Si tan sólo pudieras imaginar cuánto han de tintinear tus
besos por toda mi piel,
cómo aún siento el tibio terciopelo de tu lengua
transportándome por todos los colores del arcoiris...
Qué placer más sublime el que sentí en tus brazos,
cuánta lujuria aferrada a mis caderas...
Una y otra vez me hago poesía y sumisión en el sudor de
tu espalda,
cada gota de tu pasión ha de incrustarse en mis pupilas de
verdes luciérnagas
y soy tuya, tuya para besar hasta el último segundo de tu
sonrisa y dejar que crezca el desmedido deseo que danza
desnudo sobre los espejos...
Y tú y mi imagen
Y yo y tu imagen
Y la pasión ahora como serpentina colgada en los cuadros
de la pared...
No quieras saber de mis palabras el orgasmo, solo
acurrucame en tus brazos,
y yo, entre gemidos inaudibles, besaré tus labios, y mis
parpados extasiados se cerrarán sobre tu pecho.
Fidelidad absoluta
Seré entonces, fiel a cada uno de mis amantes
me entregaré con exclusividad suprema
y seré tan unicamente de cada uno,
que no habrá cielo que contenga el éxtasis desgarrador de
sus cuerpos.
Ardientes sobre las sábanas
Las sábanas aguardaban a los cuerpos ardientes
deseosos de labios y lenguas
de manos, de suaves palabras al oído...
Las sábanas, sin inocencia, podían sentir ese placer
se impregnaban de la lujuria explosiva de los amantes
apenas iluminados por la media luz de la ventana,
absorbiendo los gemidos por tanto tiempo contenidos...
El orgasmo final iluminó de verde la habitación
y las tibias sábanas jadearon bajo el abrazo plácido de los amantes.
Desde lejos
Contemplo a aquella sombra enmudeciendo bajo los besos
ardientes del amante invisible,
que recorre con besos intactos el paraíso radiante de su piel.
La sombra, como en transe de sublime placer,
curva la espalda y se entrega con dicha plena.
Los veo envueltos en torbellinos incandescentes...
Cada gota de su deseo se esparcirse por los prados
pintados de luna llena.
Mis ojos, ahora también mudos, se cierran
y mi cuerpo absorbe su orgasmo
como flor que se hidrata.
Inevitable
Cierro los ojos, cuando tu recuerdo huracanado
azota el centro húmedo de mi cuerpo
Y sin titubear, abrazo los escalo
frío que cabalgan tu memoria...
Sin flores ni corazones te incluyes en mis sueños
haciéndome sentir tus labios inevitables.
No puedo negarme a mis peticiones
Quiero saborear tu orgasmo con los ojos abiertos
y saciar mi sed, con cada gota de tu deseo
Apareces
Sostengo en la punta de los dedos la lujuria
el cuerpo todo se me enciende, soy toda piel...
Tu imagen espesa viene a llenar mis pupilas expertas
ya no necesito recuerdos.
Mis poros se abren y cierran al son del multiorgasmo
que se derrama sobre tu cama que no busco
pero que aparece bajo mi espalda
colmándome del aroma tuyo...
Las calles se me adhieren a los pies
y vuelvo a verme frente a tu puerta abierta
y vuelven a sucumbir mis vestidos en tus manos expertas
y me haces tuya...
Soy tuya en el segundo invisible en que me elevas entre gemidos
y palabras, tan únicamente de tu boca...
Los labios se me cierran en tu deseo
Y la lujuria, ahora caminando por mi espalda
recorre cada una de mis vértebras
y sin querer evitarlo
envuelvo tu dulce excitación
y vierto sobre tu piel
el más grande de mis estallidos.
Ataque despiadado
Quiero colgarme de cabeza
como un vampiro
y aguardar ahí, con toda la sangre en mis pensamientos
a que pases tú...
Cuando estés justo debajo de mí
quiero soltar mis pies
y atacarte despiadadamente.
Quiero comenzar por tus labios
beber gota a gota, cada uno de tus besos
seguir por tu cuello,
sentir como la ebullición de tu sangre te obliga a pedirme
más...
Y cuando estés suplicando
clavar en cada rincón de tu piel
mis afilados colmillos...
Quiero devorar tu bálano enhiesto
hasta que toda conciencia te abandone
y sólo existan torbellinos de unicornios dorados
dando vueltas por tu cabeza.
Imaginación
He imaginado 5631 formas de pervertirte.
Imaginación II
El corazón se me sale por la boca
alocados pensamientos se apoderan de mi cabeza...
Imagino manos
imagino labios
imagino espaldas, pechos, pies, muslos...
Imagino cada parte de tu cuerpo bebiendo mi lujuria
imagino mis manos disfrutando de tu placer
y nuestros cuerpo improvisando sobre las sábanas.
Esperaré el momento en que vuelva a enmudecer bajo tu
sombra
iluminados por el suave albor que se cuela por la ventana.
Dos horas de ti
He tenido la dicha de ver tu sonrisa bajo mi cuerpo
encendido,
he sentido tus manos, como danzas angelicales sobre mi
piel
Y tu lengua...
