Proyecto Patrimonio - 2020 | index | Javier Campos |
Autores |







 



El comienzo de la primavera

Por Javier Campos (*)



.. .. .. .. ..

Paseaba su perra a eso de las tres de la tarde. Era el comienzo de la primavera. Terminaba el invierno sin haber caído un copo de nieve. Hace muchos años, desde que se fundara el pueblo en el siglo XVII, fue una región agrícola. Aún se conservaban esas casas de color rojo de Nueva Inglaterra con un gran establo detrás de la casa y en el frente cercas de madera que inventaron los pioneros ingleses. Allí ponían generalmente los caballos y los coches de tiro. Todavía los dueños de las casas preferían cercas que no usaban ningún clavo para unir los listones transversales. Eso creaba la ilusión que vivían como los primeros pioneros. También imaginaba que desde su fundación todo eso tuvo que ser solo tierra y no la moderna carretera por donde ahora caminaba con su perra llamada Masha.

El pueblo se llamaba Middlebury y estaba en el estado de Connecticut. A cincuenta millas de Manhattan. Desde el Rio Connecticut se podía ir en ferry a Nueva York en los años treinta. Eso lo había leído en un libro sobre la historia de Middlebury. Entonces escuchó el sonido que venía desde lejos. Aviones, se dijo. Masha también percibió el sonido y miró hacia el cielo. Se veían puntos oscuros. Distinguió dos. Luego dos más que venían desde atrás. Pero se despreocupó porque era común que por sobre el pueblo pasaran aviones. Ese era el trayecto de los vuelos que venían desde Boston. Y también lo vuelos que venían desde Europa, Rusia, el medio oriente y de toda Asia. En su cartera de su suéter delgado tenía su teléfono celular. Hace dos semanas desde que se supo lo que era se recomendaba estar atento a la información más reciente. Nadie lo había llamado mientras caminaba con Masha. Probablemente nadie lo llamaría.

Miraba a su perra que había comprado en un lugar de animales. Decían que era una mezcla de labrador y galgo ruso. Era de pelo negro brillante. Tenía la postura elegante y caminaba como si estuviera en un show de perros muy inteligentes. La miró con orgullo. Ningún vehículo había pasado por la carretera ni nadie los había visto caminar. Sabía por las noticias que miles estaban comprando desesperadamente víveres en los supermercados antes que se agotaran.

Él no era un hombre viejo que hubiera podido pensarse que estaba solo y necesitaba la compañía o de un gato o un perro. Prefirió tener un perro porque su doctor le recomendó caminar más ya que no iba a ningún gimnasio y pasaba su jubilación leyendo cada día. Su mujer había muerto repentinamente hace tres años. A ella no le gustaban los animales, prefería las plantas y las flores. Y en primavera comenzada a preparar su jardín de verduras. Ahora llevaba una vida apacible y se decía no necesita una mujer a su lado. El único hijo que tuvieron era piloto de un avión y nunca lo visitaba y a él poco le importaba. No podía entender porque quería a ese animal que después de darle su cena, abrirle la puerta para que fuera al baño en lo que antes era el jardín de su mujer, se sentaba al lado del sillón mientras él leía.

Los sonidos comenzaron a ser más cercanos. Como unas distantes sirenas de ambulancias que se acercaban por la carretera, pero esos sonidos venían desde el espacio. Masha empezó a sentirse nerviosa y tiraba de la correa y movía la cabeza. El había leído del poder auditivo de los perros. Oían a millares de millas lo que el oído humano no podía. Además podían percibir sonidos en frecuencias muy bajas. Por eso muchos perros ladraban sin parar toda la noche o dentro de las casas. Algo les molestaba de algunos sonidos que nunca un ser humano percibiría.

Sacó su celular y vio que estaba encendida la pantalla. Había parte de una palabra. El teléfono se había congelado en una cadena de televisión. Quizá fuera CNN. En letras rojas en mayúscula esas dos palabras habían quedado atrapadas, quebradas sin terminarse: CONTAMI. TOTAL. Los puntos iban agrandándose mientras se acercaban. Si, son aviones y van botando una neblina blanca. Masha ahora se agitaba tirando de la cuerda y él cayó al suelo. La perra corrió en sentido contrario al avance de los aviones, veloz. Tendido en el pasto vio por última vez a su perra.

Los aviones se acercaban cada vez más y podía ver que eran negros y sus formas parecían grandes ángeles con sus alas extendidas. En ese momento entendió lo que decía su teléfono. Era un mensaje último para todo el planeta. Los aviones lo cubrieron con esa neblina caliente que iba quemando árboles, casas, carreteras. Alcanzó a ver su casa envuelta en llamas. Y cerró los ojos

 

* * *

 

(*) Javier Campos (Santiago de Chile). Ha publicado dos novelas, dos libros de cuentos y cuatro libros de poesía. El poemario Las cartas olvidadas del astronauta (EEUU, 1991) obtuvo el primer premio Letras de Oro en 1990 para escritores hispanoamericanos residentes en Estados Unidos. El año 1998 fue finalista en premio Casa de las Américas, Cuba, con su cuarto libro de poesía El astronauta en llamas, publicado luego por LOM, Chile en 2000. Ha sido traducido al inglés, alemán, gallego, y ruso. En diciembre de 2002 gana el premio de poesía, categoría poema largo (“Los gatos”) en el Premio Internacional “Juan Rulfo” de Radio Francia Internacional. En 2003 publica su primer libro de cuentos La mujer que se parecía a Sharon Stone, Editorial RIL, Chile.   Fue columnista del periódico chileno en Internet El Mostrador desde 2002 hasta 2012 (cerca de 300 columnas publicadas). Antologado en Antología de poesía chilena (Santiago de Chile: Editorial Catalonia, 2012).   13 poemas fueron traducidos al ruso en revista literaria rusa en 2015 con introducción de Yevgeny Yevtushenko.  En diciembre de 2019 salió en Buenos Aires, su libro-ensayo, El tango en el Río de La Plata (conversaciones con Osvaldo Natucci).  Recientemente publicado , octubre de 2019, su libro inédito Los gatos no viven en el tejado en la Revista Altazor https://www.revistaaltazor.cl/javier-campos-2/   Actualmente es profesor titular de literatura latinoamericana y español en la Universidad jesuita de Fairfield, Connecticut, Estados Unidos.



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2020
A Página Principal
| A Archivo Javier Campos | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
El comienzo de la primavera.
Por Javier Campos