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HERNÁN LAVÍN CERDA en Radio Universidad
(Entrevista transmitida en México durante la segunda semana de octubre, 2008).

 

- Preséntese y defínase en unas cuantas palabras.
A. - Hernán Rodrigo Lavín Cerda, alias Lavín Cerdus. Aprendiz del Todo y de la Nada como ayer, hoy, siempre, y en el camino andamos… Sospecho que aún soy esa cosa que nadie puede definir: chileno. Sí, un chileno con vista al mar de Acapulco, aunque no siempre estoy en Acapulco y tampoco en Chile. Además de ello, soy catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México desde hace casi 35 años.

B. - Hace 40 años…

1.-¿El Estado CHILENO?
Como siempre, dominado por los dueños del Becerro de Oro. ¿Ahora y en la hora? Qué repugnante y desolador. No me hagan reír porque se nos caen los dientes de arriba y de abajo, aquellos dientes del bien y del mal.

2. - ¿Símbolo de rebeldía?
- A estas alturas, no sé para qué sirve la rebeldía. Tampoco sé para qué no sirve la rebeldía. Estamos en tablas, como diría un ajedrecista no muy convencido de las virtudes del juego-ciencia.

3. - ¿Su percepción de la escuela (como institución)?
-Estudié en el Liceo San Agustín de Santiago de Chile: de la primaria a la preparatoria. ¡Que arroje la primera piedra el que esté libre de culpa! Eso lo aprendí con los agustinos, que tampoco eran muy santos. Había de todo. Y también aquella frase de Jesucristo en la cruz de fuego: “Padre mío, Padre mío, ¿por qué me has abandonado?” Igualmente aprendí que no debería robarle ni a mi propia sombra. No siempre lo cumplo. A veces le robo no sólo a mi propia sombra, pero sin darme cuenta ¿Soy un iluso, entonces, o más bien un idiota que no tiene remedio y ni siquiera merece el perdón de los dioses? Por último: la escuela es una institución que podría abrirnos las alas de la libertad en el más amplio sentido, o cortarnos las alas para siempre.

4.- ¿Cómo se imaginaba dentro de 40 años (si es que lo hizo)?
- Me imaginaba bailando mambo a la luz de la luna en un país o más bien en un mundo iluminado por el arte de la palabra, por la música, por las artes plásticas, por la ciencia, por el pan nuestro de la poesía, por la fraternidad y la igualdad. No por los mercaderes o los mercachifles que nos han hecho tanto daño. La atmósfera social de hoy “es una mierda, chico”, internacionalmente, para decirlo al estilo caribeño. O por lo menos la atmósfera que nos brindan los medios de incomunicación. Y uno se pregunta: ¿Cuántos Cristos necesitaríamos en la actualidad para sacar a besos o tal vez a latigazos, aunque con profundo amor, a los mercaderes de todos los templos y no sólo de los templos?

5.- ¿Ocio favorito?
- Reírme, tocado por la gracia, como aquel San Francisco de Asís que bailaba y cantaba y se moría de amor junto a sus animales que son y serán los animales de siempre, los buenos de corazón, los que son incapaces de cultivar la maldad por encima de nadie. Reírme, decir estupideces que todavía nos alumbran, y no olvidarme de aquel niño que todos llevamos dentro.

6.- Se me borró la pregunta número 5. ¿Sí o no? Creo que se me olvidó contar: qué tonto soy, al estilo de Roberto Matta, ese maestro tan querido. ¿Ven ustedes cómo este aprendiz de brujo no tiene mucho remedio, aunque lo tenga? Ni la sabiduría me sirve para decir o balbucear, al menos, lo que yo debiera decir.

7.- ¿Figura pública más repulsiva?
- La maldad encarnada en la criatura humana ¿desde siempre? Sería preferible amar al idiota que todos llevamos dentro. Ese embutido de ángel y bestia, como dijo en su tiempo Nicanor Parra. Tal vez pueda redimirse o alumbrarse a través del amor, un amor que aún es cosa de niños. Al volverse adulto, aquel animal puede ser implacable. Que siga jugando y no deje de jugar nunca, pero sin pretender ganarlo todo. No me pidan que dé nombres porque no tengo la costumbre de vomitar en público.

