Jalal El-Hakmaoui (Casablanca, Marruecos, 1965). Vive y trabaja en Rabat donde enseña traducción literaria. Ha publicado varios libros de poesía en árabe, entre los que destacan: Certificado de celibato (1997), Berlín (2004), Ir un poco al cine (2007), Lo que no ha dicho a Al Pacino (2013). Además un ensayo sobre la cultura marroquí moderna y una decena de traducciones. Es fundador de la revista francófona marroquí Electrón libre. Desde 2002 es director del Festival de la Poesía Mediterránea de Rabat, organizado por la Unión de los Escritores de Marruecos. Es traductor al árabe de Lorand Gaspard, William Cliff, Francoise Lalande, Mostafa Sitou, entre otros. Es reportero para periódicos y revistas marroquíes y árabes.
DILUVIO
El alba
Marcho en la tierra de los muertos.
Mis manos solitarias ahogan el silbido de los trenes lejanos
Niños corren hacia mí
Yo corro hacia el poema.
En la habitación de los muertos
Leo «El barco ebrio»:
En mi cuerpo brilla en mil fuegos el oro de los
Cazadores en trance.
¿Me he extraviado en el poema?
En mi poema oigo
La risa de los muertos y el aullido de los orfelinos
Mi desierto rojo pone en el mundo al poeta ciego.
El poeta ciego sueña sobre el lecho de la eternidad.
¿Y yo?
¿Y yo?
Muerto
Ahueco el mármol del poema podrido podrido
Hasta que la maldad del mundo cubra
La boca ensangrentada de los chacales.
Mi poema ignora las limusinas de los ministros
La sal de los textos de vanguardia.
Sí
Es mi poema
El que me acompaña al alba en la tierra de los Muertos-Vivos.
Es en mi poema
donde se entrematan los poetas vivos
y los ladrones muertos.
Sí
Mi desierto rojo pone en el mundo al poeta ciego
El poeta VE el fulgor de la eternidad en el ojo del águila jaguar
¿Y yo?
Ebrio me tiendo en la garganta del poema y espero el DILUVIO.
LA CARNE DEL HERMANO
El poema en prosa
devora
mi carne
vivo
&
muerto
y
la
escupe
hueso
en el gañote
del águila de la eternidad
LOS POETAS DEL POEMA EN PROSA & LA OTRA MUÑECA
La otra muñeca
el café azul de los Oudayyas
Los gramáticos lavan el cadáver de la prestigiosa lengua árabe
Y cubren de una mortaja blanca los Oulemas del próximo milenario
Cuándo la heroína se despertará de su sueño ancestral
en la cama de esta tierra extranjera
cuyo bosque ilumina
¿El ojo del vidente marroquí?
Los poetas del poema en prosa
Juegan a las cartas con la muñeca
En el paseo de Hassan
Los poetas del poema en prosa
Se golpean con cuchillos y cadenas de motos
Por la famosa heroína
Heridos caen unos tras otros
Ounsi Hajj
Sargoun Boulos
El Maghout
El que sirve en el bar de Tánger
igualmente
Cuando los gramáticos pagan
Lo que deben
A quien ha ayudado el temblor de tierra
A quien ha escondido este poema de los torturadores con bota de Sindbad
A quien ha soñado con un niño a la cabeza de un centenario
A quien ha visto una armada de enanos tapando el ojo del sol
la otra muñeca
el Café Azul de los Oudayyas
los poetas del poema en prosa
lavan a la poetisa El Khansae
& cubren de un lienzo blanco a su marido
A su hermano
a su séptimo marido
por último
Decidme cuándo la heroína se despertará de su sueño ancestral?
POR QUÉ EL POETA LLEVA A SU MUJER AL MAC DONALD
Tú cruzas las piernas
Mientras las olas se postran a tus pies
como un rebaño rabioso de camellos
Tú comes por primera vez en tu vida una hamburguesa americana
Al mismo tiempo que acaricias el cuello carnoso de tu esposa
Disertando sobre la lavadora “Nifari”
La camisa agujereada de “Othomane”
Y la mosca rubia americana que tú acabas, sin darte cuenta, de tragarte.
Pero tu esposa te habla de tu coche tan feo como un perro rabioso
que debes cambiar por un asno respetable
si no quieres que tu mujer te cambie a ti y a tus teorías críticas
por no importa qué mueble que serviría para decorar el dormitorio.
Tu esposa se parte de risa llorando con todas sus fuerzas
Abriendo a la lengua del viento las plumas de sus piernas
Tú querrías atraparla entre los dientes y romperla como una nuez podrida
Encerrarla en la caja de cerillas vacía depositada en la mesa
Pero tú eres un hombre de principios, convencido de estar casado después de una love store
Con una trucha que tiene rasgos de “Manfabuti” y las patas de “Nazic” y a causa de todo esto
Tú te suicidas cotidianamente tragando 100 poemas clásicos
Tú no bromeas con los cerdos pero los cerdos tampoco tienen tiempo que perder para bromear contigo.
Así desde que tú posas tus labios sobre los de la ballena sentada delante tuya
Tú te das cuenta que la tierra se puede ahogar en medio vaso de agua helada
Y que tú eres un poeta en el colmo de tu felicidad
La muchacha delgada cuya cabeza es tan pequeña como una bola de tenis
Está leyendo la revista “ Mujer hoy” mirando
A las parejas en la celda Mac Donald
Que se ensanchan de felicidad poniendo sus manos
Sobre los últimos de sus niños rubios que gritan: papá, papá, mira
Ese hombre se orina sobre nuestro coche.
Mac Donald retrocede rascándose el rabo
Y el poema, el poema es una red de pesca con mallas gigantes
Para atrapar el mayor número posible de osos
Yo no me fiaría de la esposa del poeta que tiene rasgos de “Manfabuti”
Ni de la joven delgada leyendo “Mujer hoy”
Y que miraba su reloj dejando al lado su vaso todavía
Lleno de Coca-Cola.
PALABRAS
A veces los pequeños me ayudan
A hendir la tierra en dos
Como una manzana podrida
Engañada por la promesa del cuchillo.
BESO
El beso de los días ordinarios
Despierta las agujas en mi piel.
LA NARIZ DE AL PACINO
He venido a esta tierra oscura
Con la nariz de Al Pacino
(el verdadero Al Pacino mira hacia arriba)
para ver danzar a estos niños sobre los ritmos de los jinetes del Apocalipsis
& desgarran sus vestidos para hacer salir salir
recién nacidos fuertes y rudos
& golpean con su manga sobre el vientre del mensaje oriental
ellos toman por asalto los carteles de las salas de cine…
los desgarran en trocitos
& cuelgan en su lugar la foto de un hombre que se llama el suplicio de la tumba
(dando un corte de mangas a Bush Jr.)
He venido a esta tierra oscura
Con la nariz de Al Pacino
Para conducir como un piloto de fórmula 1
El coche de Nicole Kidman
Para aplastar a los enanos que suplican el grano negro
Para mirar la televisión de los pobres
Para sacrificar un cordero virtual
En honor del hombre nuevo
(el Hombre nuevo mira hacia abajo)