La noción de Ruido Blanco
(Círculo de Sal de Juan Espinoza Ale)
Por Daniel Fernández García
. . .. .. .. .. .. ..
“Real mystery —the very reason to read (and certainly write) any book— was to them a thing to
dismantle, distill and mine out into rubble they could tyrannize into sorry but more permanent explanations;
monuments to themselves, in other words”
Richard Ford, The Sportswriter
I.
Si tuviésemos que hablar de las ciudades contemporáneas este sería un buen libro para empezar a entenderlas, pero también sería un gran libro para darnos cuenta por qué no es posible entender por completo una estructura compleja como la ciudad.
Al decir “entender” me refiero al hecho de poner en acción toda una serie de cirugías y diseccionar el conjunto de conceptos que implican la palabra ciudad, tanto desde el fondo como desde la forma, para lograr traducir toda la unidad a palabras. Y finalmente, a través de un texto, de las palabras, tratar de absorber el concepto de ciudad, si no en toda su complejidad, sí en alguna parte de ella, por lo menos en la que creemos asimilable y útil. Sin embargo, la organización lógica de los conceptos establece límites, el lenguaje establece límites, la ciudad misma nos establece límites en torno a esas dos coordenadas: la lógica y el lenguaje. Y es hasta ahí que nosotros podemos entender el concepto ciudad sin mayores problemas con los elementos del lenguaje mismo. Sin embargo, viviendo en ella no necesitamos conceptualizarla porque LA entendemos con el solo hecho de vivir en ella; no obstante, al ser a su vez subjetiva esa misma vivencia, es difícil de traducir a palabras. Ahora bien, justamente la disección que implica el entender es imposible de realizar en este texto, considerando que a riesgo de “entender” solo lograremos quedarnos en una capa superficial, en la primera etapa del proceso.
De hecho, podemos tratar de entender el texto a partir de las coordenadas formales o a través del contenido, en cuanto a consideraciones poéticas o filosóficas. O incluso, podríamos tratar de imbricar todo el texto analizando cada una de sus partes y podríamos llegar a conclusiones que sin duda deben existir dentro de él, que además lo enriquecen y nos enriquecen al mismo tiempo, desnudando parte de la construcción y el ingenio del mismo, entendiendo la profundidad a la que se pretendía llegar, aprendiendo que el hermetismo también es una forma de hacer calzar partes sin tratar de acercarse realmente a partir de la teoría (considero que la razón para no acercarse es justamente no contradecir el modelo o forzarlo innecesariamente).
El punto es que el lenguaje, sea cual sea, no es exclusivo del uso de la razón, no es una herramienta útil para un solo fin, sino que es flexible, y permite una serie de usos en diferentes tipos de comunicación y con diferentes tipos (y calidades) de mensaje, y en este libro, como en toda buena poesía, sobre todo contemporánea, el lenguaje está siendo utilizado para elaborar un texto hermético, poco digerible en varios aspectos, pero sumamente iluminador cuando se lee. Es una transmisión que se capta en el medio mismo por el cual se transmite, sin decodificador, sin emisor ni receptor, como señal e información puras.
Desde ahí, desde esas interrelaciones es que hablo de las ciudades; pero puede ser un pueblo, un país, puede ser Internet, o cualquier sistema de organización humana en el que sea necesaria la conexión entre seres humanos.
El problema es que estas relaciones son indescriptibles tanto por la cantidad en que se generan como en la forma, en la proyección y en la probabilidad. Relaciones casi infinitas en un tiempo muy limitado. Más difícil aún es percibir todo ese tipo de conexiones en tiempo real, tratando de entender cómo y por qué se producen, un panóptico: el ruido blanco.
La noción de ruido blanco está asociada a las señales electromagnéticas y se produce cuando, a través de un canal, se reciben todas las señales con igual potencia. Aunque, en estricto rigor, en dos tiempos distintos –el corte sincrónico con un diferencial infinitamente pequeño- se consiguen dos señales distintas que no tienen relación estadística entre ellas, es decir, la relación entre dichas señales es siempre aleatoria.
