Proyecto Patrimonio - 2014 | index | José Kozer | Carlos Henrickson  |         Autores 
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        Un libro necesario: PARTÍCULAS EN EXPANSIÓN, José  Kozer
        Por Carlos Henrickson 
        
        
        
        
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        La  publicación de Partículas en expansión (Santiago: Consejo Nacional de la  Cultura y las Artes, 2014), antología de José Kozer (La Habana, 1940),  en ocasión del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2013, resulta una  buena noticia especialmente en un país como Chile, obseso con su propia  brutalidad eficiente. Este rasgo omnipresente en nuestra historia se traduce  literariamente en la obcecación sobre cierta virtud -aparentemente ética- de la  escritura directa, ojalá puramente conversacional y lo más bárbara posible, en  el sentido de la anulación violenta de aquello que esté más allá de sus  fronteras estilísticas. Mucho más democrática se muestra la escritura vericuetera de Kozer, y especialmente leída en esta muy buena selección de Arturo Fontaine:  en esta poética compleja e inspiradamente pasmada, no pueden sino compartir  espacio la apelación directa y la reflexión personal junto con una labor tanto  de superficie como de entraña en el lenguaje mismo. Kozer muestra como  pocos algo que constituye una de las necesidades más urgentes en nuestro  entorno literario chileno: cómo hacer que la poesía se pregunte por el lugar de  la existencia humana en el mundo -de alguna forma, la pregunta primera y  última- a través de una labor dolorosa que puede dejarla sin sentido, suelo ni  techumbre, y no cabe confundir este esfuerzo con una ornamentación de  superficie. En este sentido particular, no cabría la adscripción facilista de  Kozer a un neobarroco, sin señalar tanto los alcances de este carácter literario -muchas veces tomado sólo como gesto de moda y/o adecuación a ciertas  “cadenas de producción” cultural para ciertos mercados académicos- como lo  complejo y original de la escritura de Kozer, que sabe desafiar con éxito  clasificaciones cada vez más puramente funcionales y externas a la poética  misma.
          
  Eso  sí, dada la complejidad y la relativa novedad para el gran público a la  que podría aspirar una edición como ésta (de distribución gratuita), habría  hecho falta encarar de otra forma la presentación de la obra. Si bien Fontaine  realiza una buena selección, y tanto el prólogo como las 50 Partículas que  presenta demuestran un conocimiento acabado de la obra de Kozer, se debería  haber considerado un afán más didáctico y menos caprichoso en esta zona del  texto. Asimismo, no hubiese sobrado en un texto de estas características al  menos un ensayo de profundidad de un estudioso chileno sobre la poética  kozeriana, que pudiese complementar más fríamente la íntima reflexión De  dónde son los poemas y haber puesto en relación a Kozer con el contexto  poético latinoamericano actual.
        Por último, cabe celebrar  especialmente el carácter gratuito del libro, que debería permitir, a través de  una distribución que –espero- sea efectiva, que poéticas como ésta puedan ser  conocidas y ojalá estudiadas en instancias educativas regulares -incluso del  ciclo básico. Si bien para que no sólo Kozer, sino que la poesía contemporánea  latinoamericana y mundial pueda romper la muralla falaz que la encierra en la  lectura especializada, haría falta un esfuerzo -que no se hace- por parte de  todos los estamentos del proceso educativo (y soy consciente de que estoy  hablando utopías); iniciativas como ésta llegan a hacer pensar en que gestos de  real voluntad por parte de la alta institucionalidad cultural nacional pueden  hacer el camino más llevadero para estos sueños –sueñosque ya muchos creemos necesarios.