8.- ¿Revolución o progreso?
- A menudo, la misma gata revolcada con instantes de luz y de tiniebla, esa tiniebla que de pronto se descompone y va pudriéndose con la mejor intención del mundo. ¿Qué nos pasa? ¿Tenemos o no tenemos remedio? Entre tanto, uno puede llegar a morirse y corre el peligro de resucitar en un ataque de risa ingobernable, como si estuviéramos en los orígenes del mundo.

9.- ¿Adjetivo para el amor?
- El milagro por excelencia. Una cosa de locos que aún son más niños que locos. ¿Y eso era todo?

10.- ¿La sexualidad? ¿La muerte?
- Qué gran prodigio entre los prodigios. Otra cosa de locos que lo adivinan todo sin saber absolutamente nada, por fortuna. “Grítenme piedras del campo”, es capaz de gritar uno en el instante del clímax, como lo hacía Cuco Sánchez, aquel poeta popular e inolvidable. ¿Para qué convocar a la muerte en ese momento sagrado? Sabemos que ella permanece allí, semioculta, desde que el mundo es mundo, o aun desde antes. Será mejor entonces que bailemos con la pelona, la tía de las muchachas, la jedionda, la calaca de los labios sutiles, la chirifusca.

11.- ¿Una expresión de argot?
- ¡Qué buena onda! ¿Buena o mala? O dicho de otro modo: “Padre o madre mía, ¿por qué me has abandonado?”

12.- De nuevo se me hizo humo la pregunta. ¿Cuál pregunta? Emil Cioran y Samuel Beckett, aquellos abuelos inolvidables, se morirían o acaso resucitarían en otro ataque de risa melancólica. Pero es mejor que vayamos pariéndonos los unos a los otros desde la profundidad del amor. Vámonos pariendo con música y más música. Me temo que por fuera no es posible. No sé muy bien lo que acabo de decir, pero esta música me abre las antenas y de súbito aparece el entusiasmo.

13.-¿La condición de la mujer?
- No me hagan preguntas indiscretas. No me gustas cuando callas porque aún estás como ausente. ¿Que todos los días sean el día de la Madre? Mientras tanto, yo te pegaré infinitamente porque te quiero más que a mi vida, corazón mío, sí, corazón de melón. ¿Así se dice? Miau, miau, miau. Te quiero con mucho amor y un poco de odio jarocho, sí, veracruzano, como el potrillo Alejandro Fernández a sus potrillas.

14.-¿La imagen del hombre?
- Tarde o temprano llegaré sollozando a los brazos abiertos de la cruz, como dijera el Santo Padre ¿en un momento de lucidez? No está claro: nada está muy claro. Es posible que más temprano que tarde uno caiga de rodillas a los pies de la cruz. Tengo que resistirme (¿quién habla cuando yo hablo?) para no desposarme con la cruz. ¿No ven cómo ella me observa desde lejos con dulzura y me tiende al fin los brazos? No será hoy ni mañana ni pasado mañana, como dicen los andaluces, pero será lo que tiene que ser. Ni el mismísimo diablo sabe ni sabrá nunca lo que tiene que ser. Por ahora la cruz es un avión de juguete: una mujer lampiña y de pronto barbuda con toda la mitología del mundo en sus piernas profundamente abiertas.

15.-¿Avance científico o tecnológico que más le impresionó?
- La llegada a la tierra de la primera criatura lunar, así como la clonación del porvenir. Me impresiona el descubrimiento de la risa no sólo como una de las bellas artes, sino también como un regulador de voltaje del espíritu, y sin duda el procedimiento más efectivo para mantener la mente sana en un cuerpo cada vez más sano. Si no me río y no hago una locura diaria, dijo alguna vez Vicente Huidobro mientras pensaba en el baile de San Francisco de Asís junto a sus pájaros, corro el peligro de volverme loco o de recuperar la razón para siempre, sin pena y sin gloria.

