Proyecto Patrimonio - 2008 | index | Timo Berger | Autores |

 

 


De Poesía-añicos y sonares híbridos
Antología de la Latinale editado por Timo Berger y Rike Bolte (Berlin, SuKuLTuR e
Instituto Cervantes, 2007)

¿VIVE EL POEMA?

Una introducción por Monika Rinck

Uno de mis primeros encuentros con la poesía latinoamericana: NERUDA. (Quizás un nombre tan cargado de tradición, que no se quiera más oír hablar de él aquí. Pero quisiera hablar de otra cosa: de Neruda en un libro bajo el título Das Wasserzeichen der Poesie (“Filigrana de la poesía”), una antología y un manual de poética a la vez (1). Fue en 1985. Mis padres me regalaron el libro. Estuve sentada en el balcón leyendo, aparentando estudiar para un examen de matemáticas que, lo recuerdo como si fuera hoy, iba a tener al día siguiente. El resultado de dicho examen fue, por cierto, un desastre.

En el capítulo titulado METÁFORA, se encuentra el siguiente experimento: El editor, un encubierto Enzensberger, pregunta cuán exacto es el lenguaje poético figurado, y lleva a cabo la tarea de intercambiar palabras alterando el significado, ciertamente con una notable sensibilidad. (El poema original se encuentra en la columna izquierda.)

MELANCOLÍA EN LAS FAMILIAS

Conservo un frasco azul,
dentro de él una oreja y un retrato: 
cuando la noche obliga
a las plumas del búho,
cuando el ronco cerezo
se destroza los labios y amenaza
con cáscaras que el viento del océano a menudo perfora,
yo sé que hay grandes extensiones hundidas,
cuarzo en lingotes,
cieno,
aguas azules para una batalla,
mucho silencio, muchas
vetas de retrocesos y alcanfores,
cosas caídas, medallas, ternuras,
paracaídas, besos.

AGONÍA EN LOS ROPEROS

Conservo una maleta negra,
dentro de ella un bisturí y una lengua:
cuando la tormenta opaca
el grito del búho,
cuando el ronco compañero
se destroza los labios y amenaza
con cuchillos que el viento del océano hace poner negros,
yo sé que hay grandes dormitorios oscuros,
ríos de miel,
sal,
aguas heladas para una mazmorra,
mucha lluvia, muchas
vetas de miserias y amoniaco,
huesos caídos, perlas, golpes,
bañeras, frenesí.

Y termina de la siguiente manera:

Es sólo un comedor abandonado, 
y alrededor hay extensiones,
fábricas sumergidas, maderas 
que sólo yo conozco,
porque estoy triste y viajo,
y conozco la tierra, y estoy triste. 

Es sólo un ropero desolado,
y alrededor hay pistas de maniobra,
minas inundadas, camas
que sólo yo conozco,
porque estoy cansado y viajo,
y conozco la tos, y estoy cansado. (2)

¿Es lícito hacer algo así?, me pregunté en ese entonces. ¿Cuáles son los aciertos y cuáles los desaciertos en este experimento de permutación? ¿Qué espacio se agencian para sí estas imágenes y en qué medida nos conmueven y nos capturan? Una imagen nueva y buena tiene la capacidad de lanzarnos hacia el poema, pues la imagen no es nada sin nuestra intervención creativa. Así, una metáfora bien lograda puede funcionar como un zoom a toda velocidad sobre unas circunstancias determinadas, las cuales se desarrollan ante nuestros ojos atónitos de una manera completamente nueva; y nos hace partícipes. Lo que Enzensberger hace con Neruda es, por supuesto, un atrevimiento, ya que no nos permite diferenciar entre el andamiaje y las imágenes. Sin embargo, sigue siendo urgente resolver la siguiente pregunta: ¿Quién aparece en el poema? Y ¿cuándo? El arte de combinar puede ser una liberación. Al no imitar la realidad, en cada poema podemos poner una delegación rusa, por ejemplo, sin que el productor encargado de aportar los significados nos regañe y nos grite por no saber de dónde sacar a 14 figurantes rusos vestidos de terno. Esa libertad, naturalmente, es cómoda. A su vez, los rusos necesitan un motivo para estar en el poema. Necesitan un compás y una melodía y deben encontrar su lugar en la rítmica. Aquí se encuentran la disyunción y el enlace. Vengan acá, I put you in my poem. ¿Pero qué es aquello que sólo puedo comunicar en un poema, en un poema que tiene una sola forma y que no se deja parafrasear? He leído los poemas de nuestros invitados, quienes apenas comparten un poco más que el género. Sin embargo comparten diversidad y fuerza, y son nuevos. ¿En qué sentido son nuevos? Como ya lo formuló enfáticamente W. C. WILLIAMS, quizás no podamos verificarlo hoy en día. Williams se preguntaba dónde se podría encontrar lo nuevo:

