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[N – 1]

[o Lista de deseos para una nueva democracia]

Por Héctor Hernández Montecinos

 

Al Presidente de Chile.

 

La “Dictadura” no se terminó con la salida del Tirano Visible. Continuó
            un proceso de Post (paraíso de los juguetes) y actualmente de
            Hiper (infierno de la seguridad).

La Hiperdictadura reduce las libertades personales y sociales con su
            enfermiza obsesión por la protección y la vigilancia;
            Hiperdictadura (sujeción política), hipercontrol (cámaras de
            seguridad), hiperrepresión (abuso legal de poder) matan la
            relación libre y creativa de la comunidad en los espacios
            públicos e íntimos. No nos encierren en nuestras propias
            ciudades.

La economía de mercado tiene agarrado del cuello a los enfermos, a los
            profesores y alumnos, a los agricultores, a los artistas, a los
            indígenas, a los homosexuales, a los pequeños comerciantes, a
            los refugiados, a los gestores culturales comunales, a los
            soñadores, a los que no quieren usar tarjetas. El libre mercado
            es un sueño americano convertido en una pesadilla chilena.

La buena voluntad de los parlamentarios y la tecnología verde podrían
            rehabilitar la Tierra. La buena voluntad de los parlamentarios y
            una decidida campaña pública podrían crear hábitos ecológicos
            en los niños y jóvenes. La buena voluntad de los parlamentarios
            se demostraría si renunciaran a sus beneficios económicos y
            abrieran cupos ‘no políticos’ para que la sociedad civil esté
            verdaderamente representada en el Congreso. Esto es ecología
            social.

Los combustibles derivados del petróleo intoxican a nuestra gente.
            Desenvenenar el país: el humo nos asfixia, la basura y los
            químicos de las industrias contaminan el agua y el aire. No
            olvidemos a los cisnes muertos, los ríos muertos, los cielos
            muertos, los niños y ancianos muertos. Limpiar la nación es
            tarea del gobierno, pero limpiarnos a nosotros mismos es tarea
            de cada día.

Insistir en las medicinas no tradicionales en los servicios de salud
            pública y tener una previsión proporcional a las necesidades y
            no obligatoria. Como dice una machi: “las plantas son la
            farmacia de Dios”. Koliu Rayen para esos días de la mujer,
            Leliantu a los que se les muere el pajarito, Frokin para los que
            van camino a Pelequén, Trapi para las pasivas, Liglolkin para
            los que no pueden dormirse, Kalchakura para los sordos, Pelu
            para los huesos, Pengo para los curados.

Aprobar las leyes que modernicen y democraticen el Estado,
            disminuir la ingerencia de las minorías morales ortodoxas en
            cuanto a temas valóricos. Financiar canastas de alimentos para
            las familias más pobres. Dar a conocer de manera fraternal y
            humana la triste realidad de las enfermedades terminales.
            Construir servicios descentralizados de salud, arte y cultura,
            credos, etnias, organización social. El bienestar de una sociedad
            no sólo se logra con inyectarle recursos sino también con
            aprender a escuccharla.

Coordinar un Programa de emergencia para abaratar los costos de los
            tratamientos de las enfermedades terminales. Legalizar el
            derecho de las mujeres con respecto a su cuerpo. Permitir el
            cambio de nombre de los y las transgéneros para que dejen de
            ser humillados por su identificación civil. Ponerse en el lugar
            de ese otro, ponerse en sus pantalones, ponerse sus vestidos,
            ponerse su peluca y sus tacos, ponerse su bigote. Vivir en paz
            consigo mismo es vivir en paz con los otros.

Apartar la influencia religiosa, no la espiritual que sí es necesaria, del
            arte, la educación y el derecho civil. Crear de una vez el
            Ministerio de la Cultura y las Artes y enseguida una Imprenta
            Nacional subvencionada, de calidad, libre y sin mafias.
            Aumentar los cabildos culturales para el desarrollo de la
            autogestión local. La cultura y el arte serán los que permitan
            seguir soñando. Le da oxígeno libre y creativo a la sociedad de
            mercado. Nos recuerda que somos humanos cuando ser
            humanos es creer en que mañana será un día mejor si lo
            queremos.

La sexualidad no tiene nombres, es móvil, no es identidad fija sino
            circulación plena. Liberarla.

Despenalizar la imagen pública de los drogadictos, los homosexuales,
            los inmigrantes, los pobres. Los políticos deben tener más
            contacto real con la gente. Reducir los millones que se gastan
            en la puerta giratoria de la justicia. La venta de anestesias
            orgánicas es un tema médico. Las enfermedades sociales son
            igual de urgentes que las otras, pues son silenciadas por los
            medios de comunicación y los malos gobiernos.

