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Todos los poemas de Juan Marín
"Obra poética", Edición de Francisco Martinovich y Cristóbal Gómez. Cuarto Propio, 2014
Por Felipe Eugenio Poblete Rivera
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Vuelve el escritor, médico y aviador Juan Marín (Talca, 1900 - Viña del Mar, 1963), a las imprentas chilenas a través de la reciente recopilación de su completa «Obra poética». El trabajo de recolección e investigación fue –primeramente– llevado a cabo por el poeta Francisco Martinovich, ya en sus tiempos de estudiante, cuando realizaba su tesis de grado en torno a los poemas de este escritor. Pero el proyecto de edición estuvo también a cargo de otro lector de Marín, el poeta Cristóbal Gómez, quien además estuvo a cargo de la compaginación, la diagramación, del diseño en general. En tanto equipo postularon a los fondos concursables del gobierno para traer a la actualidad las dos obras escritas en verso por este autor de publicaciones tan disímiles como: «El Egipto de los Faraones», «Clínicas y Maestros en Inglaterra y en Francia » o «Viento Negro».
El libro surge al amparo de la clásica editorial Cuarto Propio, en su colección "En Estado de Memoria" 
(nombre tomado del libro homónimo de la argentina Tununa Mercado), en donde han aparecido –desde el dos mil nueve– notables libros de poesía como la nutrida antología de Omar Lara, «Cuerpo Final»; de Germán Carrasco «Ruda», uno de sus libros más celebrados; «Hebras Viudas», de David Bustos, un fascinante poemario situado en la atmósfera del psicoanálisis; el orgánico y variado «Cuaderno de Deportes» de la crucial Elvira Hernández; o también el de Pablo Azócar, quien inauguró la colección con su «El Placer de los Demás», entre otros.
Reúne este nuevo volumen los dos poemarios que Marín publicó, a saber: «Looping» (Editorial Nascimento, 1929) y «Aquarium» (Julio Walton Editor, 1934), ambos proclives a ser admirados desde el palco de los postulados de vanguardia, aunque no necesariamente con el creacionismo (a pesar de que la coexistencia histórica vuelve plausible dicha interpretación), sino más bien con el futurismo e incluso con el cubismo, ambos con denominación de origen en la vieja Europa de comienzos de siglo pasado; con todo ese afán de confianza en la máquina, como tan frecuente fue entre poetas y artistas europeos como Tristan Tzara, Francis Picabia, Giorgio de Chirico o el propio Le Corbusier. Junto a dicha suma poética, es anexado un reducido conjunto de poemas que Marín publicó en algunas antologías y que o fueron recogidos en sus libros. Todo esto antecedido por el lúcido y –felizmente– fluido prólogo de Francisco Martinovich, especialmente preparado para la edición; en donde el vanguardista es debidamente contextualizado y sus poemarios pedagógicamente iluminados.
A pesar de la relevancia histórica de este rescate literario, la edición contiene ciertas anomalías respecto a los once volúmenes precedentes de la colección. Me refiero a la inclusión de reseñas biográficas para los editores; y como si eso fuera poco, tanto en la portada como en el lomo, aparecen nombrados, rasgo que únicamente corría para la serie "Historia Cultural", por donde fueron editados –también por Cuarto Propio– los poemas de autores como Winétt de Rokha y Juan Florit, pero también un volumen dedicado a Francisco Bilbao. Bien que mal, la colección "En Estado de Memoria" ha carecido de un íntegro rigor formal, llegando incluso a reducir el formato de algunos de sus libros (del inicial 17×26cm., al 13,5×21cm.) Pero ahora, además, sustituyendo el índice de poemas apenas por un sumario, lo que sí es verdaderamente lamentable para una publicación de esta naturaleza. No obstante, han sido conservados los aspectos formales: la reproducción de la firma del autor en la portada, las rojas, gruesas y texturadas hojas de guarda y, en la contraportada, una fotografía del autor, en un discreto tono opaco que recuerda con vaguedad al sepia.
No hay que olvidar que, a fin de cuentas, se trata del rescate de un olvidado poeta joven (Marín publica su primer libro cuando cumplía los veintinueve), acaso perdido en la monumental distancia histórica, por parte de otros poetas jóvenes (menores de treinta), de esta época. Un síntoma admirable, al igual que el de la colección "El Árbol de la Memoria", de la naciente "Gramaje Ediciones", también centrada en la tarea de poner en circulación poemarios que han carecido de reediciones más coetáneas a nuestra mirada lectora. Por lo demás, un alto porcentaje del tiraje de esta publicación de Juan Marín será entregado a diferentes Bibliotecas Públicas del país, lo que asegurará, al menos, el acceso a su lírica.
Organilleando voluptuosidades, al decir del propio Marín, van, también, dirigidos los esfuerzos de los dos editores en esta sencilla e inmensamente valiosa publicación: ese lugar –el libro– en que quedan por primera vez reunidos –a fines del dos mil catorce e impresos a comienzos del dos mil quince– todos los poemas que Juan Marín echó a volar.
Felipe Eugenio Poblete Rivera
Peñalolén, Santiago y Febrero de 2015
