EL HOMBRE, SUS LOGROS Y DETERIOROS
“Los números no cuentan,”
-cuentos escogidos- de Juan Mihovilovich
Mosquito Comunicaciones 2008.
Comentario de Marino Muñoz Lagos
(Diario El Magallanes de Punta Arenas, 18 de enero 2009)
Muchos de los temas contenidos en estos cuentos del escritor magallánico Juan Mihovilovich, engarzan el territorio lejano y los personajes silenciosos de un tramo casi desconocido de nuestro país, de tantos 
matices y costumbres. El niño que vivió en el escritor añora gratamente la nieve de otros tiempos, la violencia del viento en los tejados, y el ladrido tenaz de los perros mojados. La ciudad se envolvía de blanco y las calles de huellas de ruedas de carruajes, de gruesos zapatos. El invierno mostraba la lenta luminosidad de los días y la largura melancólica de sus noches.
“Los números no cuentan” es un libro de cuentos seleccionados por su autor de sus títulos publicados anteriormente como El ventanal de la desolación, Imprenta del Obispado de Linares, 1989; El clasificador, Pehuén Editores, Santiago de Chile, 1992; y Restos Mortales. LOM Ediciones, Santiago, 2004. Estos tres libros contienen un cincuenta por ciento de la producción cuentística de Mihovilovich y exhibe en sus páginas piezas tan significativas como “Nosotros tuvimos la culpa, Ruperto,” “Colibrí,” “Es que tienes los ojos cerrados” o “Parque de diversiones” que gustarán a lectores exigentes.
Aunque Mihovilovich mantiene una variedad considerable de materias y personajes, sitios y alternativas, su regularidad y creación lo acercan voluntaria y favorablemente a la mejor poesía. Prueba de ello son los acertados finales de sus cuentos que tienen en sus desenlaces un punto interesante ganado para la destreza de una prosa natural y legítima. Quizás si por la presencia hostil de un paisaje agresivo o por lo que ha visto y experimentado en sus vivencias jurídicas, al escritor le llaman la atención los seres marginados, las situaciones áridas, la penetrante soledad interior, la angustia, la pobreza y la desilusión alcancen al desarrollo de sus obras con un signo negativo que no es permanente.
Este libro de doscientos cuarenta y tantas página lleva un prólogo muy acertado del escritor y periodista Pacián Martínez Elissetche, quien trabajó para “El Sur,” de Concepción: “Punta Arenas y el extremo austral son los paisajes predilectos, pero asimismo Yumbel, Talca, Linares o Curepto, aunque lo que importa, fundamentalmente, es el conflicto de esas almas a la deriva, si bien la presencia de Magallanes –la patria es la infancia, dice Tolstoi- se hace sentir con mayor fuerza que otros escenarios que a Mihovilovich también le resultan familiares o cercanos, en especial los pequeños pueblos donde un discutible, aunque muy cercano progreso coloca a la vera de esos avances a individuos que, en su orfandad esencial, nos resultan tan queribles, tan entrañables.”
El escritor y abogado Juan Mihovilovich nació en Punta Arenas el 27 de julio de 1957 y ha ejercido su profesión en su ciudad natal y durante la Dictadura en la Vicaría de la Solidaridad de Linares junto al querido Obispo Camus. Actualmente es Juez de letras, Garantía y Familia de Curepto, Región del Maule.
