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“LAS PALABRAS AL REVÉS TIENEN PELOS HIRSUTOS”

Por Aurelio Meza
Arca, Revista de Literatura y filosofía, número 1, Primavera 2008, Ciudad de México.
pp. 55-58.

A 1000 o La vida muerta
Poesía de Héctor Hernández Montecinos
Lima: Lustra, 2008
Col. Novísima poesía latinoamericana
, 1

El nuevo libro del chileno Héctor Hernández Montecinos (HH, como ha insistido en llamarse) es al mismo tiempo una crítica voraz a sus contemporáneos y un pequeño paseo por su universo poético, que poco a poco va tomando forma. Es necesario informar al lector que esta es sólo una pequeña selección de 28 poemas de un libro más grande, titulado Debajo de la lengua, en conmemoración a los 28 años del autor; aún falta saber qué papel jugará este libro dentro de la ambiciosa trilogía La divina revelación, que ya vio salir a la luz las dos primeras entregas: [guión] (Santiago, 2008) es la primera, antología que recopila su poesía de 2001 a 2003;  después llegó la noticia de que [coma] (Santiago, 2006), selección de 2004 a 2006, constituiría la segunda parte de este proyecto. Sin lugar a dudas, la poesía de HH no se quedará ahí y tendremos que seguir al tanto de las próximas publicaciones de este prolífico autor.
           
La vertiente satírica de este libro, conformada por poemas con títulos tan sugerentes como “Los estúpidos de siempre ahora son amigos” o “La parte de los intelectualoides”, disfruta de una vivacidad mordaz y pendenciera. HH no duda en explotar la intertextualidad que tanto parece agobiar a sus detractores, a quienes dedica una cita de La vida nueva de Dante, obra vital para el entendimiento de este poemario. Sin embargo, HH nunca deja su trinchera poética y de inmediato vuelve al tono coloquial que lo caracteriza:

                                               Heu miser!
                                   quia frequenter impeditus ero deinceps!,
                                   que quiere decir:
                                               Ay de mí,
                                   que de hoy más seré frecuentemente atormentado!.
                                               Ja!
                                           hijos de la grandísima puta que los parió.                 

HH se detiene a observar y criticar las reacciones de sus contemporáneos ante una poesía que lo último que busca es la aceptación de los altos círculos literarios, “los perros de la poesía” como él los llama. Estas invectivas no están faltas de ingenio y buen humor, que evidencian su despreocupación por la aceptación oficial, en un país donde la diversidad de sus habitantes se refleja fielmente en sus poetas.
           
No obstante, estos textos de corte crítico no constituyen la única temática (ni la predominante) en este libro. A 1000 o La vida muerta es un encuentro con los fantasmas del autor, no solamente los de personas que ya no están con él (aún los vivos), sino de aquellos que logra prefigurar; pareciera que estos poemas de autoexploración son la cristalización de sus deseos e intenciones. HH hace un esbozo de personas a las que conocerá, que quiere conocer, y que en ocasiones sólo viven en la hoja de papel, como en “La huida de los bárbaros”:

                                               Alguna vez soñé con ustedes
                                   en esas noches sin poder dormir…
                                               Éramos una caravana
                                   tan hermosamente solitaria y triste
                                   y no nos descarriábamos del delirio
                                   que significaban nuestras risas en fila.

Casi todos pensados, escritos o terminados durante su estancia en Perú (de julio a agosto de 2007), estos poemas son una reflexión in abstentia de la relación del autor con su país natal, con las personas que conformaron su presente y que ahora sólo son una huella del pasado, y sobre todo con las aspiraciones a un futuro muy cercano, del cual HH sólo tiene algunas nociones y, eso sí, un gran deseo de realización.

                                               Nadie nos detuvo,
                                   y no llegamos a ningún imperio…
                                   pero aún así
                                   si estos muchachos volvieran a buscarme
                                   en alguno de los siglos venideros,
                                   yo sería el primero en salir a la calle
                                   y decir ‘vamos’,
                                   vámonos con nuestras penas a cuestas,
                                   porque si de algo se trata la literatura
                                   es hacer de la vida, un paraíso
                                    un paraíso en llamas.  
           
En este sentido, “El cielo para ti” es quizá el poema más representativo. Aquí se pone de manifiesto el juego de palabras que esconde el título del libro (A mil/Lima) y se observa el proceso de trabajo que realiza el autor con sus textos; se nos indica que las dos secciones del poema son sólo un fragmento, que una cita de Georg Trakl ha desaparecido (¿por qué siente HH que tiene el compromiso de avisar al lector sobre estas modificaciones al texto, previas a su publicación?) y, finalmente, que las palabras al revés emana una luz en cuya sombra nace el poema:

                                               En la oscuridad de esa luz
                                   aparición y delirio.
                                               Un chico baila en la mitad de la pista
                                   y se le caen los brazos y los pies,
                                   queda desnudo
                                   y ahí mismo
                                   dos lágrimas ruedan por su espalda…

Nuevamente, la ensoñación, el deseo y la poesía se fusionan en un solo ente. El poema es la piedra angular ya no de HH como poeta, sino como persona, como ser humano. Es el único medio por el cual puede respirar, existir, y, por muy arriesgado que suene, cualquiera que se acerque a su poesía podrá descubrir la razón por la cual es tan prolífico este autor: HH vive en la literatura, está hechodeliteratura; HH es literatura(1).

                        Su corazón es la capital de su propio reino
                        que es un jardín de los delitos
                        donde todas las sensaciones florecen de noche,
                        y el color y el perfume
                        son un castillo hecho de piel y pelos:
                        es él.
                                                           Yo me veo en ese poema.

Hay, por último, una gran cantidad de textos que son reescrituras o parten de otros poemas escritos por diversos poetas como Cecilia Podestá, Mauricio Medo (de cuyo Limbo para Sofía surge “El cielo para ti”), Roger Santiváñez, José Carlos Irigoyen, Vanessa Martínez, José Antonio Mazzotti, entre muchos otros, todos autores relativamente jóvenes, nacidos entre 1956 y 1982. La nota al final del texto hace un recuento detallado de los autores y poemas que le sirvieron como punto de partida; esto facilita la comparación entre los textos y ayuda a la elaboración de un recuento sobre uno de los recursos más polémicos propios del postmodernismo, la reescritura, que tantas veces ha sido confundida con el plagio, y a la que HH no duda en promover y defender a capa y espada, como cada una de sus causas: “La reescritura no es novedad / porque la novedad son los mismos viejos sueños de siempre”.

El dinamismo de HH se hace patente en este libro; juega con las dimensiones de los poemarios (su libro anterior era de alrededor de 300 páginas), así como con la significación que construyen entre sí, la forma en que dialogan los poemas en determinado contexto (sin lugar a dudas, aunque Debajo de la lengua incluirá estos 28 poemas, el mensaje que transmita no será idéntico al de A 1000), y sobre todo, con la cambiante faz de la poesía, el mejor espacio que HH ha encontrado para plasmar todo su ser, igualmente camaleónico y siempre en movimiento. Ahora sólo nos queda esperar la salida de su siguiente proyecto, y unir las piezas del rompecabezas. Una vez más.

 

(1) De esta forma, el título de una de sus series en [coma], “La poesía chilena soy yo”, adquiere un sentido más cabal, aunque no deja de ser polémico y atrevido.

 

 

 

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"Las palabras al revés tienen pelos hirsutos".
Por Aurelio Meza.
Arca, Revista de Literatura y Filosofía,
Número 1, Primavera 2008, Ciudad de México,
pp. 55- 58.