CARTA A MI HERMANITA DADA O TÉ PARA AMAR LA DISTANCIA
Hermanita, hace muchos años que te quería escribir
para contarte que estoy sentado frente al Océano Pacífico.
El té en la mano izquierda pregunta por ti y no sé qué responder.
Nunca supe cómo dejar de mirar el mar
cuyas olas me recuerdan tu sonrisa nerviosa.
¿Hermanita cómo está demanbre?
acá dicen nido vacío pero el vacío es una trampa
nadie sabe dónde empieza y termina la casa ancestral
Prefiero decir demanbre porque me recuerda
que todas las vidas giran alrededor del mismo sol
¿Aún huele demanbre a los besos de mamá?
¿Te acuerdas de tus travesuras amorosas
que indignaron al papá?
¿Te acuerdas hermanita del primer árbol que plantó papá?
Cada día papá plantaba un árbol detrás de nuestra casa
decía que un árbol era una casa eterna.
No sabíamos qué significaba,
pero nos gustaba escuchar la frase
como si escondiera una verdad especial
Después del nacimiento de cada hijo,
papá plantaba un árbol junto con el cordón umbilical.
Estos árboles son eternos
y siguen creciendo en la memoria de un hombre
que hoy toma té solo frente a un mar frío.
Te acuerdas hermanita de cuando mamá caminaba en la casa
dejaba un perfume eternamente joven
ahora soy un hombre que toma té solo en el país del otro
para aprender a amar las ausencias
Ahora pienso y amo en otro idioma.
Nadie sabe que estoy solo.
Nadie se ha desnudado en mi soledad.
No te preocupes hermanita,
el ser humano es la medida de todas las soledades.
Nadie en el universo es tan solo como un ser humano.
Todas las expresiones del ser
supone una misma forma de conciencia
Todos los días tengo una cita con la nostalgia.
Hablo en voz baja para no despertar el horizonte dormido
juntos vamos a descubrir el alba por primera vez.
Mientras los nostálgicos acarician la piel de una isla mal amada,
No creo en el retorno imposible.
Sólo quiero amar cada esquina del viaje antes de volver.
El que ama las curvas de su viaje
puede albergar todos los infinitos por eso siempre vuelve.
Tengo una tristeza especial
que me empuja hacia nuevos paraísos.
Son las doce y cuarto escucho una música
que me rompe en pedazos.
Te aseguro que cada uno de estos pedazos
es un hombre sentado solo frente al Pacífico.
Lo que vuelve atractiva la distancia es la capacidad
de partir y volver al mismo tiempo
Tengo una tristeza especial
que me empuja hacia nuevos paraísos.
Hermanita, te amo.
VALPARAÍSO SURSUM CORDA
Tengo una ciudad íntima
que me impide amar a otras ciudades
creo que eso se llama la maldición del enamorado
Valparaíso rompió dicha maldición
el día que acaricié su fragilidad
tocando sus muros saturados de historias no contadas
ah no sé porque mi amor tiende tanto a inclinarse hacia
lo frágil
Todos estamos buscando una vida
que sea más real que cualquier metáfora
yo aprendí a andar como una isla invisible
cuando camino por Valparaíso
no puedo apurarme
la edad de la urbe pesa sobre mis pasos
No se puede saber con exactitud
dónde empieza y termina Valparaíso
quizá tiene la misma dimensión
que el mar que la seduce desde siempre.
2
Valparaíso tiene una piedra feliz desnuda
como la vida frente a sí misma
todo inspira en una ciudad que se parece a un estallido poético
por ejemplo, una vieja librería que sobrevive a todas las crisis
un perro que ladra libremente en un recital
un bar lleno de fantasmas que aman la vida
el tiempo que se devora a sí mismo
todo es posible en la ciudad de las piedras hablantes
por ejemplo, aprender el nombre
de algunas calles que no existen
buscar el amor en una mirada fugitiva
abrazar una estrella y seguir siendo humano
tocar el borde invisible de una herida sin obligarla a callar
una herida siempre sabe la verdad
Si la poesía fuera una ciudad
podría llamarse también Valparaíso.
El troll se mueve lento como la última de las primaveras
un hombre levanta la cabeza
para buscar el sentido escondido de su viaje
desde cualquier rincón se ve la luz
a Valparaíso el sol siempre regresa
como un mensajero nostálgico
En el ascensor sube y sube la hija del poeta
bella como una ciudad oculta
detrás de sus ojos brilla un sol eternamente joven.
3
Te amo con mis acentos incorregibles y mi negrura absoluta
te amo con mi silencio
que también es mi primavera
Cualquier lugar es ideal para el exilio
pero no todos aman una ciudad
que se dedica a escuchar los rumores húmedos del Pacífico
Valparaíso y yo hemos acordado
que los únicos elementos indispensables para un exilio
son las palabras y el azul cósmico
lo único real en este mundo es la velocidad de la luz
Valparaíso y yo hemos entendido
que podemos sobrevivir sin patria, sin pasado incluso sin agua
(por eso los desiertos transforman la sed en felicidad)
pero sin poesía cualquier ciudad muere
y la desesperación ocupará el lugar de la bondad.
4
Valparaíso, Sursum corda
el pueblo vuelve a plantar su bandera en los cerros
como una esperanza flexible
y digna de toda aventura
¿Qué sentido tienen los fuegos
que desean arruinar nuestro amanecer?
Si este poema fuera un puerto
yo sería el primero en desembarcar
porque no he visto fuego más poderoso
que un pueblo que se despierta buscando el mar
Después de cada incendio
los cerros se reinventan azules
como la tierra de los titanes
Valparaíso, te escucho
cuando la vida se contradice a sí misma
te miro como una estrella infame
que se desnuda en balcones viejos
y la noche se disfraza de peces voladores
cuando el Cardonal se abre para el primer beso
Cuando todo esté perdido
o los demonios encuentren tu llave secreta
este poema aún se llamará Valparaíso sursum corda.