Sentí mi cuerpo dejar su corteza.
Los peces salían de las aguas.
La lluvia daba vueltas por las casas y de la tierra raíces y criaturas fantásticas.
El mar se convirtió en una espesa niebla y un manto gris cubrió la ciudad.
Mi forma la de un lobo, mi territorio la ciudad.
Nadie me reconoce.
Voy por mi casa y mis patas son torpes con el teclado.
Debo comunicar mi transformación.
Mis palabras son aullidos que se pierden.
No hay cámaras que muestren a un lobo
llamado Gregori, solo hay escarabajos.
Gregori hoy faltará a su trabajo
y en la mañana salió a cazar para el desayuno.
Su mujer lo acaricia y su hija lo mira.
Gregori tiene que avisar a Kafka.
Las calles son un caos y dragones incendian la ciudad.
Su mujer lo viste, lo peina.
Su hija lo mira.
Gregori sale y es un lobo.
No tiene otra misión que ver a Kafka.
Las personas fotografían su nueva apariencia
y envían mensajes por sus aparatos.
La ciudad arde y los dragones dan vueltas en círculos.
Kafka habla alemán y Gregori checo y alemán.
Kafka encuentra a Gregori, Kafka es un escarabajo.
El destino de ambos es cumplir.
Tienen que entregar encomiendas, llevarlas a sus destinos.
Kafka le cuelga dos alforjas a Gregori.
Trabaja o tu familia se muere de hambre le dice.
Y lo manda al tráfico, al fuego, a los dragones.
Los sentimientos del animal son agudos
y sabe que tiene que cuidar, alimentar a su mujer y a su hija.
El viene de la niebla y busca direcciones, números y entrega paquetes.
Lo acarician, le silban.
Kafka cada día es más obsesivo y vive solo en la oficina
rodeado de insectos, plantas y vegetales.
Su familia no lo quiere.
Cada ciudadano sufrió severos cambios
y sobreviven gracias a las maquinas que no han parado de funcionar.
Cuando vuelve la extraña normalidad las personas construyen refugios
contra los dragones y los pájaros los rodean y los hacen caer a la tierra.
Gregori y los perros salvajes los devoran.
Gregori vuelve a su hogar con la familia y no quiere a Kafka muerto solo y encerrado en esa oficina.
Kafka se pasa el día ordenando cajas y paquetes.
Todas las mañanas llega Gregori con las alforjas y la comida para su jefe.
Ordena los paquetes y sale a su entrega
sorteando, pájaros, perros, animales, dragones y maquinas.
La ciudad es un zoológico surrealista.
Hay riñas por el territorio y mutantes por las calles.
Kafka sale en las noches a dar vueltas por el barrio
y se encuentra cucarachas, grillos, polillas, chicharras, luciérnagas.
Gregori se comunican por monosílabos, gestos, palabras.
Ambos son amenazados por la guerra y la revolución.
Kafka tiene problemas con su padre convertido en tarántula
y su padre lo busca entre ejércitos y soldados.
Praga es deslumbrante y los dragones no llegan a Praga.
Praga es un castillo iluminado a salvo de los dragones
y lo protege un rio barroco.
Praga florece de comercio y mercaderes.
Gregori tiene mucho trabajo y el escarabajo no duerme.
La oficina es una ciénaga oscura.
Vámonos a Praga le dice Gregori a Kafka
lejos de dragones y mutantes.
No va a volver para ser rechazado,
para atormentar a su hermana que odia a los bichos.
Él debe consagrar el bestiario del nuevo mundo,
enviar esos paquetes a su destino y Gregori ayudarlo en su labor.
Gregori lleva carne de dragón asado en sus propias brasas a la familia.
Él es el sostén, el guardián, el esposo y el padre de ese hogar.
Kafka está solo en la oficina y se ha comido la madera
de las puertas, pisos y ventanas.
Kafka no quiere morir de tuberculosis,
sino de escarabajo perforador de madera.
