Sobre Orange Ode de Raúl Heraud
        Por  Gladys Mendía
        
        
         
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        Estoy en el  Teatro “Lázaro Peña” de La Habana, Cuba, en un concierto homenaje al  Bicentenario de los pueblos de Nuestramérica en el marco del Festival  Internacional de Poesía; todo ha quedado a oscuras, de repente el lado derecho   del escenario se ilumina y aparece una figura de blanco, comienza a recitar  unos versos que nunca habré de olvidar y que dos días después, leyendo del  libro que su mismo autor me obsequia, he reconocido: “Good Bye Blue Sky”. Estoy  hablando del escritor y editor peruano Raúl Heraud (Lima, 1970) y su más  reciente creación Orange Ode (Editora  Mesa Redonda, Lima, Perú 2009).
del escenario se ilumina y aparece una figura de blanco, comienza a recitar  unos versos que nunca habré de olvidar y que dos días después, leyendo del  libro que su mismo autor me obsequia, he reconocido: “Good Bye Blue Sky”. Estoy  hablando del escritor y editor peruano Raúl Heraud (Lima, 1970) y su más  reciente creación Orange Ode (Editora  Mesa Redonda, Lima, Perú 2009).
        Este libro es  breve, apenas 19 textos, pero de una contundencia y densidad tremenda. Cada  poema en prosa es un golpe seco: me interno en la locura, la muerte, la  desolación, la contínua pregunta sobre Dios, la pérdida de la esperanza; me  hace recordar las películas de Ingmar Bergman, mi cineasta favorito. Leo y  releo ansiosa estos monólogos del mundo íntimo, monólogos psicológicos  inteligentes y sublimados al lenguaje poético. Poesía desde el nivel mental,  pero no por ello fría y calculadora, para nada, todo lo contrario, transmite un  efecto cálido, de sentirse identificado como un personaje más en el teatro de  la barbarie humana y sistémica: 
        cientos  de personajes deshumanizados
          interpretan  hasta el hartazgo
          la  crueldad de sus historias
          el  telón se levanta
          mientras  dañas tu otro yo
          a  mansalva
          cadáveres  sin alma
          hechos  a la medida de sus muertes
          ríen  salvajemente…
        El lenguaje es  íntimo, fragmentario y a la vez total, es como si una voz hablase por todas las  voces con la angustia y aceptación de un destino fatídico. Esta voz nos abre su  alterado estado de conciencia, nos confiesa sus paranoias, neurosis,  depresiones; voz que puede ser la tuya, la mía, la nuestra. Las sombras, el  estiércol, las carcajadas agudas, lo efímero y frágil, los sueños obsesivos,  las alas rotas, el grito desgarrado; todo forma parte de esta existencia  incierta y al borde del abismo, la cuota de tragedia que nos toca en el teatro del dolor que es la vida. Heraud  desnuda la condición humana en 5 magistrales versos del poema Sodoma:
        Así  es como he perdido los años
          dentro  de este manicomio sin muros
          buscando  a Dios en la basura
          donde  la esperanza enferma
          y  la vida hiede…
        En esta  poética todo tiene su justa medida; el silencio y el sonido, las imágenes  nítidas y el ritmo pausado, las indagaciones constantes, las rotundas  afirmaciones o negaciones. Orange Ode,  que convoca a los arquetipos griegos, a los poetas malditos, está estructurado  como una obra de teatro o composición musical para la noche más oscura del alma  donde los ilusionistas de alas rotas sabemos que:
        nada  es real
          excepto  el llanto mudo
          en  la penúltima butaca
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        Raúl  Heraud (Lima, 1970) Poeta, Licenciado en  psicología. Ha publicado los poemarios “Hecho de Barro” 2001 y “Respuesta para  tres o cuatro” 2002 bajo el fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de  la Vega, “El Arte de la Destrucción” 2006   (Premio “Hermandad Latinoamericana”, otorgado por la editorial Creadores  Argentinos – Buenos Aires Argentina). “Teatro de la Crueldad” 2009 (Afa  Editores), presentado durante la FIL de La Habana Cuba. Fue representante  internacional de la Casa del Poeta Peruano. Ha sido incluido en antologías  sobre Poesía peruana como “El ojo de la aguja” (U.I.G.V. 2003), “Ríos viejos  voces nuevas” (Casa del poeta peruano 2004), “Cuentos Reales” (U.I.G.V. 2005),  “Manual de Literatura Peruana” (Afa Editores 2008).  Técnicas de Restauración Poética  (ediciones Altazor 2008), Antología Poetas  del mundo– Revista Hispanoamericana de Literatura (Afa Editores 2009 ). Parte  de su trabajo poético se encuentran en Diarios y revistas de la capital y de  diversos países como Argentina, México, Chile, España, Cuba, Brasil. Poemas  suyos fueron  traducidos al catalán,  italiano y portugués.  Ha participado en  festivales de poesía tanto en Perú como en España, Argentina y Cuba. Ha sido  musicalizado por el canta autor peruano Carlos Alberto Cárdenas. [Biografía y  selección de poemas:Gabriela Velit]
         
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        Sobre Detritos de Wilver Moreno
          
