El horror de la academia norteamericana
Por Javier Campos
Cada cual puede contar como quiera su vida en otro país, especialmente en EEUU como académico latinoamericano. Lo que es un hecho es que hay cientos y cientos de académicos latinoamericanos que han seguido en cierta manera los pasos del escritor Hernán Castellano Girón. Pero la experiencia de Castellano Girón es extremadamente personal y aseguro que el 99% de los que hemos llegado a tener puestos permanentes en EEUU, luego de una difícil carrera, que ocurre no sólo a los que somos latinoamericanos en USA, sino a los propios nativos en distintas especialidades académicas, hemos logrado una posición de prestigio. Es duro el proceso, nadie lo niega, pero mucho mejor que en otros países pues se elige al más capaz. He sido ahora muchas veces entrevistador para mi universidad y la historia de Castellano Girón me parece cargada de resentimiento personal lo cual según cuenta su historia lo veo comprensible. O sea, resentimiento y mala leche con los otros que le “quitaron” el puesto como Alurista contando asuntos controversiales sobre él cayendo en el pelambre y el ataque personal. Si lo que cuenta Castellano Girón fuera la norma general pues el sistema académico norteamericano sería lo mismo que ocurría en los sistemas comunistas y dictatoriales. O como ocurre en el caso de la academia de Cuba donde sólo se es profesor titular, el privilegio de viajar fuera del país, y a usar Internet sin restricciones, si únicamente se es fiel a las órdenes del partido comunista y se siguen los pasos que dicta el Comité Central y el aparato ideológico. La historia de Castellano Girón, que no dudo le haya ido mal en la academia norteamericana, es su experiencia estrictamente personal y resulta absurdo generalizarla a TODO el sistema académico norteamericano. Repito, son miles los académicos latinoamericanos en universidades norteamericanas que han hecho una carrera excelente y ese mundo kafkiano que cuenta Castellano Girón es sólo la imaginación exagerada de quien personalmente le fue mal en otro país. Escribo esto pues como Castellano Girón lo pública en un medio público, y como yo también soy académico en EEUU y pasé por las mismas vías (siendo Teaching Assistant, estudiante graduado en un Universidad, con poco dinero, etc) pero jamás vi aquello como un sistema kafkiano sino por el contario, bastante exigente. Gracias a la oportunidad que han dado las universidades de EEUU, miles de académicos latinoamericanos han podido lograr realmente el sueño que en sus propios países de origen jamás habrían logrado. Yo llegué a EEUU con 40 dólares en el bolsillo y una maleta de plástico y el pasaje me lo pagaron colegas en la universidad norteamericana donde llegué a estudiar mi doctorado. Luego fui pagando ese pasaje de avión en pequeñas cuotas. La imagen de Castellano Girón de EE.UU es la de un mundo opresivo (como de García Lorca en Poeta en Nueva York) y donde no hay ninguna frase de agradecimiento a ese país. Claro, si él no quiere hacerlo es su perspectiva pero muy cargada de una perspectiva llena de resentimiento y subjetividad amarga. Me recuerda también a la malograda novela de José Donoso quien escribió sobre la academia norteamericana con un gran resentimiento y cargado de estereotipos por alguien que sólo vivía en los campus universitarios cuando él era invitado a EE.UU. a dictar clases (leer por ejemplo su novela Donde van a morir los elefantes).
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Javier Campos. Escritor, poeta, traductor. Académico, profesor titular, de la Universidad Jesuita de Fairfield, Estados Unidos.