“Llevábamos poco tiempo en Punta Arenas, un año o algo así, cuando comenzaron a circular rumores de una terrible matanza de los indios onas que habían hecho en Tierra del Fuego las bandas armadas de los estancieros. Fue en invierno. Creo que en el mes de julio... sí, julio de 1895. Dicen que fue el invierno más frío del siglo XIX. La temperatura llegó a más de veinte grados bajo cero. Algunos justificaban la masacre diciendo que los indios robaban y se comían las ovejas y no querían entender”.
Esto es lo que expresa Clementina Fidret en el segundo párrafo del texto que hoy reseñamos. Es algo que nos toca de cerca, pues la colonización ovina de la Patagonia Austral y la Tierra del Fuego, a partir de la década de 1880 y sus efectos sobre la población autóctona de la región es uno de los capítulos más amargos de nuestra historia. Desde la historiografía, diversos autores, como los primeros religiosos que llegaron a la Patagonia (D’Agostini, Fagnano, Gusinde, Marabini, Beauvoir y otros) José Perich, Carlos Vega Delgado, José María Borrero, Mateo Martinic y más recientemente Joaquín Bascopé o Alberto Harambour, han tratado el tema; con mayor o menor profundidad, según el prisma desde el cual se aborde y tratando de separar el mito de la realidad.
El periodista y escritor nacional José Miguel Varas vivió en Punta Arenas en 1958 donde trabajó en la desaparecida radio La Voz del Sur. Aquí recogió el testimonio de quien refiere como Clementina Fidret. Ella le contó que habría llegado a esta ciudad en 1894, a los 18 años de edad con su madre y sus cuatro hermanas, venían de una estadía de siete años en Buenos Aires, Argentina, adonde habían emigrado desde Francia. En ese encuentro le habló del Punta Arenas de fines del siglo XIX (con su carga de haber sido colonia penal). Lo ilustró sobre la colonización (ovina) acelerada de Tierra del Fuego, de como se repartieron las tierras y del consecuente desplazamiento, matanza y extinción de los onas (“nunca nos imaginamos el grado de barbarie que encontramos, después de haber vivido en una ciudad tan civilizada y Europea como Buenos Aires”).
Con especial atención le cuenta lo ocurrido en julio de 1895, cuando por las calles de la ciudad desfilaron individuos armados y prisioneros, éstos eran 165 indígenas vestidos con restos de ropas, todos descalzos, varios de ellos heridos; la gran parte de ellos mujeres y niños. A continuación, prosigue el relato, fueron encerrados en un galpón sin techo y muchos de los niños fueron vendidos, arrebatándolos de los brazos de sus madres, quienes se arrancaron de la prisión y corrían por las calles buscando a sus pequeños gritando: “Pikinini, Pikinini…”.
Lo referido por Fidret ocurrió y corresponde a la captura de 165 onas en el sector de San Sebastián que fueron traídos a Punta Arenas por orden del gobernador de la época Manuel Señoret, probablemente con la intención de hacerlos trabajar (para un tratamiento más detallado ver: Grendi, Paola y Vega, Carlos. “Vejámenes inferidos a indígenas de Tierra del Fuego”, 2 tomos. Punta Arenas: Corporación Nacional Indígena de la XII Región, 2002).
La conversación fue transformada por Varas en el cuento “Pikinini”, cuya versión original data de 1995 (Varas, José Miguel; “Cuentos completos”, Alfaguara, 2012). En dicha versión es Varas quien relata en primera persona su encuentro con Clementina, incluyendo los diálogos con ella y transcribiendo lo que ella le cuenta.
El libro que hoy reseñamos incluye sólo las intervenciones de Clementina con algunas modificaciones mínimas, es ella quien habla en primera persona. Su relato se combina acertadamente con las ilustraciones de Raquel Echenique y la diagramación de Esteli Slachevsky. “Pikinini” es una edición de lujo, de tapas duras e interior bellamente ilustrado que da cuenta de un trabajo editorial de excelencia.
Finalmente, respecto del significado del “Pikinini”, Clementina expresa: “Tal vez así le decían en su lengua a los chiquitos. O es lo que les sonó de las palabras que escuchaban en castellano”.
José Miguel Varas (1928-2011) fue periodista y escritor, publicó una importante cantidad de cuentos y novelas. Después del Golpe de estado de 1973 vivió exiliado en la Unión Soviética, desde donde dirigía el programa “Escucha Chile” de Radio Moscú. Entre muchos otros galardones obtuvo en 2006 el Premio Nacional de Literatura.
Raquel Echenique Llovet es una ilustradora chilena. Ha colaborado en numerosos libros, especialmente del área infantil, publicados por importantes editoriales nacionales. Ha recibido importantes premios por su trabajo.
"Pikinini", José Miguel Varas Morel; ilustrado por Raquel Echenique Llovet -1ª ed. - Santiago, Chile: Lom Ediciones, 2017, 52 pgs. Proyecto financiado por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
"Pikinini", José Miguel Varas. Ilustrado por Raquel Echenique.
Lom Ediciones, 2017, 52 págs.
Por Marino Muñoz Agüero