16.-¿Los medios de comunicación?
- Cómo avanza la dictadura de la incomunicación que nos hipnotiza sin piedad. Es una de las repugnancias mayores entre las repugnancias. Podrían hacer cosas maravillosas, pero los que allí actúan suelen ser liliputienses en cuerpo y espíritu. Los pudrió la búsqueda de Su Majestad el Dinero, como a los mercaderes del templo. Hay algunas poquísimas excepciones, aunque lo excrementicio avanza ecuménicamente y sin misericordia. ¿Nadie es profeta en el mundo inmundo o en su tierra?

17.- ¿La condición humana?
- Estoy cansado y tengo sueño. El equipo mexicano puede jugar muy bien al fútbol, como dijo en su día un poeta de barrio tan bueno como el mejor del centro, aunque la mala suerte lo persigue. Me duele la rodilla izquierda del espíritu y ya me voy a dormir. Recen por mí como en uno de los murmullos de Juan Rulfo. Sonrían, por lo menos, y canten a media voz . ¿Por qué no me cantan una canción de cuna, sí, una canción sagrada? Ya casi estoy durmiendo.

18.- ¿El arte (cine, literatura, plástica, etc)?
- Un cruce de caminos que nos permiten descubrir que no solamente somos un embutido de ángel y de bestia, como ya se dijo. No sólo somos los hijos o los nietos de Aristófanes o Shakespeare, sino también de Leonardo da Vinci, San Juan de la Cruz, Miguel de Cervantes, Dante Alighieri, Francisco de Quevedo, Cantinflas, San Francisco de Asís, Charles Chaplin, Juan Rulfo, Arthur Rimbaud, Pablo Neruda, Groucho Marx, Anthony de Mello, Ramón Gómez de la Serna, Agustín Lara, Pablo Picasso, aquel esplendor en el pensamiento de los mayas, Fernando Pessoa, Edith Piaf, Gabriel García Márquez, Federico Fellini, Misia, César Vallejo, Wolfgang Amadeus Mozart, Luis Buñuel, Antonio Carlos Jobim, Albert Einstein, T.S. Eliot, Andrey Tarkovski, Giulietta Massina, Woody Allen y la Madre Teresa de Calcuta, entre tantos otros que todavía nos alumbran acompañándonos.

19. ¿El consumo de drogas?
- Es preferible cultivar el arte de la meditación, la respiración y la autobservación, como Siddharta Gautama, el Buda, o los ermitaños taoístas. También es preferible el ajedrez, aunque yo lo desconozco, así como la esgrima y el ping-pong o tenis de mesa, como dicen los siúticos, sí, los cursis o de pronto los académicos ¿de cuál lengua?

20.-¿Hecho de represión más intolerable?
- La muerte de Abel por su hermano Caín, y luego el viceversa. De esto último no dicen mucho los textos ortodoxos. De ahí hacia el futuro, la cadena se volvió inagotable. Somos tan idiotas que no hemos podido amarrarle las manos al homicida que tal vez llevamos dentro. ¿Qué nos pasa, Dios mío y de nadie? El Tlatelolco de 1968 se ha multiplicado a través del mundo, antes y después del 68. ¿París, Praga, Chile en el 73, y un larguísimo etcétera. Leo y leo, suspiro y suspiro, murmuro y murmuro, grito y voy gritando poesía o algo por el estilo en voz baja, a media voz, en voz alta dirigiéndome a los dioses, aunque nadie responde porque somos cada día más brutales e insuperablemente idiotas y crueles. Cuánto daría por equivocarme en lo que digo, pero sospecho que algo no huele bien, sí, algo sucede en Dinamarca y no sólo en Dinamarca. A pesar de todo, hay gente muy buena que sería incapaz de matar una mosca. Al fin acabo por creer en la bondad de muchos hombres y muchas mujeres y muchos niños que todavía nos alumbran con su amor solidario. Aún hay gente que sonríe cuando aparecemos entre la gente. ¡Que vivan por siempre los milagros en la sonrisa de un niño! Ya estoy hablando como Gabriela Mistral, y eso se convierte en un motivo de júbilo.

