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Exogénesis, de Gonzalo David: una apuesta secular sobre lo sagrado
Felipe Ruiz
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Cuando leí por vez primera Exogénesis, de Gonzalo David, me pareció estar asistiendo a un experimento destacable de meta ficción, al estilo de La trilogía de Nueva York, de Paul Auster, claro, eso sí, que el eje cambiaba el giro desde la novela negra hasta el desarrollo de una trama construida a partir de una invención casi fantástica de hechos bíblicos. De tal modo, enfrentado a esta tangencia, busqué en este libro el eslabón con el autor que se presenta como editor de textos ficcionalizados de la realidad religiosa.
Empero, habría que destacar que lo bíblico es, de por sí, una búsqueda de hacer real lo improbable, de encontrar en señas y episodios fantásticos la aproximación a una deidad que consuma su potestad sobre el mundo. De tal manera, siendo metaficción, Exogénesis no busca “engañar” al lector con manierismos o piruetas metanarrativas, aunque está claro que esto es más que un libro de poesía: lo que me parece en realidad se busca a partir de este libro es la búsqueda de una “salida” —frente a un occidente secular y cada vez más ateo—, es decir, un empalme literario hacia los textos sagrados que no redunden en la simple ficción, si no que promuevan un tipo de, como bien se señala, exo–escritura, o, en otras palabras, un cruce entre la posibilidad de lo ficticio de los textos bíblicos con lo ficticio de la literatura.
El cruce entre religión y literatura, no es nuevo, desde luego. Pero la apuesta de este libro va más allá del meta relato lúdico y de “inventiva”. Este texto se busca desarrollar un nuevo tipo de relación con la religión revelada, al hombre, y aumentar la estrechez de la imaginación y su fábula; solo a partir de esta constatación, se puede pensar la literatura de David como una poética de metaficción, con todos los rasgos “testimoniales” que esto implica. Bajo ese mismo tono, el autor–editor de este libro presenta un relato entre prosa y poesía que desarrolla la idea de una novela épica en que se dan cruces de historia y presente, incluso con visos de modernidad anclada en un ambiente social apocalíptico. Solo a partir de ese proceso es que este libro busca elevarse, como hemos dicho, a la altura de un testimonio; testimonio que el falsado autor deja en claro su obtuso lugar de hablante este relato.
Desarrollar esta idea, claro, no es tarea fácil, y deja más que pensar el hecho de los múltiples fallidos intentos que este ejercicio ha tenido. Sin embargo, Gonzalo David surge bien parado ante esta empresa, gracias a lo que finalmente sobrevive a estos intentos: el talento y la inspiración.