Un ejemplo de ruido blanco, es la imagen que se produce en las señales analógicas de televisión cuando un canal no está sintonizado, acompañado por el correspondiente ruido:
Considerando que el ruido blanco es un panóptico de señales que se transmiten al mismo tiempo, a través del mismo canal, entonces es posible entender que un proceso parecido se puede reproducir de otra manera, en forma de redes –relaciones de cualquier orden- infinitas, analizadas con un diferencial infinitamente pequeño tanto en el aspecto temporal como en el aspecto espacial, extrapolando e interpolando los resultados como si se tratara de un fractal. Estadísticamente, es una muestra significativa que permite establecer todas las relaciones de manera más o menos concreta. Y este es el punto en el cual Círculo de sal se desenvuelve.
El libro habla de relaciones humanas, de contacto humano y de la falta de dicho contacto, de la estructuración de la presencia y ausencia de los mismos, como un todo indivisible que se muestra desde una imagen mayor y pone atención en ciertos puntos del ruido blanco, iluminando puntos de conexión que finalmente establecen una imagen, una señal en particular que se nos articula de fondo, una imagen borrosa dentro de todas estas relaciones, eligiendo un canal de entre la infinita cantidad que se perciben al mismo tiempo. Eso configuraría cada uno de los poemas: una de esas imágenes, una de esas frecuencias, logra, en un momento, mayor potencia que todo el conjunto. De esta manera, es posible visualizar una imagen indefinida de fondo, que trata de resaltar por sobre el ruido blanco, pero que queda indefectiblemente definida por el mismo. El texto por tanto se plantea en varias capas que son parte de la misma cosa, de la que, por lo menos dos son fundamentales: una primera capa superficial (la suma de relaciones, la suma de señales) y una segunda, que se establece como una silueta.
La primera de esas capas es la obra completa, el texto como ruido blanco, y todas las demás dentro de la segunda, como constantes variaciones de la misma, es decir, como una selección de las infinitas variaciones y combinatorias, tanto en el tiempo como en el espacio, de todas la relaciones existentes entre los seres humanos, en un momento definido, en un lugar definido; y lo que el lector hace, por tanto, es elegir algunas de las que más han impactado a quién las escoge, las que parecen más cercanas, las que se han vivido en carne propia y que es posible que se proyecten en el texto.
II.
Pero vayamos a lo más concreto de este texto a modo de ejemplificación.
Si quisiéramos explicar este libro de manera breve, eligiendo citas sobre la base de una tesis propuesta, por ejemplo, las relaciones humanas en la ciudad contemporánea, podríamos elegir el poema 4 LLAMADAS PERDIDAS – II.:
¿Has pensado alguna vez en lo terrible
de una ciudad abandonada
sin nadie que camine por pasillos de concreto
con semáforos brillando y el zumbido
del vacío acondicionado para nada
al sol cascadas de acero inoxidable
edificios que dan sombra a otros edificios
sostienen puertas y ventanas que se cierran para nadie
las construcciones terminadas el adobe desterrado derretido
todo limpio de pájaros molestos de hojas secas
nada a fin de cuentas que compita con lo nuestro el viento
por fastuosas oficinas el viento mece los alambres
las antenas y los puentes imaginas escuchar esa clase de silencio
y contemplar al caer la tarde
las ruinas de nuestra orgullosa humanidad?
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... .. ( p. 107)
Este mismo poema establece, en un primer momento, algo parecido a un horror vacui que, sin embargo, considero que no es tal en ese sentido. Es decir, efectivamente, como primera impresión aquí hay una ciudad vacía, un horror de humanidad ausente, la “jungla de concreto” si se quiere pero sin rastros de vida. No obstante, si se afina mejor el ojo, uno entiende que no se habla solo de cafeterías, ni de moles de concreto, ni de automóviles, ni de estacionamientos, ni de habitaciones vacías (aunque se habla de oficinas), no se habla solo de cosas aisladas; se habla de pasillos, semáforos, edificios en relación con otros edificios, puertas y ventanas, antenas y puentes, de relaciones que ya no se establecen, de conexiones que no tienen a quien conectar, de cuestiones inútiles si no sirven de puentes, como un semáforo en medio del desierto, un semáforo en el polo sur.