Hay encomiendas que mandar.
Los dragones fueron eliminados y la niebla va en retirada.
En unos días vuelve la extraña normalidad a la ciudad.
Las personas serán los monstruos de siempre dice Gregori
y tu volverás a Praga con tu familia.
Kafka tiene cuarenta años y los escarabajos que comen madera mueren a los cuarenta años.
Kafka va desnudo por la nieve.
Praga es invadida por los rusos.
No hay que ir a Praga dice Gregori a Kafka.
Los soviéticos se tomaron el castillo y Praga no tendrá primavera.
Aún queda trabajo por hacer y las personas esperan sus pedidos.
Gregori y Kafka trabajan en una empresa de envíos.
Gregori hace los repartos y Kafka se encarga de la administración y en sus horas libres saca a pasear a Gregori.
Gregori luce orgulloso sus alforjas y un pez logo de la empresa.
Gregori llega a su casa y su mujer lo acaricia
y su hija lo besa y juegan a correr por la casa.
Kafka muere de tuberculosis.
Gregori desconcertado le pregunta a su mujer y a su hija
si prefieren al animal o al hombre.
Todo menos un insecto le dice su hija.
Te quiero con pelos y esos ojos de luna
y que aúlles cuando me desnudo.
Que salgas a cazar y nos cuides por las noches.
Gregori le revela a su mujer que los escarabajos que comen madera viven cuarenta años y que su jefe tenía cuarenta años.
Su mujer lo acaricia y Gregori se va al funeral de Kafka.
El ataúd está soldado y cerrado y una romería va por Kierling a Praga.
Libélulas, cigarras, grillos, caracoles, escarabajo hércules, escarabajo sagrado, escarabajo enterrador común, escarabajo elefante, escarabajo batanero, escarabajo Goliat. abejón de mayo. ciervo volante europeo.
y trescientas mil especies de escarabajos y personas van por las calles.
Felice llega a un acuerdo con la familia de Kafka y se hace cargo del negocio de envíos.
Gregori les pide ayuda a los lobos y en medio día están todas las encomiendas repartidas.
El negocio es próspero y se ven lobos con alforjas y un logo con la cara de Gregori.
La mujer de Gregori se hizo cargo de la administración.
Las personas viven encerradas y en los parques y plazas
solo se ven animales con largas cuerdas atados a sus departamentos.
Gregori en las tardes cuando termina sus labores y sin alforjas se van con los lobos a jugar al parque.
Las personas que andan en la calles, tropiezan con las personas que están sentadas con sus aparatos.
Gregori y sus amigos tienen marcado el territorio de sus entregas
y evitan el tren subterráneo y las aglomeración que provocan las personas.
Gregori va a buscar a su hija a la escuela y su mujer los espera en la casa con la comida.
Gregori, aúlla, gime, corre por los pasillos.
Viven en una antigua casa cerca del puerto y los lobos comparten con gaviotas y pelicanos.
En las mañanas la mujer de Gregori les da alimento, les pone las alforjas y los animales salen a dejar las encomiendas.
La ciudad los ve pasar y ahora con unas cámaras en sus cabezas, regalo de la hija de Gregori son infalibles en sus entregas y muy queridos por la comunidad.
La comunidad que esta encerrada en sus casas y departamentos.
La que se comunica por aparatos y andan en motos, autos, bicicletas, pequeños artefactos eléctricos o caminan con audífonos.
Gregori no era feliz en la extraña normalidad.
Le gusta ser un lobo, convivir con los de su especie, tener labores
y amar a su mujer e hija.
La mujer de Gregori es una emprendedora y su hija ha convertido a los lobos en influencers en las redes sociales.
Gregori juega en la playa con sus amigos viejos y nuevos.
Juegan a perseguir dragones que son pelicanos que rozan las olas.
Corren y se reflejan en las pozas. Es la hora que la ciudad duerme y los lobos se deslizan en el agua congelada y corren al bosque y son una especie estrictamente protegida por la Ley Federal de Conservación de la Naturaleza .
