"Geografía de lo inútil". Novela de Matías Correa.
Chancacazo Publicaciones.
Año 2010. 216 pgs.
En la geografía de la desdicha
Por Ismael Rivera
Geografía de lo inútil comienza con el epígrafe de Wittgenstein que hará de banda sonora de la novela: “El mundo de los dichosos es uno distinto al de los desgraciados.” Con esto, Matías Correa nos advierte de que irá su primera novela.
Puerto Rosales, pueblo del sur de Chile que nos recuerda un Puerto Varas preturista, habitado por inmigrantes, hará de centro desde el que se construye la geografía que guía el hilo narrativo. Los personajes van siendo presentados conforme sus historias se van entretejiendo, y es así como conocemos al profesor retirado Albert Pöllier, a Roberto Araos, abogado que administra el edificio en el que ha vivido siempre, Daniel Alzheimer, médico excéntrico y oscuro, y Jonas Lohmiller, que de niño hace una reescritura (acaso sin saberlo) de la citada frase de Wittgenstein, antes de abandonar Puerto Rosales. La novela está dividida en dos partes, ambas con un poema que introduce al lector lo que encontrará en las páginas siguientes, lo que hace recordar novelas del siglo de oro español:
Entre otras cosas:
sobre cierto hombre que espera en la acera
y un breve accidente que se convierte en tragedia;
de lo que dice una placa empotrada
en el frontis de un viejo edificio,
de un niño albino, de un incendio mestizo
y de un extranjero en una ciudad de inmigrantes;
sobre un hombre que es una farsa,
un nombre que es tres personas a la vez
y alguien con mala memoria para los regalos;
sobre unas cuantas habitaciones,
especialmente aquella que esconde
una bóveda
secreta.
Correa nos adentra en su novela con pinceladas de costumbrismo, mucho diálogo intertextual y una prosa suelta y segura. Si bien las primeras páginas se hacen algo lentas, con el correr de la historia Correa logra dar con un ritmo que va in crescendo, desembocando en el clímax de la trama. Logra así el autor grandes momentos, como la confesión del doctor Alzheimer, acaso la voz mejor lograda dentro de su novela. O el asesinato de un perro a manos de un niño que descubre cómo un ser puede aferrarse a la vida, aún cuando no tiene sentido el vivir así. La excusa que encuentra Pöllier para comprobar si “Las fronteras de un mundo feliz no coinciden con las medidas de un mapa trazado para desgraciados.” Momento que hace de bisagra de la novela y que se transforma en el misterio a resolver. Reflexiones echas como al paso, que muestran rastros de ironía lúcida y recuerdan a Russell, Cioran y algunos cuentos de Sallinger. A ratos poético, a ratos descriptivo, Correa, después de tambalear, logra darle equilibrio a su obra. Nos hace visitar el lugar donde habitan aquellos que el tormento de la desdicha acecha, nuestros miedos y frustraciones.
Geografía de lo inútil es definitivamente un debut prometedor. Una cuidada edición a cargo de Chancacazo Publicaciones, que nuevamente apuesta por autores noveles con proyección.