Ahora vamos por otra suposición. Supongamos por ejemplo que el libro habla del mal, del mal sistemático que han cometido algunos en función de un también supuesto bien superior, por ejemplo, la patria, cuestión que aparece claramente en el poema EL PUEBLO CON UNIFORME:
abracé a mi mujer, le grité sólo cuando era necesario, dios lo sabe
salimos los fines de semana: algodones de azúcar, manzanas confitadas en la Villa
un buen padre, buen esposo, buen subordinado
es cierto, manché mis manos por mi patria pero dios lo hizo conmigo
y ya estoy viejo y la familia nunca supo
que esperé tranquilo detrás del escritorio
pero nadie me vino a buscar
que fui un buen subordinado, en la senda de los héroes
un buen torturador: el corazón de mi país.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(p. 35)
Y de hecho, en este contexto podemos hablar del libro como un texto que trata del mal, en general, del mal en sus diferentes variantes, con distintos acentos, haciendo inclusive toda una estructuración en torno a los círculos, partiendo por CÍRCULO DE SAL, entendido como el conjuro de la protección contra el mal, pero a la vez como una iniciación a la escritura a partir de la podredumbre:
Cuando la sal se mezcla con el agua
los oídos pasan un segundo hacia la frente
y el sonido emerge del vapor hinchándonos el cráneo
a la manera de los frutos la entrepierna
en fin, como la vida
cuando aún húmeda en las manos se nos pudre
y entonces
entonces escribimos.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(pp. 11-12)
Y llegando hasta MANDALA (CÍRCULO FINAL), el que se puede configurar como un espacio sagrado, entre otras acepciones, que cierra el círculo que el mismo libro abre, aprendiendo del mal y/o pagando por él:
y es ahí cuando comprendes
que la muerte siempre huye
cuando de verdad deseamos abrazarla
y entonces, sólo entonces
cuando los lamentos de otra gente se apagaron
cuando se ha secado toda lágrima y el duelo
esa tregua siempre breve
que el mundo por piedad concede a los caídos
se termina
entonces, sólo entonces
empiezas a pagar el precio justo
por vivir.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(p. 162)
Y así es fácil configurar los poemas en su conjunto, en una estructura definida. Las series de poemas como Y LÍBRANOS DEL MAL, los CONJUROS, muchos de los EXPERIMENTOS EN SERIE, los mismos CÍRCULOS, la DEPREDACIÓN ACELERADA, LA PLUMA DEL VERDUGO, GALERÍA NOCTURNA, la falta de ética y moral de ANTÍFONA SEGUNDA, configuran un intento por deshacerse del mal.
Seguir en este juego de temas no implica nada más que empezar a explicar una y otra vez diferentes perspectivas, diferentes temas abordados en el mismo corpus. De hecho, uno de los temas más abarcadores dentro del texto es la misma concepción de círculo como estructura formal y temática, abordada de diferentes maneras. Por ejemplo, en relación con los temas tratados no es difícil percibir una repetición constante de los mismos que se enfocan desde diferentes perspectivas una y otra vez; los de títulos de poemas también se repiten, y aunque cambien los motivos y temas, tienden a funcionar como engranes entre sí; y las repeticiones al interior de los poemas, en forma de mantra o coro:
Cuando el agua se mezcla con la sangre
(…)
Cuando la sal se mezcla con el agua
(…)
Cuando el agua se mezcla con la sangre
(…)
Cuando la sal se mezcla con el agua
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(CÍRCULO DE SAL, p. 11)
Claro que se sufre, y mucho
(…)
Se sufre bastante, uno despierta dando saltos.
(…)
Se sufre, por supuesto
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(RE:, p. 56)
Pero a la vez esos mantras, van mutando, se van distorsionando, como si fuesen una programación con iteraciones o loops defectuosos, con salidas falsas que no vuelven al mismo punto, ni siquiera devienen espiral, sino que se desconfiguran en un proceso estocástico, no lineal:
Todos mis huesos son ajenos. quizás yo mismo los robé
he escuchado algunas cosas
germinaron. como nada. hace mucho en mi cabeza.