Las personas están llenas de problemas dice Gregori cuando juega
y el bosque se ilumina de ojos.
Aúllan a la luna y son pocas las manadas y las lobas se quedan en el bosque.
Los hombres son crueles y no por instinto dice Gregori y vuelve al puerto
con su mujer y su hija.
Hay barcos, embarques y las grúas bajan container.
Existen los hombres y los lobos dice Gregori y no hay luna llena que los transforme.
Están reunidos junto al fuego de un árbol partido por un rayo.
Es triste, egoísta continua Gregori y se llena de objetos e inútiles placeres
y buscan lo inexistente.
Pasan por los recuerdos de Gregori aviones, tanques y miles de hombres que van a la guerra. Los hombres están locos, miren como van a su muerte y son miles.
Tristes ve pasar perros y lobos con militares a la guerra para llevar mensajes y medicinas en medio de los bombardeos.
Muchos de nosotros han sido nobles y fieles hasta sus últimos días dice Gregori.
Nuestras entregas son importantes para los hombres.
La personas están muy solas y la ciudad en un placebo.
El amor de los hombres es imaginario y cruel fuel el de Kafka
Yo estaba en su cabeza en ese tiempo, antes de Praga y su padre convertido en Tarántula.
Puede ser genético lo de Franz, lo cierto es que revoluciono el servicio de encomiendas e hizo de los lobos los habitantes más queridos de la ciudad y todo siendo un escarabajo comedor de madera y como su especie murió a los cuarenta años.
Ahora el logo de la empresa es el de un escarabajo comedor de madera y la hija de Gregori juega con lobos.
Aun no hay crías y las lobas están en el bosque.
La ciudad es una escarcha y las personas solo se comunican por sus aparatos.
Los obreros bajan de sus departamentos calefaccionados al estacionamiento calefaccionado y suben a su auto calefaccionado y llegan a su obra en la intemperie.
Gregori y los lobos preparan sus alforjas en el puerto, bajan cajas de los conteiner y en el muelle la niebla cubre los barcos.
Los lobos no sienten el frio y en sus alforjas llevan agua y alimento cuando la entrega es en los interiores.
La mujer de Gregori se llama Felice y sus hija Milena y ambas preparan las encomiendas en la oficina del puerto.
Felice ordena el peso de la alforjas y Milena orienta a los lobos en su entrega.
Los lobos desplazaron a las motos y comparten las ciclovías.
La ciudad ya no es la de antes, se puso peligrosa le dice Milena a Gregori.
Antes de los dragones, se compartía en las plazas y se jugaba en la calles.
La extraña normalidad y las maquinas recuerdan el futuro.
Humanos conectados a dispositivos y aparatos, encerrados en cámaras,
casas y departamentos.
Los dragones quemaron teatros, estadios, plazas, grandes tiendas y sus huesos es lo único que se ve en los parques.
Los pájaros se fueron a vivir a los subterráneos por miedo a morir quemados.
Hay entregas que hacer y las alforjas están listas.
Los lobos salen del puerto a la ciudad seguidos por un GPS que llevan en el collar.
El ruido de las grúas los despide y los lobos cruzan semáforos, avenidas, suben edificios, entran a los condominios.
Las personas sacan su encomienda, firman un documento y lo vuelven a la alforja.
Acarician al lobo en la cabeza y se despiden para encerrarse.
Felice y Milena les preparan pescado a los lobos y al puerto llegaron los pájaros a comer.
Es una fiesta el muelle con los pájaros que estaban encerrados en los subterráneos.
Los marineros sacan parrillas y beben vino, ron y cantan viejas canciones de borrachos.
La ciudad escucha a los lobos aullar y el sonido de las sirenas de los barcos.
La ciudad es un baldío en las noches.
No hay prostitutas, ni perros, ni bares. Solo radiopatrullas con luces que iluminan la penumbra.
