Proyecto Patrimonio - 2023
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SEBASTIÁN ACEVEDO

Gonzalo Rojas / Eduardo Llanos Melussa/ Yeguas del Apocalípsis



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Sebastián Acevedo
Gonzalo Rojas

Sólo veo al inmolado de Concepción que hizo humo
de su carne y ardió por Chile entero en las gradas
de la catedral frente a la tropa sin
pestañear, sin llorar, encendido y
estallado por un grisú que no es de este Mundo: sólo
veo al inmolado.

Sólo veo ahí llamear a Acevedo
por nosotros con decisión de varón, estricto
y justiciero, pino y
adobe, alumbrando el vuelo
de los desaparecidos a todo lo
aullante de la costa: sólo veo al inmolado.

Sólo veo la bandera alba de su camisa
arder hasta enrojecer las cuatro puntas
de la plaza, sólo a los tilos por
su ánima veo llorar un
nitrógeno áspero pidiendo a gritos al
cielo el rehallazgo de un toqui
que nos saque de esto: sólo veo al inmolado.

Sólo al Bío-Bío hondo, padre de las aguas, veo velar
al muerto: curandero
de nuestras heridas desde Arauco
a hoy, casi inmóvil en
su letargo ronco y
sagrado como el rehue, acarrear
las mutilaciones del remolino
de arena y sangre con cadáveres al
fondo, vaticinar
la resurrección: sólo veo al inmolado.

Sólo la mancha veo del amor que
nadie nunca podrá arrancar del cemento, lávenla o
no con aguarrás o sosa
cáustica, escobíllenla
con puntas de acero, líjenla
con uñas y balas, despíntenla, desmiéntanla
por todas las pantallas de
la mentira de norte a sur: sólo veo al inmolado.

 

*

 

Inmolación de Sebastián Acevedo
Eduardo Llanos Melussa

Si Tú todo lo sabes y eres todo bondad, ¿por qué no respondiste a Sebastián Acevedo? Sólo quería saber en qué cárceles secretas estaban descoyuntando o desollando a sus dos hijos. ¿Por qué dejaste que jugaran al ping-pong con ese padre, haciéndolo rebotar y rebotar de oficina en oficina? ¿Por qué no apagaste con la ayuda del Espíritu Santo aquel fósforo que él acercó a su ropa empapada en parafina?
Es demasiado tarde, Señor de las alturas: ya estás desahuciado por la sombra al pulmón que contrajiste cuando ese padre ardió en siete lenguas de fuego para elevar hacia Ti su última plegaria.
¿Lo escuchas todavía crepitar? Acéptalo: es un cirio en tu misa, una súplica en señales de humo para que asomes entre nubes Tu rostro tiznado.
Señor de las alturas: la nebulosa de tu radiografía nos encapota el cielo de este país enhollinado y nuestras pupilas se cauterizan para siempre ante el carbón agonizante de Sebastián Acevedo.
Que los soles de Tu ira incendien las pestañas del tirano e interrumpan su siesta, esa siesta suya que es nuestra pesadilla.

 


*

 

Un signo de amor en nuestro tiempo:
SEBASTIÁN ACEVEDO BECERRA
Editorial revista
Contramuro, N°7, octubre-noviembre 1983

Un gesto de profundo amor
ha conmovido
a la mayoría del Pueblo Chileno
con la inmolación
que llevó a cabo el Obrero
SEBASTIÁN ACEVEDO BECERRA
por la defensa de dos de sus hijos
que estaban siendo torturados
por la CNI

Esta acto resume la desesperación
a que nos ha arrastrado el régimen sanguinario
que gobierna nuestro país
sometiendo al Pueblo de Chile
más de una década

si la poesía tiene que revelar
los múltiples aspectos que emanan
. . . . . . . . . . . . . . . . . de la vida humana
la vida, con sus luchas, sus sueños, sus esperanzas
. . . . . . . . . sus frustraciones, miedos, llantos, amores
es oportuno, urgente, también, reflexionar sobre los problemas
generales de la existencia
lo que no implica perder la perspectiva histórica
no para hacer un sumario
una descripción de hechos eventuales
sino para meditar sobre el hombre y su contorno
en este sentido nos sentimos estremecidos
por las circunstancias que afectaron
a Sebastián Acevedo Becerra
pues, en esta trágica determinación
están abiertas las graves angustias y pesares
que afligen el ánimo de nuestro pueblo

En este profundo gesto de amor
que ha surgido del fondo del corazón
de un hombre sencillo y modesto
—un trabajador de nuestro pueblo—
debe hacernos meditar en torno a los problemas
elementales de la condición humana

no basta disparar al aire un torbellino de consignas
ni moldear los anhelos en esquemas y fórmulas abstractas
ni encerrarse en una actitud tiránica para convencer
se necesita en esta ETAPA de la Historia Chilena
una inmensa capacidad de GENEROSIDAD
y en esta etapa, si las condiciones así lo requieren, entregar
la propia existencia
de que nos vale tener miles y miles
de legajos, discursos, conciliábulos, etc.,
para denunciar al sistema y promover la solidaridad
entre los hombres
sino ponemos como fundamento de nuestras convicciones:
La vida.

CONTRAMURO con dolor y respeto hacia Sebastián Acevedo Becerra recoge su sacrificio como una luz que tendrá que iluminarnos por muchas generaciones en esta noche cruenta que vive la Patria.



*

 



 

CADAVERES. 1996
Yeguas del Apocalipsis Instalación: Sebastian Acevedo. 5 televisores, cal y carbón.

 

 

*


 



11 de Noviembre de 2008

25 años desde La inmolación de Sebastián Acevedo
25 años después En Chile no hay justicia
25 años después No podemos callar Lo que vimos y oímos
25 años después Los torturadores siguen libres
Las víctimas piden justicia Y en Chile no está en paz
25 años después No podemos callar Lo que vimos y oímos
25 años después Estamos en la calle
Seguiremos cantando Denunciando el sufrimiento Exigiendo justicia
25 años después
No podemos callar Lo que vimos y oímos



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