21.-¿La desilusión?
- No haber sido Presidente de alguna República durante tres minutos. La Santísima Trinidad en aquellos tres minutos. O acaso permitirme el placer de renunciar antes de asumir la presidencia, con una sonrisa de criatura socrática entre los labios.

22.-¿El mercado latinoamericano?
- El de la fraternidad entre todos, lejos ya de la sombra de Caín, libres ya del Becerro de Oro que nos va pudriendo por dentro y por fuera. ¿Será posible?

23.- ¿Slogan publicitario?
- “El pueblo unido jamás será vencido”. O aquella máxima de algunas “monarquías espirituales” que aún sobreviven a lo largo del planeta: “Aunque ustedes no lo crean, soy totalmente Palacio”. Así es la cosa: sólo en el Palacio de Hierro se viste la gente linda como nosotros. Sólo allí ustedes pueden encontrar lo que no necesitan o no andaban buscando…

24.- ¿Grupo, subcultura u organización (política, ideológica, religiosa, sindical, etc.) afín?
- Aquel donde sus miembros sólo se atrevan a jugar como los niños, y que tal vez no existe todavía, por desgracia. ¿O quizá por fortuna?

25. ¿La religión?
- Mucho cuidado con el absolutismo de la verdad indiscutible. Religar y religar, pero permitiendo la diversidad o la disidencia. He ahí el arte de las variaciones que nos enriquecen. Cuando no ocurre así, aparecen las intolerancias y las inquisiciones que tanto mal nos hacen, creyendo que estaban haciendo el bien.

26. ¿La Iglesia?
- Hay de todo en la viña del Señor. En su seno pueden convivir la bondad y la maldad. La Historia con mayúscula, que también ha sido muy cruel, no me dejará mentir. Unión y división en su seno. Espiritualidad y bajas pasiones, aunque parezca increíble, aun cuando la pregunta es otra: ¿Por qué tendría que ser increíble?

27.- ¿La familia (como institución)?
- Yo he tenido suerte. No puedo quejarme. Sería un desagradecido. Sin embargo, reconozco que para otros ha sido un infierno. ¿Una familia puramente institucional? Tengo mis dudas y lo digo con una sonrisa nerviosa. Al fin me muerdo los labios.

28.-¿Acto de violencia más abominable?
- Cometer homicidio y destrucción ecológica. Asfixiar al niño que llevamos dentro. Ayer asesiné a una mosca y me puse a reír, casi muerto de miedo, como un gato salvaje. ¿Tengo remedio aún o ya no merezco ni el perdón de los locos?

29.- ¿El miedo?
- Lo opuesto a la iluminación. ¿O más bien la cara oculta de la iluminación? Ese miedo al Caín que todos llevamos dentro, aquel miedo al Amor. No lo sé. Quizá nadie lo sepa. ¿Seré yo un farsante sin darme cuenta o más bien un aprendiz de filósofo o de brujo de tres centavos? Alguien dijo alguna vez: “Quien conserva su espíritu de niño, conserva su espíritu”.

30.-¿Figura publica más atractiva (que mayor respeto le inspiraba)?
- Aquel que no ha nacido todavía. De inmediato pido perdón por estos vuelos que suenan a petulancia, aunque no me declaro culpable, como dicen los que saben o, al menos, los que todo lo sospechan. En su momento, Antonio Porchia dijo con lucidez desde las afueras de Buenos Aires: “No perdonamos ser como somos”.

31.-¿La vida?
- “Tal vez un poco de eternidad”, como el título de uno de mis libros de poesía editado en el 2004. Me atrevo a repetir que todo lo que el hombre necesita, lo necesita para no necesitarlo. ¿Sí o no? Mañana seguimos con este asunto.