La ciudad no duerme y en cualquier momento alguien sale expulsado
por la ventana y en la calle lo pasa a buscar el camión recolector de personas.
Es otro mundo la noche y las personas en sus departamentos, en esos edificios que respiran, gimen y se duelen de frio y cae la nieve y son blancas las estructuras, los árboles, las calles. Cubre los autos, las casas y solo las maquinas trabajan sacando la nieve antes que las personas mueran congeladas.
Hay mendigos que resisten las bajas temperaturas y tienen nombres de filósofos.
Mujeres que transportan carros de supermercado y hombres peludos como animales en casas de cartones y deshechos.
En la postrimerías están los ancianos que alimentan los lobos.
Viejos golpeados por la noche, el alcohol y las drogas.
En las alforjas les llevan comida y barras de chocolate, regalo de los marineros.
Cuando va Gregori les lleva café, pan con jamón y queso.
Las personas se comunican les dice Gregori a los ancianos.
Viven encerradas, pero están en contacto virtual y se ven.
A las pocas que he visto en la ciudad siempre chocan mirando sus aparatos.
Al no verse se atrofiaron y solo reciben información y todo les llega a sus hogares y los edificios tienen gimnasios para que las personas no estén obesas y los que viven en casas son viejos matrimonios de pequeños burgueses acosados por las inmobiliarias.
Felice y Milena aman a Gregori y en el puerto comparten con los obreros, marineros y personal de las faenas.
Llegan grandes barcos y los container son bajados por las grúas.
Alrededor del puerto hay casas con bodegas, oficinas de aduanas y una glorieta con un ángel meando.
Se negocia, te tranza a viva voz en los muelles y hay días que suenan balazos
y corren cuchillo en la caleta.
Al que roba se le tira al mar y se le dan palos hasta hundirlo.
Hay drogas en las encomiendas que Gregori huele y esa entrega es confidencial para los hospitales y laboratorios.
Drogas que tienen encerradas a las personas dice Gregori y vienen en barcos de lejanos países.
Opio, morfina, sedantes, cocaína, mezcalina, LSD.
Las personas necesitan las drogas en la extraña normalidad. Después de los dragones se hicieron más adictos.
Son romerías en los hospitales por medicación.
Luego se encierran y siempre hace frio y los días son grises
en el interior de las personas.
En el puerto descansan los lobos para ir la bosque, se acicalan para ir a ver a las lobas.
Aun no hay crías y son pocas las lobas y lobos que conviven.
Gregori le dice a su mujer y ella lo acaricia.
Quedan solo mil lobos en todo el país.
El hombre nos fue exterminando y aúlla Gregori y su mujer lo besa.
Hay sentimientos humanos en Gregori y en su transformación, siente el horror. Aúlla desconsolado y llora.
Hay una unión profunda de Gregori con su hija, una transformación de ambos
y se ve cuando corren por la casa y juegan y su hija sabe que ese lobo es su padre y Gregori es perfecto en cuidados con Milena.
Milena es una niña de trece años que va a la escuela de la ciudad y es el primer violín de la orquesta de Praga.
Praga sobrevivió a las guerras, a los nazis y espera a un mesías.
Praga era brillante antes de los dragones y los ejércitos.
Antes de las protestas por la globalización y del rio desbordado.
Los lobos vuelven del bosque, los pájaros en el muelle comen deshechos
y en la oficina Milena, Felice y Gregori preparan las encomiendas.
Los lobos y Gregori huelen cada paquete y saben de los productos que transportan.
Se habla de una nueva droga en las calles que hace a las personas salir de su encierro y se comercializa entre pequeños grupos de migrantes.
Llego la policía a revisar las bodegas, las oficinas, los conteiner del puerto
y los lobos son fiscalizados por los radiopatrullas en la ciudad.
En la plazas se ven flores y árboles y los huesos de los dragones fueron enterrados por la nieve.
Se ven personas en los parques y animales en las plazas.