(…)
Todos mis huesos son ajenos. quizás yo mismo los robé
he escuchado cosas
creo que las hice germinar. una por una en mi cabeza.
(…)
Todos mis huesos son ajenos. quizás yo mismo los robé
he escuchado algunas cosas
dicen que las hice germinar. y me llenaron la cabeza.
(…)
Todos mis huesos son ajenos. quizás yo mismo los robé
he escuchado algunas cosas y es que a veces
por la noche. tú ya sabes
sólo encontramos una llama
capaz de reunir oscuridad.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(GALERÍA NOCTURNA, pp. 61-62)
Es mentira. no puede ser. nada de esto debe estar pasando.
(…)
Estoy cansado de pastillas.
(…)
Estoy cansado. ya decía. porque esto no debería estar pasando.
(…)
Esto no debería estar pasando.
(…)
Estoy cansado. o algo parecido.
(…)
Nada. nada de esto puede estar pasando.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(APOTAXIS (ALQUITRÁN 7MG), p. 22)
Y así podríamos hablar de la mentira o la ficción para ahondar:
Nadie va a venir
no llores y finjamos
que sólo esto es la verdad:
mecerte sin importar los gritos que escuchaste
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(NANA PARA 4 HIJOS, pp. 52-53)
Quédate tranquilo muchacho
todo está en tu cabeza
nada es de seguro muy real
(…)
tus amigos enterrados, ficciones neuronales, no son nada real muchacho
relájate, no te preocupes no te vayas a angustiar
la sangre la saliva en el adobe pueden ser pura mentira
lo que lees o escribes
el llanto de tu madre que no es al fin tu madre
no es real muchacho
(…)
todo está en tu mente, no lo creas no creas en nada
o vas a sentirte
enormemente solo.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(CAJA CON ESPEJOS, p.28).. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..
guardar las palabras sinceras
decirle a la gente lo que la gente quiere atravesándole los tímpanos
por ningún motivo ser cruel ni hacer daño por las ramas
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(A NEW DEAL, p. 138)
Y podríamos hablar de la rutina como un adormecimiento de la vida, como indiferencia, de las relaciones de pareja, del amor, del silencio y del sonido, del estar y no estar, del ser y parecer, de la separación entre el alma y el cuerpo…
¿Cómo era mi rostro
antes del nacimiento de mis padres?
¿Tuve acaso un esqueleto hecho de plástico
en otro tiempo en otra parte tuve acaso
la misma cicatriz de mi cordón umbilical?
¿Fui brutalmente agitado al caldo de mis músculos
antes de mis padres y del verbo
en la húmeda red tejida por los hombres
tuve acaso nombre o al menos corazón?
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(EXPERIMENTOS EN SERIE (LAYER 10), p. 108)
III.
Pero, al fin, esto no pretende ser una recopilación de todas las líneas temáticas, todas la formas que existen dentro del texto; no pretende ser una interpretación de una de las líneas argumentales, por llamarle de alguna manera, que se pueden desmadejar del texto, porque hay demasiadas y todas se complementan desde diferentes perspectivas, y a la vez ninguna de ellas es más importante que la otra, porque me parece que lo que se pretende en este texto es generar algo que va más lejos del mero hecho de “mostrar” simplemente; es hacer resonar un sonido con un diapasón de palabras, que se inicia con un leve zumbido hasta abarcarlo todo, incluso el silencio:
eso para lo que no hemos construido las palabras
y el silencio y el silencio y el silencio
(…)
uno escucha, si uno quiere
el sonido espeso del caudal
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(CÍRCULO DE SAL, p.11)
adentro hay mucho ruido:
suenan bocinas, alarmas varias pasos, choques eléctricos semáforos, gritos y abrazos de gente muy antigua, evangelios con acento caribeño y español, marchas cambios de guardia, es mentira, muy mentira que hay silencio, y un sonido pequeñito delicado que es algo parecido a la pobreza metiéndose en los poros (…)
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(PUERTAS ADENTRO, p. 16)
Porque un pan dibujado en la pared no quita el hambre
de una niña que es mecida por los pliegues del metal
(que no necesita estar aquí ni nada necesita
escuchar ese zumbido y las pulsiones del teclado):
deja conectarme, oír cada minuto el respiro
.. .. .... . ..de la especie
si lo escucho, es porque me habla.