Despenalizar la opción de fumar marihuana: sus ventajas terapéuticas
            son reales y es menos dañina que el tabaco; no monopolizar la
            venta de antestésicos orgánicos y propinar su cultivo en zonas
            agrícolas pobres.

Confiar en la ternura y el delirio como vías de expresión libres y
            creativas. Terminar con el monopolio del amor que es puro
            mercado y rating edulcorante para las telenovelas de clase.
            Querer lo mejor para  mi grupo, para tu grupo, para el grupo de
            los peruanos, bolivianos, ecuatorianos, palestinos, tibetanos,
            hermanos de mis hermanos, hermanos de mí.

Reducir radicalmente los ingresos del cobre para las Fuerzas Armadas;
            reinvertir ese dinero. Los ex militares que son dueños de
            universidades privadas podrían tomar cursos de ética, de arte y
            de literatura.

Incentivar con publicidad de calidad una dieta saludable y rica en
            alimentos sanos y naturales. Alertar sobre los reales efectos del
            consumo de carne y de grasas saturadas, pues aparte de ser un
            desastre ecológico es un desastre alimenticio. Prohibir los
            colorantes y preservantes como la Tartrazina y el Amarillo
            Crepúsculo pues está confirmado que producen cáncer y están
            en el 90% de lo que compramos en el supermercado.

Reforestar con especies nativas las zonas rurales y devolverles más
            terrenos a las comunidades indígenas para que puedan sembrar
            y cosechar libremente. No exterminarlos, no criminalizarlos
            más. Un indígena siempre será el hermano mayor de un poeta.

Establecer la noción de granjas urbanas para que cada familia pueda
            plantar sus propios vegetales en su jardín y así se reduce la
            manipulación de los precios de los alimentos de la tierra, pues
            son sagrados.

Alentar el comercio internacional de tecnologías verdes en vez de los
            TLC que sólo hacen ricos a los más ricos y pobres a los más
            pobres.

Iniciar programas regionales que incentiven la creatividad en todas las
            edades, se enseñen los derechos sociales que tenemos cada uno
            y que se asegure la libertad como voluntad suprema. Devolverle
            las ganas de vivir a los ancianos, a las mujeres solas, a los niños
            pobres. Una nación alegre es el Paraíso Terrenal.

Incentivar a nivel de país el uso del reciclaje de la basura, de los
            desechos químicos, del papel y el cartón para potenciar
            instancias como editoriales cartoneras que usen material
            reciclado, artesanías en vidrio o plástico, etc. La metáfora del
            arte es convertir la basura de este mundo en belleza. Seamos
            todos artistas desde nuestro propio don.

Mejorar las condiciones laborales de profesores de todos los niveles
            educativos, que se valorice su trabajo; premiar los buenos
            desempeños y los buenos resultados a escala de bienestar
            humano. Prohibir los uniformes y la separación de niños y
            niñas: afuera la vida no es así.

Disminuir la importancia del dinero en la sociedad y fomentar formas
            de trueque. Devolverle el valor al cariño, la confianza, la
            amistad, la lealtad, la honestidad, la justicia cotidiana de las
            pequeñas cosas. Lo que más vale en cada ser humano es su don
            individual.

Aceptar y reconocer no sólo los crímenes cometidos por los militares
            sino también las complicidades de los civiles y juzgarlos. Abrir
            los procesos contra todos tipo de criminales impunes y darle
            paz a los familiares de los asesinados políticos. También juzgar
            los delitos económicos en la Transición. Una justicia ciega y sin
            memoria es una forma de perpetuar el daño.

Abrir los archivos históricos de dos siglos y repensar críticamente todo
            lo sucedido para aprender de los errores y renovar los aciertos y
            los logros en todo ámbito. El Bicentenario que queremos es
            una nueva herramienta para aprender a vivir en paz, libres y
            con justicia los próximos cien años.

Enseñar a la policía a respetar a las personas según su edad, su género,
            su raza, su religión, su clase social, su salud; sólo así tendremos
            una nueva paz ciudadana y habrá menos delincuencia.

Por último, comprometerse la derecha a respetar a la mayoría menos
            poderosa, a no querer imponer su moral y a recordar que el
            dinero sube y baja como el frío y el calor. Comprometerse la
            izquierda a escuchar nuevamente a la sociedad civil y no a los
            presidentes de sus partidos, a renovar su pacto con la justicia
            social, con la calidad de vida, a ser más progresista y sobre
            todo, pero sobre todo a forjar nuevos sueños para este nuevo
            siglo.

 

 

 

Texto de Debajo de la Lengua
de próxima publicación por Cuarto Propio.

 

 

 

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