Esta Parcela es un objeto difícil de clasificar, tanto que pareciera que “libro”, “poesía” o “narrativa” son etiquetas que nunca se le ajustan completamente. Por ahora digamos que se trata de una obra creada por Guadalupe Santa Cruz, escritora y artista chilena
nacida en Estados Unidos y fallecida este mismo año.
Guadalupe Santa Cruz
Publicado por editorial Alquimia en su colección Foja Cero, el escrito nos arrastra a una de las significaciones más antiguas del texto: un tejido. Híbrido de poema, novela y diario cuyas capas son difíciles de separar, esta obra guarda la cadencia repetitiva de un mantra, un monólogo tormentoso que no aspira a la iluminación, sino más bien a ver claramente entre las sombras.
Guadalupe Santa Cruz reflexiona largamente sobre los límites del cuerpo y la identidad, aquél terreno baldío que Bárbara Kruger definió como un campo de batalla en el famoso fotomontaje “My body is a battleground” (mi cuerpo es un campo de batalla). Sin embargo, Santa Cruz escribe desde la obsolescencia, desde un cuerpo que se va marchitando en un hospital y que progresivamente es intervenido por doctores, espectadores y máquinas. Escribe como una cantante que luego de perder la voz, se busca en el resto sin recordar del todo si alguna vez tuvo una lengua o si solo fue hablada por el resto. Y escribe también como un territorio al sur que fue descubierto, conquistado y representado por quienes enseñaron la lengua con la que ahora se cuenta a ella misma.
Esta Parcela trabaja con imágenes que configuran pequeños escalones para lo que podría considerarse a duras penas como una narración, pero al mismo tiempo son grandes monolitos en una prosa poética tan exacta como accidentada. La autora no escatima en tretas lingüísticas que arman y desarman las palabras como arcilla mojada pegada en sus manos. Expresiones atoradas que repiten los mismos sonidos con insistencia. Palabras que se deforman y que cambian su género, retorciéndose e inventándose. Signos de puntuación que se pierden, párrafos largos y sin descanso. Un texto que sólo pueden leerse en voz alta.
Tanto su cantante –la imagen protagonista- como la narradora buscan insistentemente su propia lengua y con esto, su existencia. Es por ello que el proceso mismo de la escritura se presenta como un acto de exploración y creación de sí misma. Santa Cruz se pregunta por quien la lee, y por tanto, por quien la construye. “Entre tu y yo todos los cuerpos, las lenguas todas apegadas en el tú del que se hizo el yo”. (136)
Esta Parcela constituye un gesto al que pocos autores se atreven: lanzarse a las oscuridades de la fragilidad y la finitud. Y de ello, sólo salvarse con palabras que apenas alcanzan, que deben llevarse hasta sus últimas consecuencias. La literatura es nuestro campo de batalla.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com El lenguaje del cuerpo:
«Esta Parcela» de Guadalupe Santa Cruz.
Editorial Alquimia. 2015. 148 páginas.
Por Franco Cárcamo.
Publicado en EL CIUDADANO, 9 de septiembre 2015.