¡Ah... Tu lengua!
Tu lengua como diestra serpiente acarició mi vulva
dispuesta
llevándome a cielos multicolores
regalándome todas las estrellas a la luz del día.
He acariciado cada rincón de ti
mi lengua en éxtasis, saboreó el elixir mágico de tu deseo
y embriagándome con tus besos
me quedo en la imagen afrodisíaca del espejo...
Nuestras miradas se encuentran en la cúspide del placer
justo cuando Cupido apunta su flecha de oro al centro de
mi orgasmo...
Y me aferro a tu espalda
y me fundo nuevamente en la dulzura de tus besos
y me derrito con tu sonrisa
y vuelves a navegar en mi entrepierna
y me posees con delirio
y te regalo todas mis poesías...
Y todo esto
en dos horas de ti.
Sólo tú
Sólo tú sabrás que cada una de mis letras te pertenece
porque has escrito sobre mi piel, los más bellos poemas
porque has despertado todos mis sentidos con tus besos,
que me recorren hasta llevarme al delirio de ser totalmente
tuya...
Porque bañas mi cuerpo con tus caricias.
Sólo tú podrás verte en cada verso mío
que nace con tu sonrisa y se hace eterno cuando me veo
enredada entre tus piernas
y el deseo de devorarnos hasta perder la cordura.
¿Dónde estabas escondido?
Que mi inspiración no sabía de ti.
¿Dónde estabas, en qué lugar te habías escondido?
Que mis ojos no podían verte
que mis manos no podían tocarte...
Brotan mil sonrisas en mis labios, al pensar que juntos
colmaremos el cielo de poesía
y las palabras encenderán todas las estrellas
y alcanzaremos la eternidad, entre versos y besos.
Regalo
Deslizaré mi cuerpo sobre tu piel
cubriré con besos cada centímetro de ti
envolveré con mi lengua tu orgasmo
y me entregaré a ti...
Como un regalo.
Tentación
"Tan solo entra, cierra mi puerta y acompañame desnuda... Y
no olvides abrazarme antes de dormir."
¿Cómo podría haberme negado ante tan petición?
Una vez más, nuestros cuerpos se fundían y nos devorábamos
con besos ansiosos y profundos
nos abrazamos hasta desaparecer el uno en el otro
mientras nos dejábamos elevar por una mágica energía...
Supe que nada deseaba más en el mundo
que deshacerme en tus brazos.
Al fin nuestros labios ardientes volvían a hallarse
y todo fue entrega.
Volvimos a recorrernos
a encontrarnos
fuimos nuevamente el uno en el otro
como tan bien nos queda.
Te he soñado
He soñado con tus manos
me desnudaban lento
lentito...
Y me mirabas a los ojos y sonreías.
Soné que tu piel tibia se deslizaba por mi cuerpo
y tus labios de dulce caramelo me besaban sin apuro.
Cubiertos sólo por la media luz de la ventana, nuestros
cuerpos se tocaban
tus manos me recorrían como sólo tú sabes hacerlo
elevándome hasta más allá del cielo.
Soné que tu cuerpo dispuesto se entregaba a mis labios
podía oír tu placer
y el sabor embriagante de tu deseo me repletaba de lujuria
y fui tuya
con total y absoluta entrega...
Nuestros cuerpos se unían y danzaban al son de suaves
gemidos.
He soñado contigo
volviste a entrar en mis sueños
y abrazada a tu recuerdo, he desordenado mis sábanas.
Tengo tiempo
Puedo espera por ti mil años
nada me apura, pues tengo todo el tiempo del mundo para
amarte.
Te espero con el cuerpo húmedo y dispuesto
guardo para ti cada uno de mis besos...
Y mi piel será tan tuya
y tu piel tan mía.
Puedo esperar mil años para volver a sentir tus caricias
pues bien vale la pena dicha espera.
Tan sólo quiero sentir la danza de tu lengua sobre mi piel
quiero entregarme a ti y ser todas tus fantasías
quiero derretirme en tus brazos
y ser tuya en el placer más sublime que tu cuerpo me
regala en cada encuentro.
Puedo esperar por ti mil años
cada segundo en que te paseas en mis pensamientos, me
llenas de inspiración y lujuria
haciendo crecer el desmedido deseo de estar entre tus
piernas...
Puedo esperar mil años
pero no quiero seguir esperando.
Si te encuentro
Morderé suavemente tus besos
mis caricias descubrirán sobre tu piel, el placer de
recorrerte sin cansancio
y beberé gota a gota el estallido azul de tu cuerpo.
Sabré de placer, solo bajo el hechizo ineludible de tus ojos
me estremeceré tras el orgasmo, solo bajo tu sombra tibia
y me entregaré a los antojos de tu imaginación
tan solo por la dicha de ser nuevamente tuya...
Y todo el placer se derramará entre nosotros
y despertaremos una y otra vez
para recaer en el delirio de amarnos sin límites, cuando el
alba cubra nuestros
cuerpos
desnudos y exhaustos.
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Susurros al oído.
Poemas de Gabriel Ignacio C.