32.- ¿La esperanza?
- La esperanza no es esa cosa con plumas, como pensaba Woody Allen. Si no me lo preguntan, lo sé. Si me lo preguntan, lo ignoro. Más que saberlo con la razón razonante, la esperanza es un milagro con su peso específico. Es como el soplo o más bien “La sonrisa de Dios”: así se titula uno de mis libros editado en 2007. Intuyo que la esperanza es un fenómeno que se siente más allá, siempre más allá, pero desde el abismo de las entrañas.

33.- ¿Acción social más significativa en la que participó?
- Aquel movimiento encabezado por el Presidente de la República de Chile, el doctor Salvador Allende. Por ese “grave delito” salí con mi esposa y mi pequeño hijo al exilio. Llegamos a México donde se nos dio la oportunidad de colaborar en el desarrollo cultural y educativo de este país tan generoso. Lo que no pudimos hacer en Chile lo hemos hecho con la juventud mexicana desde la Universidad Nacional Autónoma de México y el Colegio de Bachilleres, a partir de 1974. Nuestra gratitud es infinita. En lo personal, diré que la mayor parte de mi obra en diversos géneros literarios se ha publicado en este país. Algo en España, Argentina y Suiza, pero muy poco. Ya aparezco en uno de los tomos del Diccionario de Escritores Mexicanos que publicó la Universidad Nacional Autónoma de México, ese proyecto magnífico de la doctora Aurora Ocampo. Me siento muy honrado y muy feliz por ello.

34.- ¿Orden o libertad?
- Van de la mano. Más bien diríamos orden y libertad.

35.- ¿Qué impresión tiene de los jóvenes de hoy?
- Hay de todo, para bien y para mal. Así viene ocurriendo desde que el mundo es mundo. Mi mayor vínculo es con los jóvenes universitarios. Yo trato de que se descubran a sí mismos a través del arte literario de los otros y de ellos mismos. Es un desafío apasionante. Aprendemos a jugar, a descubrir el mundo y a reflexionar con la palabra dicha y escrita, como si fuéramos niños. De ese modo va descubriéndose uno en los sueños de los otros. Es un proceso libertario. Una forma de fortalecer lo que ellos son: la singularidad en la pluralidad. Yo es otro, yo soy otros, decía Arthur Rimbaud y estaba inaugurando una visión poética en Occidente. Ojalá no me equivoque en lo que digo. Pienso que cuando los jóvenes ven florecer su potencia creativa, todos nos sentimos muy felices. Presiento, entonces, que no sólo México crece para el bien. Pido disculpas por el tono patriótico, pero no me declaro culpable, una vez más, para decirlo al modo de nuestros abuelos del siglo pasado, aquel siglo que, al parecer, nunca termina de esfumarse.

36.- ¿Tres canciones favoritas?
l. La canción del viento en las hojas de los álamos durante un atardecer de verano en Aconcagua, no muy lejos de la ciudad de Los Andes, en la zona central de Chile. 2. La canción de las aguas del río Grijalva en Tabasco, durante un paseo en barco en aquella noche de febrero de 2007, con motivo del “Encuentro de Poetas Carlos Pellicer”, que reunió a escritores de Latinoamérica. Y por último“No me platiques”, aquel bolero de Vicente Garrido en la voz inolvidable de Lucho Gatica. Y una coda más o menos explicativa. Al fin sospecho que ninguna pregunta se me hizo humo, aunque yo escuché dos o tres preguntas esfumándose fuera de los límites de Radio Universidad. Es posible que no estemos muy bien de la cabeza, esta pobre cabeza mía y no siempre mía, esta cabeza de pensador solitario que me acompaña desde hace varias décadas. ¿O tal vez no estoy muy bien del oído? Sea como fuere, merci beaucoup, mis damas y caballeros. Gómez de la Serna se acerca para decirme al oído que les manda un saludo muy cariñoso. Sefiní.




 


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HERNÁN LAVÍN CERDA en Radio Universidad.
(Entrevista transmitida en México durante la segunda semana de octubre, 2008).