..... Comienzo
mi referencia a Santiago Waria de Elvira Hernández con su
autobiografía "de urgencia": "No pertenece a la mayoría ni a la
minoría. No es de vanguardia o neo-vanguardia, ni marginal, ni
underground. Nunca fue poeta joven. No se exilió ni adentro ni afuera.
Ha estado ausente y ahora hace número. Se ubica desde 1991 en la línea
sur de Chile. Se graduó con honores de Estudiante Permanente. Desde
hace diez años trabaja en un proyecto de su interés: "La verdad es una
mentira necesaria" para el cual no logró conseguir auspicio
institucional. No tiene transbordos intelectuales. No le interesa la
cultura, le interesa la luz".
.....
Elvira Hernández, heterónimo de Teresa Adriasola, me obliga a
la pregunta por la poeta como proposición de constituir autoría con un
nombre otro que el propio de la autora, la que ficcionaliza un nombre
para su ser poeta.
..... Elvira
Hernández, el otro nombre de Teresa Adriasola, ha publicado: ¡Arre!
Halley ¡Arre! (1986), Carta de Viaje (1989) y Santiago
Waria (1992).
..... No hubiera
tocado este tema de relación entre obra y firma, de constitución de
autoría, si ésta no estuviera textualizada en la obra de Elvira
Hernández. Si ella no ocultara su rostro entre las manos (contratapa
de Carta de Viaje, Bs. As. Ediciones Ultimo Reino, 1989). Si
durante algún tiempo no hubiera escabullido lecturas y presencia
pública.
..... Es Santiago Waria
uno de los textos de Elvira Hernández donde esta autoría se explicita
como construcción de sí misma, "Yo Elvira Hernánez, la del bardo
estertor (...) autora de sí misma"; pero que absorbe y textualiza a la
otra "Anda Sola Teresa vieja..." dice el poema "A" con que comienza el
texto.
..... Ni lírico ni narrante,
desapegado de retóricas genéricas, el texto de diagramación precisada
por los juegos de las significantes en la página, se abre infectado de
citas, de giros idiomáticos extranjeros y locales, de lugares comunes,
de estructuras construidas con gran concentración expresiva:
corrosiva, escéptica, irónica; Santiago Waria se compone como
un texto mestizado por lenguajes de heterogénea procedencia
(des)organizando el verso y la sintaxis.
..... No pienso que este libro sea un conjunto de
poemas autónomos, ni tampoco un "libro poema", sino que se construye
en la tensión inherente a la forma del alafabeto como unidad que
otorga sentido a un código comunicativo, cada uno de sus signos (cada
poema) se constituye en marca que configura una significación
particular y autónoma.
..... Texto
memoria de la individuación ciudadana, la escritura de Elvira
Hernández exhibe una textualidad deseante de constituirse en el
ejercicio de estructurar lenguaje, de otorgar sentidos a
las
selecciones espaciales y temporales que la escritura recorta
para configurar la historia. Son 29 signos -las 29 letras que en su
ritmo alfabético ordenan la secuencia que diagrama el texto.
..... Elvira Hernández nos las canta todas, de la
A a la Z; pero no necesariamente el orden alfabético guía el trafico
urbano que la escritura gráfica como necesidad de cifrar historia,
descifrando para ello recorridos, cuerpos, personajes que sedimentados
en la memoria de la ciudad hacen cuerpo de escritura en el
texto.
..... Pienso que gran parte de la
poesía de Elvira Hernández opera y abre su escritura poética en el
motivo del viaje: desplazamiento en el espacio en ¡Arre! Halley
¡Arre!, entre dos continentes en Carta de Viaje.
Desplazamientos en y por la historia urbana en Santiago Waria,
como también desplazamientos por el destino ambiguo de su emblemática
en La Bandera de Chile.
.....
Quiero preguntarme por la necesidad de cartografiar recorridos que
esta escritura reitera; de urbanizar territorios que arman las claves
de un alfabeto cifrado en gestos, ritos, leyes, que estratificadas en
la historia constituyen el presente.
..... Excavar, radiografiar la ciudad, aparece
como un imperativo para interrogar la conciencia urbana, su
subjetividad y su deseo que se hace correlato de la conciencia de la
hablante. No en vano el epígrafe de Pessoa que introduce la lectura de
los poemas: "Mi conciencia de la ciudad es, por dentro, mi conciencia
de mí".
..... Santiago Waria
reordena la letra que grafica en la cadena alfabética el desorden
ciudadano que data la historia (1541-1991), religando fecha, nombre y
lengua hispánica a fecha, nombre y lengua autóctona, con que Santiago
ha sido nombrada, designada como ciudad de doble extranjería de esta
tierra.
