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Primicia mundial
El Inca no murió un 23 de abril
Por José Antonio Mazzotti
Publicado en diario Exitosa (Lima, 08 octubre 2016): 16-17.
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Durante muchos años se ha difundido el rumor de que el Inca Garcilaso de la Vega, el insigne cronista peruano, murió el mismo día que Miguel de Cervantes y William Shakespeare, es decir, el 23 de abril de 1616. Tamaña coincidencia no ha hecho más que asombrar a los millones de admiradores de estos tres genios de la literatura a lo largo de los siglos. ¡Vaya día!
CATEDRAL DE CÓRDOBA
Pues bien, gracias a un nuevo documento hallado en el Archivo de la Parroquia del Sagrario, que pertenece a la Catedral de Córdoba, España, se ha comprobado que el Inca Garcilaso seguía vivo por lo menos hasta el 24 de abril. Esto desbarata la pretendida coincidencia de la muerte de los tres grandes escritores. Aun más: ya es casi una certeza que Cervantes tampoco murió el 23 de abril, sino un día antes, el 22. De Shakespeare sólo se sabe que su funeral fue el 25 de abril. A esto se añade que en la época Inglaterra se regía aún por el calendario juliano, mientras que España ya había adoptado el calendario gregoriano (nuestro calendario actual) desde 1585. La diferencia entre ambos calendarios era de diez días. Así, aun si Shakespeare falleció un 23 de abril, para los españoles esa fecha era el 3 de mayo.
Al margen de la exactitud de estos datos cronológicos, es importante reconocer que el Inca Garcilaso vivió sus últimos veinticinco años en Córdoba, conocida por haber sido durante siglos la capital del Califato de los Omeya, dinastía musulmana que hizo de la bella ciudad andaluza un gran centro de cultura y convivencia religiosa durante la Edad Media. Fue tomada por el rey de Fernando III de Castilla el año de 1236. En esa ciudad, Garcilaso culminó La Florida del Inca y las dos partes de los Comentarios reales, obra monumental por la que ha pasado a la historia de la literatura en lengua española y a la memoria de los peruanos.
El documento descubierto hace poco lleva el número 131 en el Libro 1º de defunciones, folio 60. El conservador del Archivo de la Parroquia del Sagrario es el Sr. Juan Luque, historiador del arte que muy amablemente me permitió el ingreso a la sala del archivo para examinar el documento, con la aprobación del Padre Manuel Pérez Moya, Deán de la Catedral y párroco de la Capilla del Sagrario. En este esfuerzo de difusión de la noticia hay que agradecer también la labor de la Cátedra Intercultural de la Universidad de Córdoba, especialmente del Dr. Luis Rodríguez, su director, y de Fátima Entrenas, quien viene realizando además una película de ficción sobre el Inca Garcilaso a estrenarse el año próximo.
FECHA DE LA EXTREMAUNCIÓN
La transcripción del documento se titula “Partida de defunción de Garcilaso de la Vega”, y está fechado el 24 de abril de 1616 en Córdoba. Dice así, a la letra: “Garcilaso de la Vega. Murió Garcylasso de la Vega, auiendo reçeuido los Sacramentos neçessarios, a ueinte y quatro dias del mes de Abril deste año de 1616. Testo ante Gonçalo Fernandez de Cordoba, scribano publico. Dexo por sus albaçeas a don Manuel de Messa, canonigo y al licenciado Andres de Bonilla, racionero de la Santa Yglesia de Cordoba. Dieron para que se dixessen por su anima zien misas”.
Con esto se demuestra que el Inca Garcilaso seguía vivo el 24 de abril, pues ese día recibió la extremaunción. Sin embargo, no se sabe con certeza si falleció ese mismo día o poco después. Según el Padre Pérez Moya, lo usual era administrar los santos óleos cuando una persona se encontraba realmente moribunda, es decir, cuando se pensaba que iba a morir el mismo día. De modo que podemos prácticamente asegurar que la muerte del Inca ocurrió el 24 de abril, quedando descartado así, para siempre, el 23 de abril.