El escritor chileno Mauricio Wacquez, el profesor de la Universidad de Murcia Victorino Polo y el editor Juan Cruz presentaron ayer en Murcia «El Mocho», la novela póstuma de José Donoso que ha publicado la editorial Alfaguara. Se da la circunstancia de que el propio autor chileno ofreció la primera noticia sobre la inminente conclusión de esta novela a ABC en una entrevista telefónica realizada tres semanas antes de su muerte
La obra tiene su origen en un viaje que hizo Donoso en 1983 a la zona minera de Lota, al sur de Santiago de Chile, y fue alternándola con la redacción de otras obras a través del tiempo hasta que ya debilitado por su enfermedad, el novelista la dio por concluida. El también escritor chileno, y amigo de Donoso, Mauricio Wacquez que acudió a la presentación, señaló a ABC que «se describe en un mundo difícil la imposibilidad de comunicación entre las grandes y pequeñas clases, entre gobernantes, y entre desaparecedores y desaparecidos».
«Es una novela política —que duda cabe—, aunque no lo parece a primera vista, cuya lectura no es fácil para lectores desaprensivos, que no ponen algo de su parte ni se identifican con el autor», agrega. El amigo de Donoso enjuicia la narrativa de éste como «ponzoñosa y brillante. Pepe Donoso era mi ídolo desde pequeño, era más novelista que escritor, siguiendo la línea de Dostoievski, al contrario de la de Navokov que era lo contrario».
La presentación universal del libro «El Mocho» en Murcia, tiene una larga historia. Hace veinte años, José Donoso fué el primero que inauguró los ciclos de literatura viva, impulsados por la cátedra de Literatura Hispanoamericana de la Universidad, que se han venido celebrando periódicamente. Hace un año, señala Victorino Polo catedrático de esa asignatura e impulsor de los mismos, «pensé hacerle un reconocimiento público conociendo además su grave estado de salud, y montamos en febrero pasado el Congreso sobre narrativa hispanoamericana en homenaje a su persona en donde acudieron más de 300 expertos». Él pensaba venir pero murió dos meses antes».
Juan Cruz, director de Alfaguara, presentó en ese congreso los libros que hasta entonces había publicado de Donoso, y se comprometió José Donoso a hacerlo aquí cuando apareciera «El Mocho», última obra del escritor chileno.
Para Polo, «Donoso es uno de los dos o tres grandes narradores de los últimos tiempos. Frente a nombres como Vargas Llosa o García Márquez, a él le ha hecho un poco de daño el ser, y el no ser, del boom simultáneamente, y parece como si fuera de segunda fila. Esto no es así, ya que está a la altura de cualquiera de ellos. Dentro de Chile es el narrador más significativo del siglo XX. Su obra es completa en todos los sentidos. Sus vivencias en Europa y concretamente en España, le hacen ser una especie de híbrido, entre el narrador de raza hispanoamericana, y lo que es más atemperado y dulcificado al estilo de los países europeos».
El acto de ayer supuso un cierto colofón al homenaje brindado por la Universidad de Murcia a este escritor chileno, reconocido y galardonado en diversos países, al que el Gobierno español concedió la Gran Cruz del Mérito Civil en 1995. Nacido en 1924 en la capital chilena, estudió en las Universidades de Santiago y Princeton. Sus primeras publicaciones datan de los primeros años cincuenta, aunque su dimensión internacional comienza en los años sesenta. En los setenta, tras una etapa de exilio voluntario, Donoso ofrece un planteamiento simbólico de la dura realidad política chilena en «Casa de campo», que le valió el premio de la Crítica en 1979.
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Por Manuel Hurtado
Publicado en ABC, Madrid, 6 de junio de 1997
su parte ni se identifican con el autor», agrega. El amigo de Donoso enjuicia la narrativa de éste como «ponzoñosa y brillante. Pepe Donoso era mi ídolo desde pequeño, era más novelista que escritor, siguiendo la línea de Dostoievski, al contrario de la de Navokov que era lo contrario». 