..... El texto refunda la ciudad
en la dualidad de fechas, nombres, lenguajes que prescriben su destino
cultural, echando las cartas de su historia mestiza, impura -como el
nombre y la historia de la propia hablante que ha construido su
autoría en esa dualidad. La escritura propone el alfabeto para
renombrarse en el recinto cercado por su origen de conquista.
..... Poeta de movimiento, ya la sujeto de "A" se
auto invita a continuar un camino "súbete, te moverá el carrusel /
galoparás la máquina".
..... La poeta de
Santiago Waria sumerge su escritura en el adentro de la ciudad,
que cifra sus andanzas solitarias: La A echa andar el texto "Anda sola
/ mira para atrás / sólo tú quedas" comienza el imperativo de la
escritura
..... El viaje es a pie, poeta
peatona, aspirante a pasajera en tren rápido: el segundo grafema "B",
escribe el trayecto sin partida, viaje que no tiene embarque, porque
no hay ruta que emprender, "Sólo queda desembarcar", señalándo que el
recorrido es interno, radiográfico más que geográfico.
..... Textificar gestos, construir la sico
biografía de la urbe chilena que se simboliza en la exhibición de su
conciencia oculta es el sentido de ese intento de re-escribir la
ciudad desde la construcción del mapa de los personajes que la
habitan; fantasmas reminiscentas de las diversas historias de su
historia: "Hueviche Súmun" -"Gorila Biscuit"- "NN" escriben nombres
emblemáticos de un imaginario que sedimenta en el espacio urbano;
ciudad que reconocemos: "Como un maniquí de tienda pobre o/un vestido
endurecido / como ese revoltijo del patio 29 / como vaivén grisaceo
que se arrastra / caminamos por Santiago / y quizás eso no importe
ene"
..... Asimismo se dan cita en el
texto referentes literarios como don Díaz Loyola (Pablo de Rokha)
"macho anciano" que dialoga con "la mujer que tuvo que inventar la
pincelada china", si poeta chileno Pezoa se da cita con el portugués
Pessoa en el más grande anonimato de su ausencia de nombre; "canta su
copla Juan Mauro Bio-Bio", junto al poste de la "Antártica famosa" (La
Araucana), y al poeta de la tierra Baldía (T. S. Elliot), citados,
citadino, suburbanos del texto de Santiago Waria, pero también
figuras tránsfugas, trágica presencia / ausencia que la poeta
ambiguamente reconoce y niega en lo que es su constitución como sujeto
de la escritura; lo que también importa"ene" porque la autora se sabe
desasida de las genealogías establecidas, paternas: "Autora de sí
misma / camina por la Coquille de San Sebastían / repitiendo a media
lengua: aitor, aitor / como si dijera; "Padre, por qué me has
abandonado / otro brindis".
..... La
sujeto de Santiago Waria se explicita así como hablante
desprotegida de orígenes perdidos, sin padre; abrumada por una
referencialidad espacial, idiomática, genealógica que no le sirve
porque en su condensada red de influencias, no le otorga ninguna
identidad.
..... Los espacios
mencionados en el texto van estrechando el cerco, el acoso a esta
viajera que busca conocer los laberintos urbanos para encontrarse con
ellos, en ellos, en sí misma. Estos la determinan como hablante
ensimismada, que busca su ubicación topográica en la multiplicidad de
los espacios de la escritura: "Empresa de demoliciones", "Fuente
Neptuno", "Eucalyptus Circle"rememora espacios citadinos que re-arman
la ciudad en sus pretenciosos blasones "de los ingleses de América".
Santiago ciudad de "Alto contraste" / estilo callampero y bursátil",
la escritura radiografía su sentido en un habla en que la propia poeta
Elvira Hernández se asienta ambiguamente dentro y fuera; fuera de
lugar, en un peregrinar hacia su propia conciencia (con)fundida en la
conciencia de la urbe: "Yo Elvira Hernández, la del bardo estertor la
/ que no tiene lugar ni contactos en la corte". Peregrina de su ciudad
desértica se busca en ella y busca infructuosa el sentido de su estar
allí. Lo escribre la Z. "Zaga Final".
..... El texto que leemos no sólo ha querido
cartografiar la urbe enajenada, exiliada, sino además simbolizar en la
escritura de una hablante mestiza su propia conciencia escindida como
habitante rezagada de una ciudad que ha sido impropia, "corral ajeno":
el del conquistador, del blanco, del varón: Waria -poblado-, guarida
de aquellos que han armado una historia que siempre ocultó
otro.
..... Rezagada en la zaga final,
la poeta asume el lugar resistente de la que ha explorado el espacio
prohibido, vedado; lugar que por su histórica y culturalmente
re-conocida ciudadanía femenina y mestiza, le era privado, lugar que
ya no entregará. No bajará la guardia de la escritura Elvira
Hernández.