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Un platino para Playback de Egor Mardones (Ediciones Nébula 2018)
Por Gloria Sepúlveda
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“Estuve en el Lado Oscuro de la Poesía/ y volví de allí aferrado a un destartalado Libro/de tapas negras y lomo colorado que
sangra y se desangra y puro quiere ver la luz”
Cuando Soledad Bianchi introdujo Playback en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción mencionó que su idea era dialogar con los poemas de Mardones, siguiendo la lógica poética del texto, vale decir, interpretando los poemas como un desciframiento de las cientos de referencias que plagan el libro. Me interesa originar esta lectura desde una observación de Soledad, en donde apunta que la lectura de Playback tiene una “DURACIÓN” que “depende del lector….: su interés, de su rapidez, de su parsimonia” (45), esa velocidad de la lectura variará según cada uno, mientras más extensiva la duración, más el disfrute.
La voz poética de Mardones (1957) se ha asentado en la poesía chilena y se ha guardado de la imprenta (Salvo los textos recogidos por revistas y antologías) hasta la aparición de Taxi Driver (2009), Miramar Hotel (2013) y ahora, gracias a Libros de Nébula, Playback (2018). Si en Taxi Driver es la voz de un Travis sudaca, en Playback son las voces de las estrellas de rock las que confiesan entre la desidia y la pasión una reflexión sobre la muerte y nuestra fugacidad: “Estamos aquí cubiertos por el anonimato/ y con el deber irrenunciable de enviar/ sin mayor trámite todo al mismísimo Cuerno.”
A diferencia de las estrellas de rock, la poesía de Egor se origina en un trabajo silencioso que tempranamente se fijó en el potencial de las referencias a la cultura de la imagen, la música y el “conocimiento narrativo” como un modo de resignificar dichas referencias: “ES MEJOR MORIRSE DE GOLPE QUE SUFRIR DÍA A DÍA,/escribiste al momento del sic transit gloria mundi”. Ese tránsito es la poesía: “YDALECONLAPOESÍA” (16). En un momento en que el invento de Gutemberg no descansa, vale la pena estar atentos entre el ruido literario a las gemas que surgen y que, como en Playback con John Cage, nos dice: “No existe eso llamado silencio” (21) porque la vida tiene un soundtrack que configura una memoria y está dado por la naturaleza y el arte.
Un apunte pedagógico a esta reseña, invitar a los profesores a llevar este libro a la sala de clases y que los chicos y chicas investiguen las referencias en Playback y elaboren una exposición y/o re-escritura del mismo como un ejercicio para entrenar la lectura en la duración, que la poesía nos mantenga enganchados a la magia de ser humanos y sentir.
Playback, Egor Mardones.
Ediciones Nébula 2018
54 páginas.