Toda escritura de un libro supone una búsqueda. La búsqueda, a su vez, tiene como requisito un desplazamiento posible físico, emocional, geográfico, intelectual o espiritual. En esta nueva entrega de Javier Aguirre, este movimiento compromete cada una de estas dimensiones —ya presentes en sus trabajos anteriores— y que signan estilísticamente su escritura.
Asombro, humanidad, literatura, naturaleza y familia operan como las moléculas —a momentos barrocas— que dan continuidad discursiva a este poema polifónico, pero que también actúan como coordenadas hacia el cuestionamiento profundo de aspectos culturales, políticos y lingüísticos de los territorios en los cuales al hablante le ha correspondido alojarse.
El hablante de Aguirre es un viajero que se deja herir en cada puerto idiomático en el que recala. Es el pirata honrado de Goytisolo y Paco Ibáñez, que guarda para sí estos fragmentos y memorias, con la esperanza —consciente y empecinadamente ingenua— de construir una patria dialogante, fraterna, movida en la tectónica del poema.
A veces pienso en volver,
pero no recuerdo adónde,
tal vez al sol que se esconde
que quisiera amanecer,
tal vez volver a nacer
de las cenizas ambiguas
que aunque parezcan exiguas
llevan al mundo en su grupa,
ser —y no ser— una pupa
que abra sus alas antiguas.
Omar Lara navega en un mar de palabras
–y navega y naufraga–
es un piloto ausente en su barco de bruma
aparece desaparece
hecho de prefiguraciones, de pronto
es un río finísimo errante algún pájaro anida
en la isla recién emergida en la corriente
no está y está
transitando por la vereda aquella
en Elsinore
Portocaliu
Imperial
Temuco
se dibuja se desdibuja
como un barco fantasma
que deshace una luz de arena
y las hebras de niebla ya son canas
en la cabeza ambigua de Laurence Olivier
recitando to be or not to be.
Seguir siguiendo
Yo no he venido aquí para callarme.
Yo no he venido aquí para estar quieto.
Ni me someteré ni me someto
a quien quiera en silencio atenazarme.
Una vez y otra vez quiero el rearme
de la palabra donde estaba el veto,
y una vez y otra vez ya me entrometo
en la trifulca hasta comunicarme.
No consiento los muros. Los derribo
a cabezazos si hace falta. Vamos
abriendo puertas donde piedra había.
Sigo bregando porque sigo vivo,
por eso es que insistimos y avanzamos
y seguimos siguiendo todavía.
"La extraña sensación de estar en casa" se presentará en el marco del Festival Guido Eytel, en la Casa de Cultura de Padre Las Casas, el próximo jueves 3 de abril a las 12h30.
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com "La extraña sensación de estar en casa" de Javier Aguirre Ortiz
Nueve Noventa Ediciones
Por Wenuan Escalona