            Por  Gladys Mendía
         
        Actualmente el  panorama de la poesía en Perú está efervescente de voces jóvenes pero  claramente maduras en el oficio literario y al igual que en toda Nuestramérica,  la diversidad, las aperturas experimentales sobrepasan todos los límites   imaginables. La gran actividad de recitales, presentaciones de libros,  revistas, performances, festivales, entre otros, demuestran el gran movimiento  creativo y propulsor de las letras peruanas. Justo en esta encrucijada se  encuentra Wilver Moreno, (Ayacucho, 1982. Estudiante de la Universidad Nacional  Mayor de San Marcos y miembro del grupo literario “El Club de la Serpiente”)  poeta que ha sido antologado en varios libros. El año 2009 ha publicado el  poemario Detritos, por Paracaídas  Editores, importante editorial de su país que ya lleva años difundiendo el  quehacer literario. Detritos llamó  poderosamente mi atención desde el primer momento, abrir un poemario con una  cita del Libro de Job, ya anuncia el tono, la atmósfera en la que estaré  envuelta:
imaginables. La gran actividad de recitales, presentaciones de libros,  revistas, performances, festivales, entre otros, demuestran el gran movimiento  creativo y propulsor de las letras peruanas. Justo en esta encrucijada se  encuentra Wilver Moreno, (Ayacucho, 1982. Estudiante de la Universidad Nacional  Mayor de San Marcos y miembro del grupo literario “El Club de la Serpiente”)  poeta que ha sido antologado en varios libros. El año 2009 ha publicado el  poemario Detritos, por Paracaídas  Editores, importante editorial de su país que ya lleva años difundiendo el  quehacer literario. Detritos llamó  poderosamente mi atención desde el primer momento, abrir un poemario con una  cita del Libro de Job, ya anuncia el tono, la atmósfera en la que estaré  envuelta:
        De piel y de carne me  cubriste y de nervios y huesos me tejiste.
        Me absorve el  tono de una voz en quiebre, que sabe sus límites, que ha visto los caminos  pedregosos y se lanza descalza en la búsqueda sin fin. Un imaginario de manos,  bocas, piernas, ojos, lengua, todo cuerpo, palpitar, todo el estado denso y en  algunos poemas la musicalidad del soneto:
        Boca humana, coronada y  abierta, 
          ennegreses el camino  mostrado, 
          estrechas y abismas al  apurado, 
          que tienta, herido, la  pureza cierta.
        Verso a verso  se demuestra que las extensiones corporales son anchos canales, puentes hacia  otros reinos insondables donde el mismo cuerpo obedece otras leyes. Los estados  mentales que producen los estímulos externos como la garúa, el frío, la humedad,  los aromas, el silencio, son exaltados y producen breves meditaciones,  encuentros y desencuentros consigo mismo. El poemario de Wilver Moreno logra  una tensión excepcional: por un lado el desagarro del ser enfrentando y  aceptando su peso, su carga vital, por otro lado la negación de esto y el  reconocimiento de lo incorpóreo:
        No soy yo el que cae como  animal
          nocturno ni mi cuerpo el que  se estira como reptil. 
          Yo no veo. No siento más  dolor ni más afecto.
        Detritos es la gran  travesía del cuerpo y sus partes por espacios urbanos internos y externos, sus  cruces con el tiempo y el espacio o la alteración de ellos; la voz sigue su  canto solitario anunciando la Nocturna  muerte del Ser, pero al final del libro hay un encuentro especial, y es la  sensualidad plena, entrar en el otro y encontrarse a sí mismo. 
         
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        De la ácida ternura o Poemas Cotidianos de Karina Valcárcel.
          
            Por Gladys Mendía
         
        Perú tiene una tradición poética notable, notabilísima, sobre todo  gusto mucho de los escritores vanguardistas que  supieron dar una revuelta  grandiosa al lenguaje, movimiento que hasta hoy influye en las voces actuales  de todo nuestro continente.
supieron dar una revuelta  grandiosa al lenguaje, movimiento que hasta hoy influye en las voces actuales  de todo nuestro continente. 
          
          Hoy día siguen apareciendo versos que nos atrapan en su canto;  recuerdo muy bien lo que sentí la primera vez que escuché recitar a Karina Valcárcel  (Lima, 1985) porque me hizo conmover hasta las lágrimas con su ácida ternura,  con sus versos que uno a uno eran disparos a mi alma y que yo no podía dejar de  querer sentir. Inmediatamente reconocí la falta de aliento que deja la poesía,  la verdadera poesía. Luego, conversamos algo y me regaló su libro, que atesoré  y leí. En cada página el brillo, ese destello de la palabra que nos abraza. Poemas Cotidianos (Editorial CasaTomada,  2008 Lima, Perú) hace que las rutinas diarias salgan de su lugar común y sean  una vasta maquinaria de hacer milagros, pequeños/grandes exaltos, asombros,  tiernos relámpagos fulminantes. La observación de cada detalle, en forma  espontánea, sencilla, transparente; la palabra exacta que define pero no limita  por las extraordinarias combinaciones de imágenes, hacen penetrar en el sentido  multicolor del alma humana en conversación con el alma de las cosas, de la  ciudad, de los seres amados/odiados, y toda esta imaginería provoca en el  lector una sintonía tal, que invita a ser esa voz que va sintiendo/diciendo.  Late fuerte y arde en Poemas Cotidianos lo femenino en toda su diversidad; por un lado está la madre:
         “si no puedo enseñarte geografía
          te invento un mapa para escapar de las fronteras protocolares”
         La amante “Cuéntame, ¿A qué sabe mi piel con escalofríos?” La  hija, “Mi mamá nunca me corrigió de chiquita, ahora soy poeta”. Y hay muchas  más, son todas las mujeres en todas sus versiones/transgresiones:
         “…regresemos a la etapa oral de las cosas y seamos infinitos,
          mezquinos
          amantes
          en sueños
          porque al amanecer será lunes nuevamente.”