El sol se cuela entre los edificios y parejas de enamorados
se besan en las calles.
La policía busca a Gregori, el ciudadano.
Felice les dice que su esposo murió quemado por los dragones.
Tiene constancia del deceso.
La policía pregunta por el señor Kafka.
Felice le da el nombre de la madre y su dirección en Praga.
La policía pregunta por la empresa de encomiendas.
Después de la muerte del señor Kafka y mi esposo con mi hija administramos la empresa les dice Felice.
Usted sabe que los lobos son una especie estrictamente protegida por la Ley Federal de Conservación de la Naturaleza dice el policía.
Tengo todos los documentos de los animales en orden y no son explotados, menos maltratados.
Nuestra empresa es un refugio y en la ciudad cumplen una misión y luego vuelven al bosque.
Sabemos dónde está cada uno de nuestros lobos y están bien alimentados y con todas sus vacunas.
Cada uno de los destinos es monitoreado y sabemos de cada entrega.
Usan las ciclovías y sus rutas están lejos del tren subterráneo y de las aglomeraciones.
Usted sabe lo que llevan las encomiendas pregunta el policía prendiendo un cigarro.
Felice mira el puerto, mira los conteiner, al policía y le dice.
Las que van al hospital y a los laboratorios llevan drogas y son confidenciales.
Las demás, aparatos electrónicos de última generación para los Finelian.
Que son los hijos de los Milenial y víctimas de los dragones y la extraña normalidad.
Yo sé lo que busca oficial, pero esa droga la distribuyen los migrantes en la ciudad y no está mal que las personas salgan de su encierro.
Cada uno a lo suyo le dice el policía y se retira.
Felice mira a Milena y comienzan a llegar los lobos al puerto, los barcos con sus conteiner y pequeñas naves a la caleta.
Gregori en la oficina espera a los lobos.
Reunión de manada y Felice y Milena pronto llegan al puerto.
La policía anda por todas partes dice Gregori a la manada.
Buscan la droga que llega a la caleta y distribuyen los migrantes y que saca a las personas del encierro.
Es ilegal hasta que la extraña normalidad la conozca, la produzca, la patente y comercialice.
Es luna llena y es de aullidos.
Distintos aullidos de mil lobos.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Mil lobos que se aman en los bosques y se están apareando.
Son aullidos que buscan a otro.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
El Bosque huele a loba y la luna hace brillar los ojos de los lobos.
Es un hermoso rito que las aves de la noche celebran.
En los próximos meses nacen hermosas lobeznas.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Corren.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Se muerden, huelen, lamen.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Algunos son parejas.
Son ochocientos mil años sobre la tierra le dice Gregori a su mujer.
Ambos miran la luna del puerto reflejada en el mar.
Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Y Feline acaricia a Gregori, lo besa…Lo ama.
La droga de la normalidad le dice Gregori y es distribuida a jóvenes de quince a dieciocho años en los hospitales.
Llega al puerto en conteiner.
La idea es prevenir suicidios y enfermedades derivadas del encierro.
Es obligatoria en las escuelas y se vende en farmacias sin restricciones.
La empresa continua con sus entregas y los lobos tienen horarios para ir alimentar a las lobas que están con las crías.
La inyección deja un sol grabado en el brazo.
Felice y Milena no van a usar la droga y los envíos se han triplicado.
El puerto bulle de barcos, conteiner y personas haciendo negocios.
Se construyen plazas, estadios, parques, centros comerciales.
Las personas siguen conectadas a sus aparatos e interactúan en momentos, dialogan y comparten información.
Milena va al bosque a conocer a lobeznas y lobeznos.
Negros, rojos, azules grises.
Milena sueña con ser loba, nacer loba, transfigurar en loba.
Toca el violín. Lobas y lobos aúllan.
Milena compone bellas melodías para sus amigos.
