“Pecho Frio” publicada en Chile en octubre del 2018 por la editorial Alfaguara. Un empleado bancario (de nombre Pecho Frío) durante un concurso televisivo besa en los labios al animador del programa para ganar un viaje de fin de semana a un balneario peruano (Punta de Sal), sin pensar que dicha decisión cambiaría su vida para siempre, ya que este encontrón televisivo le significa poner en entredicho su masculinidad, y con ello, su posición social, en el trabajo, con sus amigos y con su esposa (Culo Fino). En el trabajo su patrón (Puto Amo) ya no lo quiere por ser una vergüenza para el banco al atentar contra la moral y las buenas costumbres, sus amigos o su único amigo (Boca Chueca) rehúye de él, y su esposa se avergüenza de la exposición mediática que le ha significado burlas de sus parientes y compañeras. Pecho Frio solo y acomplejado es apoyado por el movimiento homosexual peruano quienes ven en él a un hombre que ha sido atropellado por la sociedad y que por medio de sus artilugios legales pretenden ayudarlo a ser indemnizado por su despido injustificado y por los traumas a los cuales ha podido ser sometido. La historia también nos narra una aventura amorosa entre Pecho Frio y la masajista Paja Rica, a partir de este punto nuestro personaje comenzará un viaje sin retorno, en el que su popularidad irá en ascenso, así como también su ambición. Pecho Frío, dada su popularidad y el apoyo que recibe de la comunidad gay decide mantener su identidad sexual en entredicho para sacar beneficios económicos de esta, lo cual lo llevará a encaminarse hacia la política y posteriormente a un barranco que no parece tener fin.
Nuestro continente ha sido la cuna de una gran cantidad de escritores, pero muy pocos logran conectar con el lenguaje como lo hace Jaime Bayly, la forma en la que sus personajes se desenvuelven en un abanico de tensiones y fechorías propias de nuestra cultura hace de la lectura de sus novelas una experiencia latinoamericana real y excitante. La novela de Bayly contiene algo que pareciese ser obvio en la narrativa pero que no siempre se suele lograr, “Pecho Frio” es una novela divertida, una novela que se lee de forma rápida, en ella el humor es el protagonista, un humor que muchas veces cae en lo patético, un humor que a ratos hace que el lector mesarse su cabellera esperando que en algún momento la suerte del protagonista termine como las historias de Hollywood, es decir que termine bien. Pero esta no es una historia del norte, sino una historia del sur, por lo tanto nuestro personaje parece estar destinado al fracaso total. Al avanzar en la lectura podríamos pensar que el autor es una especie de sádico quien por medio de las desventuras de su personaje articula un relato ejemplar, nada más alejado de la verdad. Podemos ver en Bayly la profunda ternura y cariño que siente por sus personajes, Pecho Frío puede parecer un truhan, un aprovechado, un embustero, pero no es más que el reflejo de las aspiraciones de la clase media latinoamericana. Pecho Frío solo quiere ser parte del grupo de los triunfadores, pasar de ser uno más en la lista de espera, a ser quien no necesita estar en la lista de espera, Pecho Frío quiere ser reconocido, atendido, abandonar las penurias económicas o las medianías de un empleado bancario para comenzar a disfrutar de todo aquello que le ha sido negado y en el caso de nuestro protagonista es el embuste la herramienta que lo ayudará a avanzar en la escala social. Pecho Frio es y no es, está y no está, y adoptará una postura en la medida que esta sirva a su causa, la cual es él mismo, el personaje ama a su amante y a su esposa, aprecia a sus amigos del movimiento homosexual, odia profundamente a su ex jefe, se permite emociones, se permite ir en contra del sistema, ingenuamente Pecho Frío cree que tiene las armas para triunfar, incluso para ganarle al banquero millonario, es esa ingenuidad la que reivindica al personaje, una ingenuidad antisistémica que en otros códigos narrativos podría llevarlo al éxito, pero que en nuestros territorios es sinónimo de escarmiento. En la medida que avanza en la ruptura de sus códigos morales también podemos entender de mejor forma qué es lo que lo empuja a ello, Pecho Frío jamás podría volver a ser un empleado de banco, jamás podría volver a ser un esposo devoto, jamás podría volver a ser un amigo sumiso, así como jamás podría volver a ser personaje anónimo, las acciones del personaje avanzan simplemente porque puede hacerlo y Pecho Frio disfruta cada momento de este salto al abismo, hasta que finalmente el abismo lo termina por engullir, lo termina por atrapar. Un punto aparte es la utilización de nombres con los cuales podemos identificar fácilmente a nuestros personajes con sus símiles en la vida real, como el Papa Che Boludo, o la candidata presidencial Ají No Moto (saquen sus propias conclusiones). En esta novela Bayly despliega su conocimiento del mundillo político latinoamericano y del mundillo televisivo latinoamericano, para demostrarnos que ambos son unas cloacas.
En cuanto a influencias, Bayly responde a la tradición narrativa de Mario Vargas Llosa. En cuanto al manejo magistral del lenguaje, los modismos peruanos no hacen más que dar fuerza a la identidad de sus personajes. Sobre la estructura es una novela clásica, sin grandes pretensiones, pero por sobre todo es auténtica, los años como escritor de Bayly se hacen valer en esta novela quien no tiene miedo a dejar en su lugar a cuanto personaje político o mediático se presenta, así como no tiene miedo en resaltar lo burdo y patéticos que son los personajes que presentan en este circo. Al final del día Pecho Frio no es más que un allegado en este mundo, es un turista y se lo hacen pagar caro.
La novela “Pecho frio” es una comedia absurda, sobre el poder, sobre el ejercicio circense del poder en nuestro circense continente, plagado de sátrapas dispuestos a darlo todo por un poco de control.
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dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Reseña “Pecho Frio” de Jaime Bayly
Editorial Alfaguara, 2018
Por Julio Ojeda Paredes