SOBRESCRIBIR
FECHAS DE CADUCIDAD
Palimpsesto y Periferia La
contemporaneidad conoce sobre todo la inmediatez. Sin embargo, en la
poesía, la focalización en la actualidad entraña siempre riesgos. Las
vanguardias del siglo XX, que en la deconstrucción de las imágenes de su
tiempo hicieron un credo de lo nuevo, fueron sacudidas en sus cimientos
por la postmodernidad: Innovación y ruptura con lo tradicional no son
más per se distintivos de calidad –algunos incluso llegan a
poner en entredicho la simple idea de originalidad, a partir de los ya
existentes pre-textos, utilizados como punto de partida de la
poesía y el idioma. Cada una de las palabras está directamente
relacionada al uso que se ha hecho de ella y así cada poema resulta un
palimpsesto. Por tal motivo, los debates poéticos traen marcada su fecha
de caducidad. Lo que hoy es celebrado en las revistas literarias, por
los críticos y los talleres de autores como dernier cri,
posiblemente mañana sin más preámbulos pase al olvido. Así pues,
cualquier selección de poesía actual conlleva un gran riesgo. Ningún
canon, ningún homenaje realizado por generaciones posteriores, es capaz
de resaltar voces poéticas aisladas de la –a veces disonante–
yuxtaposición de lo contemporáneo. En eso la poesía latinoamericana no
es distinta a la lírica que se escribe en el resto del mundo –su
peculiaridad es tal vez que en ese continente, antes que en ningún otro
sitio, hayan surgido las preguntas necesarias para definir la
intertextualidad. Borges puso en tela de juicio el concepto de la
originalidad, cuando aún los autores europeos de su tiempo progresaban
en una serie de Ismos. En la periferia, se quejaba el escritor
argentino, sólo es posible copiar las modas y las corrientes de las
metrópolis. Su obra, entre otras, es prueba de que existen mejores y
peores imitaciones.
Pluralidad, Vacío político y Medialidad
También hoy en día los poetas latinoamericanos tienen éxito en
su estar en la periferia, en ese campo de tensión entre la tradición y
la actualidad, entre la lectura de la poesía clásica francesa y
norteamericana, así como la influencia de los nuevos medios de
comunicación, la televisión, la música pop y, cada vez con más
frecuencia, la web, los blogs y los chats. ¿Qué es lo que quedará de la
joven y novísima generación de poetas que empezó a publicar a finales de
los 80, principios de los 90, en Latinoamérica? ¿Cuáles son las voces
que con sus primeras publicaciones, premios y participaciones en
festivales, se destacarán?
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.. .. . . "(c) 2007 latinale | Timo Berger"
La presente colección es, como toda antología, un
florilegio: una selección de doce poetas que finalmente reflejan un
punto de vista de la poesía latinoamericana y son un signo del acontecer
más actual. Agrupa a escritores y escritoras de distintas regiones del
continente. Con posiciones estéticas y formas de escritura muy
diferentes, unificadas por la aceptación de una polifonía
antihegemónica. Así pues: todo puede convertirse en un poema y un poema
puede incluir una totalidad. Sin escuelas que cuiden inquisitorialmente
que se cumplan los contenidos de un manifiesto.
Si los poetas actuales toman distancia de las formas
poéticas y el idioma del pasado, reciclándolo en el mejor de los casos,
para concentrarse sobre todo en la experiencia intuitiva y el lenguaje
diario ¿cómo consiguen a pesar del peligro que implica una mera
plasticidad, la restitución de las metáforas?
Hoy en día las ideas políticas apenas orientan la
expresión estética de Latinoamérica, contrariamente a lo que sucedía en
el apogeo de la littérature engagée. El desencanto ante el
“fracaso” de generaciones anteriores frente a la realidad de regímenes
sangrientos que causaron estragos en todo el continente, trajo consigo
una generación de poetas que empezó a escribir desde un vacío
ideológico, muchas veces sin preguntarse. Renunciando así a cualquier
tipo de dogma. Ellos no aspiran ni a la perfección de la forma ni
privilegian el aspecto referencial del idioma. En lugar de eso optan por
la intertextualidad, algunas veces innovadora, otras naïf, rebuscando en
los fondos de la poesía latinoamericana. Ahí están los poemas de Sor
Juana, Vallejo, Neruda, Paz, Borges, Pizarnik; convertidos en canteras y
almacenes de materiales –incluso en un mundo en él que la comunicación y
el intercambio, aun entre los lugares más recónditos, se ha hecho
posible. De esta manera los poetas presentados en esta antología son
protagonistas de la integración regional de un continente que, marcado
hasta nuestros días por la infraestructura colonial, puede desarrollar
nuevas redes de contactos y nuevas rutas culturales, paralelas al
intercambio tradicional con las ex madres patrias España y Portugal,
complementándolo e incluso substituyéndolo. Así pues lo que hoy publica
una poeta en su blog desde Ushuaia, Tierra del Fuego, puede, minutos
después, inspirarle un verso a un poeta en Tijuana, México.