... Look at
what passes for the new.
You will not find it there but in
... .. .. .. .. .despised poems.
... .. ... .. .. .. .. .. .. .. .It is difficult
to get the news from poems
... .. .. .. .. .yet men die miserably every day
...... .. .. .. .. . .. .. .. .. .for lack
of what is found here.(3)

Aquí no estamos hablando de news como “noticias”; para ello existen, de hecho, otros formatos más directos. Lo que queremos recalcar es aquello que está más allá del potencial de información que tiene el lenguaje. En ese sentido, lo nuevo en la poesía sería una forma de establecer contacto con el instante, con lo activo. Se trata de una actualización elegante y con poco bagaje, pero que tiene un peso tan grande que apenas se puede cargar. Una aceleración. Hay que entenderlo ahora y rápidamente, o mucho más tarde, después de haber pasado bastante tiempo dentro del poema, pero entonces igual de rápido. En contacto con el tiempo y el tiempo requerido para entenderlo. Eso sería entonces lo enormemente actual en la poesía, y también la promesa de una coherencia nueva e insospechada.

Se ha constatado que todo poema es un poema político, por dirigirse contra el lenguaje de la cotidianeidad, por dirigirse contra todo aquello para lo cual se utiliza ese lenguaje – contra la lengua en general, que no le pertenece a nadie, por ser de todos; es decir, por dirigirse contra su uso triste y eficiente (¡Quiero definir un nuevo modelo de eficiencia poética! Pero no lo podré hacer ahora).

Se ha dicho también que todo poema es un poema de amor, pues se aproxima a su objetivo con avidez y fija su mirada en él con atención y cuidado, con la capacidad de atacar en cualquier momento y el deseo de acercarse lo más posible, para sorprender a su objetivo de manera que éste no tenga otra opción que participar.

¿De qué vive el poema? El poema vive de la concordancia fugaz que renueva y amplía la mirada al mundo, y que lo alimenta con dicha o con furia. El piso que sostiene el poema es el momento histórico al cual se dirige y el momento en el que ha sido escrito. En ese sentido, también sería política. ¿Se puede afirmar, entonces, que todo buen poema es un poema político de amor? No, no se puede, ya que sería como tener dos enormes recipientes difíciles de manipular y que además estuvieran conectados, así como si uno estuviera entre dos mares y la marea comenzara a subir. Pero, pensándolo bien, ¿por qué no? Quiero invitarles a navegar por esas dos aguas unidas en esta Antología de la Latinale y que ustedes mismos descubran en qué momento histórico lo están haciendo. Si el poema no acierta con su propio tiempo, no nos dirá nada, por lo menos no nos sorprenderá. Los poemas que podrán leer aquí, les sorprenderán. “La sorpresa”, escribe Donald Davidson, “tiene como condición que yo sea consciente de la contradicción entre una convicción anterior y una posterior. Ese tipo de conciencia, sin embargo, es una convicción de una convicción. Si me sorprendo, llego a estar convencido de que aquello de lo que antes estaba convencido, es falso. No necesito insistir en que toda situación de sorpresa alberga una convicción sobre la falsedad de una convicción anterior (aunque me incline a creerlo). El asombro ante algunas cosas es una condición necesaria y suficiente del pensamiento.”(4) Por eso, déjese sorprender, permita que le muestren en qué tiempo está viviendo.

Traducción del alemán: Claudia Zea-Schmidt

* * *

Notas:

(1) Das Wasserzeichen der Poesie oder Die Kunst und das Vergnügen, Gedichte zu lesen. In "hundertvierundsechzig Spielarten vorgestellt von Andreas Thalmayr. Nördlingen”, 1985. Página 84s.

(2) En: Pablo Neruda: Residencia en la tierra (1925-1931). Madrid, 1935.

(3) William Carlos Williams: Gedichte. Der harte Kern der Schönheit. Paterson. Hamburg, 2001. Página 290.

(4) Donald Davidson: Vernünftige Tiere. Frankfurt am Main, 2006. Página 40.


 

 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2008 
A Página Principal
| A Archivo Timo Berger | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
¿VIVE EL POEMA?.
De Poesía-añicos y sonares híbridos
Antología de la Latinale editado por Timo Berger y Rike Bolte (Berlin, SuKuLTuR e
Instituto Cervantes, 2007).
Por Monika Rinck.