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(EXPERIMENTOS EN SERIE (LAYER 06), p. 71)
Y sigamos trenzando, sigamos imbricando cada uno de los aspectos hasta que se nos transformase en un infinito informe, en una maraña de relaciones, de antinomias, de puestas en abismo, y un largo, larguísimo etcétera que tiende al infinito.
Así, los poemas ordenados de la manera que lo están nos entregan una primera visión confusa, con imágenes que se transforman en un mosaico al parecer ininteligible, casi como una corriente de conciencia en verso, disparando imágenes en blanco y negro que se terminan transformando en un caos: una pantalla análoga en la que ningún canal está sintonizado y que a su vez contiene todas las señales, ruido blanco y nieve.
El mosaico completo termina mostrando una imagen en movimiento, un vaivén de sensaciones que no terminan por ajustarse, difusas. Un caos que comprende un propio orden, basado en las relaciones de los puntos en movimiento, un sujeto dentro del círculo de sal, miles de sujetos dentro de sus propios círculos, consciente o inconscientemente, estableciendo relaciones falsas, superficiales, plásticas, indiferentes, ausentes; con proyecciones constantes, de lo que pasó, de lo que ha pasado y de lo que vendrá como proyección.
¿Has sentido alguna vez
que no conoces el futuro pero sabes:
un edificio no cae como dicen las noticias muchas veces no son ciertas(…)
.. .. .... .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ... ..(4 LLAMADAS PERDIDAS . IV., pp. 156-157)
Por tanto, cada una de las imágenes en las que nos posicionamos funcionan solo en relación a otras, entrelazándose, formando capas cada vez, pero no como un mero tejido o como un rizoma, que finalmente son figuras que permiten tener una imagen abstracta, sino más bien en cercanía a lo que es la denuncia de nuestras propias relaciones en diferentes contextos, en diferentes etapas de nuestra vida, en la ciudad, en facebook, en lo que vemos todos los días; la gente que no pasa al lado, la indiferencia de la caridad al dejar caer una moneda en el vaso de un mendigo poco antes de entrar a la bolsa de valores y dejar en la calle a miles de familias. Mentiras matutinas sin importancia: te ves bien, te amo a pesar de tu gordura, a pesar de las horas de gimnasio, a pesar de que no te amo.
Y es que el ejercicio realizado en este poemario no es un acto meramente estético, no es solo la voluntad de denuncia de esas capas –aunque mucho de eso hay-, no es la síncopa rítmica del encabalgamiento, rompiendo y creando nuevos ciclos, un ruido blanco a base del sonido de los fonemas, a base de ruido. Es todo eso junto y al mismo tiempo, son todas las señales y todos los canales.
Y sin embargo, logramos ver a simple vista que son dos capas de dos dimensiones, en la que el ruido blanco se posiciona como una superficialidad insoslayable: millones de relaciones, de encuentros; sin embargo, detrás de esta primera capa surge una segunda que se eleva, formando imágenes imprecisas, pero adosadas a esa superficialidad informe, levantando ciertos puntos, que si bien se desvelan sobre la superficie de esa primera capa, en su conjunto, en medio de la confusión, el movimiento y la difuminación; generan una figura en relieve que marca un paso más allá, una definición en medio del caos: una imagen que se cuelga y se cuela a través del ruido blanco. Y es justamente a partir de ahí desde donde se proyectan los planos generales y los planos detalle apuntados por Fernanda Weinstein en su artículo “Voy a hablar de la esperanza: acerca de Círculo de sal, de Juan Espinoza Ale”.
No obstante, esa imagen no está quieta, sino que deviene en una serie de imágenes interconectadas, como si siguiera un ejercicio psicológico-gestáltico, guiado a través de Experimentos en serie como una columna vertebral abarcadora, parte de las capas -layer-, para finalmente salir transformado hacia el final, al mismo tiempo en una madeja fundida, de márgenes, además, difusos: un verdadero Mandala.