Slapstick y Collages sonoros Creemos
pretencioso intentar brindar un panorama completo de la poesía actual
latinoamericana. Un continente entero se abre ante nuestros ojos con
miles de voces diferentes, distintas variaciones del español y el
portugués debidas a sus coloraciones locales y los ya conocidos cruces
con idiomas indígenas y africanos. Sin embargo, dos tendencias actuales
se han hechos presentes en esta antología. Por un lado, lo que podríamos
definir como “lírica neo-indigenista”, procedente de los países andinos;
y por el otro, la poesía performativa, que trasciende el simple texto a
partir del tipo de dicción a la hora de recitar, enriqueciéndolo con
gesticulación, mímica y facetas sonoras y dramatúrgicas.
Miguel Ildefonso, de Perú y Paúl Puma, de Ecuador, son
los que más se acercan a la tradición poética de la Latinoamérica
autóctona. El primero con oscuridad y violencia; el segundo, lúdico y
ecléctico. Ildefonso convierte a José María Arguedas, el insigne
novelista del indigenismo en las décadas del 60 y 70, en protagonista de
uno de sus largos poemas en prosa, en el que también aborda el tema de
la resistencia armada contra la ciudad mestiza que durante siglos ha
excluido a la mayoría indígena en el Perú. De igual, modo Paúl Puma
intenta recuperar las dos fuentes de la cultura andina. Por un lado
asume la estructura y el ritmo de las metrópolis occidentales, por el
otro recupera la memoria sobre el oprimido imperio incaico. Paúl Puma,
que también ha trabajado en teatro, ha empezado la re-écriture
de “Nueva Crónica y Buen Gobierno”, una de las crónicas cardinales
del siglo XVII, publicada entre 1600 y 1615 y escrita por Felipe Guamán
Poma de Ayala, a quién además lo une su nombre. Para ello se vale de una
escritura que oscila entre el pathos barroco y la mirada científica a
través del microscopio, haciendo referencia a la cultura pop y
adueñándose de la forma fracturada del verso, típica de las
Neovanguardias de los años 60 y 70. Así, logra en sus poemas cíclicos, a
veces claros, otras alarmantes, un montaje de imágenes y discursos
heterogéneos.
Jessica Geisha Freudenthal Ovanda, de Bolivia y Andrea
Cote Botero, de Colombia; las dos autoras más jóvenes de la presente
antología, acaban de empezar sus carreras literarias. Freudenthal
sorprende con sus miniaturas aparentemente inofensivas, que pueden
convertirse súbitamente en un historial de violencia. Cuentos de los
hermanos Grimm, figuras de la mitología griega y personajes de juegos de
computadora japoneses reflejan en un tono sencillo e incluso ingenuo
aspectos quebradizos de una subjetividad. Coto Botero, invitada en 2006
al festival de poesía de Medellín, construye a partir de la violencia y
la corrupción que marcan la actualidad de Colombia sumida en la guerra
civil, imágenes de la decadencia. Su poesía, que aproxima la tradición
telúrica de Latinoamérica con la experiencia actual en la gran ciudad,
echa mano a elementos de la lírica neobarroca proveniente del Caribe y
que en la década de los 80 representó una de las corrientes estéticas
más importantes en el continente.
El poeta brasileño Carlito Azevedo está considerado
como una de las voces más excepcionales del panorama de la poesía
latinoamericana. Desde principios de los años noventa ha participado
activamente en el mundo literario de Río de Janeiro como poeta,
traductor y editor. A pesar de las reconocidas influencias de su
escritura (la Poesía Marginal, la Poesía Concreta y
los poemas de João Cabral de Melo Neto) ha conseguido distinguirse con
un tono propio caracterizado por el juego con el lenguaje y el sentido
del humor. Su poesía parte a menudo de la observación de lo cotidiano
para terminar reflexionando sobre la poesía en sí, sin intenciones
didácticas. Azevedo se ha distinguido, además, por haber apoyado y
promocionado la joven poesía brasileña.
