Sylvia Plath relee sus cartas, piensa
No sé si el incidente del oso fuera sólo una metáfora
para ahuyentar al destino porque ese destino
no es más que una palabra entre los matorrales
una sombra migratoria en la bandada de las preposiciones
Mayo se ha vuelto frío y gris . . . . . –no es esta mi tierra–
afuera la niebla dibuja las tejas y faroles
ladra al atardecer
Como malas noticias llegan las cartas de mis editores
manuscritos que regresan a su lugar de origen
Todo cabe en la página: un cementerio en la loma
el muelle que vacila bajo el peso
su rápido sendero por la piedra
Soy la misma de siempre . . . . .no hay cabos sin atar
Mañana concluiré esta página con un simple gruñido
un adiós disperso. . . . la condena para aquellos que amenazan
mi noche.
Sobre la alcurnia
Por mis venas corre sangre de héroes
Corría más bien . . . . ya se ha trocado
en medallas y pergaminos
en estatuas cagadas por palomas
Por mis venas corre sangre española
es decir . . . .corría
pues ya desembarcó en mi otra orilla
en el halo de mi ojo golpeado
Por mis venas corre sangre escocesa
que a veces pica en la mejilla
Corría más bien . . . Ya no
Nunca la misma sangre bajo el codo
Por mis venas corre sangre mapuche
tanto como sangre de Burundi
Corría más bien . . . porque ya nunca
iré a Yaundé. . . a Cameroon
Por mis venas corre sangre todos los días
y todas las noches corre sangre
igual que la tierra en invierno labrada:
una porción de prietas sobre un paisaje en blanco
Arribos
Siempre hay carteles esperando a la salida de los aeropuertos
personas con cartones en sus manos
miradas sonrientes que auscultan al viajero
y uno espera encontrar su propio nombre escrito en algún pecho
una palabra clave que abra el nuevo mundo
así una ventana en la pantalla del computador
Un cruce de miradas y ya está
y otras voces . . . que dudan en bandada
murmuran ciertas señas comprendidas por fin
Así he buscado tus ojos bajando de algún vuelo
para posarme en ti si acaso comprendieras
estas letras perdidas entre la muchedumbre