Antología. La poesía del siglo XX en Chile,
ed. de Julio
Espinosa Guerra, Visor, Madrid, 2005.
Diario de Poesía
El cuerpo central de esta antología lo constituyen 16 poetas
nacidos entre 1938 (Óscar Hahn) y 1956 (Tomás Harris),
incluyendo algunos tan poco hallables en las librerías argentinas
como Juan Luis Martínez, Waldo Rojas, Gonzalo Millán
o Diego Maquieira; a este cuerpo central lo preceden, en una
sección titulada "Antecedentes", otros cuatro autores:
Nicanor Parra (1914), Gonzalo Rojas (1917), Enrique Lihn (1929-1988)
y Jorge Teillier (1935-1996).
Este corpus bien delimitado, y la cantidad de páginas del libro
(algo más de 500) permite que cada poeta esté generosamente
representado, evitando ese gusto a poco que dejan las antologías
que, a fuer de profusas en cantidad de poetas incluidos, terminan
limitándose a tres o cuatro poemas, preferentemente cortos,
por autor. No es éste el caso y, más allá de
los nombres que uno pueda extrañar, como el de José
Ángel Cuevas (1945) en la sección principal y el de
Armando Uribe Arce (1933) en la otra, lo que está, está
muy bien, conformando un libro importante y necesario.
Cabe mencionar que casi no se superpone con la antología Poesía
Chilena Contemporánea de Naín Nómez, editada
por el Fondo de Cultura Económica en 1992 y reeditada varias
veces, libro que termina prácticamente donde este empieza;
sí, en cambio, coincide el período abarcado por esta
selección, casi puntualmente, con la pionera Poesía
chilena de hoy - De Parra a nuestros días, preparada por
Erwin Díaz y publicada en Chile por la editorial Documentas
en 1988 (también hay varias reediciones); en cualquier caso,
ninguno de esos dos libros había tenido distribución
en Argentina.
Siguiendo con el recorte temporal de esta antología: se trata
de una delimitación coherente, pero no se corresponde con el
título La poesía del siglo XX en Chile, ya que
deja afuera tanto las primeras décadas del siglo (Neruda, Huidobro,
de Rokha, erc.) como los autores que empezaron a publicar en los 80,
algunos de los cuales tienen a esta altura una obra considerable.
En suma: salvando el título poco adecuado, hay aquí
adentro mucha y muy buena poesía de las llamadas generaciones
del 60 y 70 chilenas, a las que era difícil acceder.