El enfoque performativo lo aportan tanto Angélica
Freitas, de Brasil como Héctor Hernández Montecinos y Paula Ilabaca, de
Chile. Freitas es sin duda una de las figuras más representativas en la
generación más joven de poetas brasileros que abjuran tanto del
inventario gestual del neobarroco como del formalismo de la Poesía
Concreta, y en su lugar intenta entretener al público con devaneos
que incurren incluso en el slapstick. Hernández e Ilabaca,
ambos pertenecientes al under de la Smog-Metrópolis
Santiago, trabajan obsesivamente en una descripción de la situación del
sujeto en la modernidad. Los poemas de Hernández desenmascaran el
oportunismo de la clase media, que a través de rituales de limpieza
absurdos y repetitivos, intenta librarse de las huellas del pasado
sangriento del régimen Pinochet. En otras palabras, sus textos son un
cluster montado a partir de fragmentos de poemas pertenecientes
a una subjetividad queer, que por un lado es permanentemente
limitada por la mayoría machista del entorno y por el otro enferma por
la profundidad de su propio deseo. Los poemas sonoros de Ilabaca sólo
pueden ser apreciados en la presentación de sus audiocollages
tecno, en los que las palabras se precipitan como el agua de una
cascada. También sus textos circundan el deseo y transitan a través de
las relaciones madre-hijo a partir de la celebración violenta de la
sexualidad entre hombre y mujer.
Los poemas de Amaranta Caballero Prado, de México, son
una referencia a su cotidiano como mujer en una ciudad fronteriza con
Estados Unidos; y están marcados por la migración y la residencia en
transito entre ambos países, por la desazón entre los sexos, además de
por las fracturas sociales y culturales que cruzan y configuran
nuevamente al individuo.
Lalo Barubia, de Uruguay, Washington Cucurto y Damián
Ríos, de Argentina, aportan un tono lúdico y liviano a la poesía del
Cono Sur. Un realismo irónico, muchas veces sucio, que deja de
lado al objeto tradicional de la poesía y en su lugar se ocupa de aquel
otro discriminado por el mainstream. Nos hablan del Otro en la cultura y
la sociedad, es decir: los emigrantes, las prostitutas y los
desclasados. Mientras Lalo Barrubia rima su himno de La pobre
señora, Cucurto se aferra a formas presuntamente fuera de uso como
la copla medieval o la aliteración, conectándolas con elementos
repetitivos de la tradición oral. Tanto Barrubia como Cucurto escriben
bajo pseudónimo. El poeta argentino, que llegó incluso a estar en la
tapa de la revista Rolling Stone, ha convertido a ese personaje
en figura principal de sus textos y lo encarna en la vida real, borrando
la frontera entre realidad e imaginación. El tono de Damián Ríos es
contenido y preciso en comparación al de sus coterráneos. Sus poemas
circundan escenas mínimas del cotidiano, formulan los pensamientos del
que espera, son jugadas en un tablero de ajedrez, constelaciones de luz
y movimientos de aire, compuestos en un idioma poco pretencioso y
rítmico.
Poesía-añicos y Tonos híbridos Uno de
los elementos que aúna en este momento a los poetas reunidos en la
presente antología es la búsqueda de un idioma actual frente al inmenso
legado de la lírica latinoamericana; otro es el desafío consistente en
aproximarse metafóricamente al cotidiano de una realidad en permanente
cambio. Al fin, lo que se desprende del papel y de la performance es
variado y sorprendente; y pone en evidencia que los poetas de la nueva
generación no necesitan ocultarse detrás de sus antecesores.
Timo Berger y Rike
Bolte
Traducción: Rery Maldonado
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De: Poesía-añicos y sonares híbridos. Doce poetas
latinoamericanos. Antología publicado con motivo de la Latinale
2007, el festival rodante de poesía latinoamericana en Berlín, Potsdam,
Leipzig, Colonia y Hamburgo.
(Berlin: Instituto Cervantes y SuKuLTuR,
2007)