Gregori echado a los pies de Felice le dice que la empresa debe convertirse, que los lobos deben estar en el bosque con sus lobas y crías
y que reclutar más lobos es morboso y él no lo va a hacer.
Llega Milena y les dice, tengo pensada un concierto con aullidos de lobos y necesito estar en el bosque más tiempo con ellos.
Feline y Gregory aúllan y Milena ríe y piensa en una casa de madera en medio del bosque con un terreno para los animales y con energías renovables, pozo y molino para el agua.
Gregori siente que corre en el bosque, respira, huele.
Meline imagina un coro de lobos, violines, cornos, tubas.
Un concierto circular de aullidos, instrumentos incorporados con los sonidos del bosque al amanecer.
Imagina trinos, chillidos, cantos y compone sentada mirando el puerto.
Ve fusas, semi fusas, negras, corcheas, blancas, redondas con el reflejo de las luces en el mar.
Gregori recuerda a Kafka y está sentado en el muelle cavilando,
deconstruyendo, reinventándose.
Que haría su mentor en estas circunstancias.
Ríe y piensa que Franz se iría al bosque para no enfermar con la madera tratada, pintada y sucia de la cuidad.
Gregori no puede volver a ser hombre sin Kafka y Kafka duerme en el cementerio judío de Praga.
Feline le dice a Gregori que tienen el dinero suficiente para hacer un castillo y ríe.
Feline tiene que cerrar la empresa de encomiendas y otros trámites en la ciudad. Meline busca terrenos, casas en el bosque.
Gregori esta con la manada en el puerto jugando y mientras juega les transmite sus inquietudes. Corren, se muerden, aúllan. Los ojos de lobos brillan y se imaginan en un gran concierto en el bosque aullando.
Una orquesta en el bosque con Meline dirigiendo y un coro de lobas y lobos.
Meline busca un lugar en el bosque donde se concentren los pájaros
vertientes, rocas, la casa y un estudio.
Meline compone en las madrugadas cuando el gallo canta y el barrio está en silencio.
Se cansa y escucha a Mozart y amanece en la ventana con una allegro de trinos.
Felice camina por la ciudad y las nuevas plazas tienen enchufes y códigos de barra, bebederos y en el centro un código reemplaza a la glorieta con el ángel meando.
Ve personas con animales amarrados.
Cuando hay fútbol se reúnen y a sus aparatos les llega la información de los partidos.
Las motonetas remplazaron a los lobos y comparten con autos, bicicletas y escúter eléctricos.
Los códigos de barra en las plazas le dan la información del clima, la ubicación y decenas de aplicaciones.
Las personas caminan seguras, hablan y envían mensajes.
Es el futuro le dice Felice a Milene tomadas de las manos caminando por la ciudad.
Hay grandes estadios de fútbol, pequeñas canchas en las plazas.
Felice continua con una pequeña empresa de encomiendas y Milena toca en la orquesta y viaja por el mundo.
Gregori esta con las lobas, lobos, lobeznas y lobeznos en el bosque y cuidan la casa y el estudio donde Milena compone el concierto y se interna semanas con lobas y lobos grabando sonidos. Felice vuelve al bosque
terminadas sus labores, a su casa de madera junto a las vertientes, a la chimenea, la cocina y el fuego.
Al pasillo de ventanas que conduce al estudio de su hija, donde cuelgan guitarras, violas, violines y hay un bello piano y equipos de sonido.
Praga es deslumbrante y el teatro está lleno.
Milene, su violín y veinte lobas y lobos están en bambalinas.
La orquesta espera que se abra el telón.
Felice y Gregori están en primera fila.
Se abre el telón, entra Milena, saluda al director, al primer violín y a los músicos de la orquesta, al público y toma su lugar en los altos con un piano, su violín y aparatos de sonido.
La manada ocupa el lugar del coro en la semi penumbra de la sala.
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com LA TRANSFORMACIÓN.
Homenaje a Franz Kafka.
Escarabajos en La Extraña Normalidad.
Por Javier del Cerro