/ reconstituye/ el mar". Cada texto tiene aquí su correspondiente dedicatoria y, por cierto, es a una mujer. "Elegí a esas mujeres —enfatiza Atal—, porque todas, ya sea a través de la palabra, la música o el cine, han luchado por la liberación y la reivindicación de los derechos de las mujeres, han cuestionado los roles sociales a los que nos vemos aún sometidas, así como han denunciado o han sido víctimas de la dominación, la violencia y el abuso de los hombres".
Entre las destinatarias de las dedicatorias que pueblan las páginas
de Teoría de una práctica amorosa contamos a las figuras emblemáticas de Marguerite Yourcenar, Teresa Wilms Montt, Sylvia Plath, Geena Davis, Janis Joplin, Elizabeth Bishop, Anne Carson, Marta Brunet, Anne Sexton, María Luisa Bombal, Violeta Parra, Alejandra Pizarnik y Carmen Berenguer, entre muchas otras.
El libro está bien armado y las fotografías que lo ilustran, lo complementan. Fueron tomadas por Isabel Skibsted y representan imágenes de cuerpos fracturados, como los esbozos que hacía Otto Dix, en la primera Guerra Mundial. La poesía
aquí no está para hermosear objetos de lujo, sino que para hablar desde el desgano, la herida y el dolor. Aunque no por ello está exenta de un ritmo y del uso de la palabra precisa. En "Suicidio", texto dedicado a Sylvia Plath, escribe: "yo no sé/ cuándo voy a comenzar/ a cortarme las venas/ cuándo comenzará la vida/ a ser más imposible". Por su parte, en "Fuegos", dedicado a María Luisa Bombal, anota: "el amor/ fue/ mi primera/ soledad". Son pequeñas historias o estampas poéticas de vidas truncadas, suicidas o sencillamente víctimas de la cultura patriarcal que ha imperado en el mundo
entero. Muchos de los poemas escritos por Jessica Atal nos remiten a lo medular de los relatos de La mujer rota (1967), de Simone de Beauvoir, pues abordan una temática común: la desigualdad y pérdida de libertad de la mujer ante las relaciones convencionales que el establishment determina y celebra.
No es fácil lograr una buena poesía situándose desde la denuncia de género, pero en Teoría de una práctica amorosa, la hay y a borbotones. Se disfruta su lectura y nos remite a un universo que conmueve y exige inmediata atención.