Quién es John Nieraad, le pregunté a John después de recibir un correo donde me pedía promocionar su primer libro, "Voces de Talca. La música de las ruinas". No me sonaba su nombre. Y no es que sea un experto en producción literaria local, pero hay nombres referenciales en mi carpeta. Y Nieraad no aparecía por ninguna parte.
Y John, dando pistas de su naturaleza, me responde: "Un ser humano, nacido en San Javier, en 1984, pero que creció en Talca, entre la Villa Acuario y la Independencia.
Ingeniero en Informática, ex futbolista amateur, gestor cultural, y librero; entre los años 2013 y 2019 realizó inolvidables eventos poéticos, en algunos míticos lugares de la ciudad del trueno; además, creó espacios culturales, un fanzine de culto, participó en lecturas de poesía, películas de cine Z, y exposiciones fotográficas. Actualmente vive en Linares, desde donde publica esta obra, su primer libro".
Sanjavierino entonces. Sí... pero no...
"Nací en San Javier, porque mi padre trabajaba en el hospital de la ciudad.
Pero viví la mayor parte de mi vida en Talca, salvo algunos periodos de mi adultez". Vale la aclaración para entender por qué un sanjavierino, que vive en Linares, escribe un libro que es su "humilde homenaje a Talca".
Un libro multiverso, múltiple, con material propio, entrevistas y fotografías. Un texto, rememora el autor, que comenzó a gestarse en enero del 2010.
Ese mes, antes de que cambiara todo, comenzó a hacer fotos del casco antiguo de Talca y San Javier, proceso que fue interrumpido por el terremoto del 27 de febrero. "En ese entonces, el libro quería ser una mezcla entre el ensayo fotográfico documental `El viaje de Rakar', de Ramón Acevedo Arce, pero que en vez de recorrer la Quinta Región, como este libro, yo quería recorrer la Región del Maule, inspirado también por el mítico diario de viaje `Sendas de Oku', de Matsuo Basho, en donde Matsuo y sus discípulos recorren Japón escribiendo poemas y llevando sus diarios. Yo quería también tomarle fotografías a esta tierra que llamaba poderosamente mi atención, por su ruralidad, su arquitectura antigua, sus leyendas, y sobre todo su gente.
Pero el terremoto dejó grogui aquel ambicioso proyecto".
El 2014, viviendo en Buenos Aires, dice que volvió "a sentir el llamado de Talca". La añoraba. Soñaba con ella. "Extrañaba callejearla, contemplar sus aguas, sentir sus vientos, escuchar sus sonidos, las voceadas de los vendedores ambulantes que aún hoy pasan por los barrios... ".
No le quedó otra que volver. Quiso saber un poco más del Talca antiguo, "del Talca antes del terremoto, del Talca de mi niñez, que veía que se estaba perdiendo.
Entonces, espontáneamente, fueron apareciendo personas a las cuales les pude preguntar sobre ese Talca, a las cuales entrevisté, y me contaron parte de sus vidas en la ciudad; también del Teatro Oriente, de la Confitería Palet, de la importancia de los clubes deportivos en los barrios, de Talca en dictadura, del Cura Lebret, de todos los cines que hubo en Talca, de la 10 Oriente, de las míticas subidas del río Claro, y las lluvias legendarias, y tantas historias y secretos más de la ciudad". En paralelo, comenzó a tomar las primeras fotografías de este nuevo proyecto, y también a anotar pequeñas frases y reflexiones y poemas de la ciudad.
"Espero que este libro sea un aporte a la memoria de Talca, y que ayude a re-conocerla, a saber un poco más de su historia, e inspire a otrxs a interesarse por ella, a cuidarla, a revalorizarla, a conocer a sus personajes y héroes, a mirar su belleza, su tierra, y ejercer la talquinidad, defender la ciudad y los bellos lugares que aún van quedando, sus áreas verdes, El Bajo, La Protocultura, rescatar la plaza Cienfuegos/la plaza de Las Concentradas... ".
—¿Qué define al talquino... cómo es.. .? Siempre se ha comentado eso de preguntar por los apellidos... de ser un poco clasista... ¿Crees que es así o es un prejuicio o una idea de otro tiempo?
—"No lo sé. Quizás algo que los define podría ser el conocer el placer ancestral de los mejores completos de la galaxia, como dice Bruno Lloret, en el prólogo del libro. O los ricos motes con huesillo. La geografía... ¿Cómo es? Hay de todo: está el talquino de esfuerzo, el talquino gozador, o el talquino que vende la pomada, que `hace la talquina'. He escuchado esa frase un par de veces. Aunque en todas partes se cuecen habas. Y eso de los apellidos creo que es una idea de otro tiempo.
Aunque sí hay apellidos que quedaron en la historia de Talca, por sus hazañas, sus negocios, sus robos, etcétera, que se reconocen".
—¿Sigue siendo Talca una ciudad amable, bonita y barata? Te recuerdo que hoy los tacos, que creíamos eran exclusividad de Santiago, están a la orden del día... la ciudad ha crecido mucho... La Alameda antes era un remanso y hoy es un amplificador de bocinas y motores de un interminable correr de vehículos...
—"Creo que somos amables y cariñosos, al menos, con los que queremos, ¿o no? ¿Bonita? Siempre, o por ahora. El Piduco sigue atravesando la ciudad con su cristalina y barrosa agua. El río Claro también. Pero la gente sigue botando basura en todos lados. ¿Barata? Hace rato que ya no. Todo se duplicó o triplicó. Que el frío, que el calor, que las guerras, que la lluvia... Libre Mercado. Lo de los tacos es como dices, e irán en aumento hasta que nos extingamos. Todo va en esa dirección. Luego vendrán los drones con propaganda (¿aún pasa por Talca la avioneta sobre las casas promocionando el circo?). Se viene Talca Blade Runner. Lo bueno es que aún hoy, 2023, se puede caminar por la ciudad, callejearla, y encontrarse con un lugar donde comer ricos completos. La movida cultural sigue súper entretenida. Hay grandes artistas en Talca y en la región. Y vienen buenos artistas a estas tierras también. Está todo pasando. Y, aunque se repiten los rostros, hay lugares abriendo espacios a las nuevas voces.
En Talca aún se puede ir al puente viejo, al bajo, a la proto, o al parque piduco, a estar tranquilos, alejados un poco de la bulla, y con la música relajante de las aguas, observando las canoas del Club Municipal de Canotaje pasar, o a los coipos nadar".
—¿Si volvieras a vivir a Talca... en qué sector te gustaría vivir?
—"Me encantaría vivir entre el Piduco y la casa de mi tata, ahí en la Independencia. Poder caminar por el barrio, ir al almacén, conversar con mis vecinas. Jugar en el club. Ir a donde se reúnen los árboles, y visitar al Piduco todos los días con mi familia".
—¿Qué cambiarías de Talca y de los talquinos?
—"Me gustaría ver algún día el Piduco limpio y navegable. Una Venecia Piducana, con cafecitos, espacios culturales, parques, lugares de esparcimiento. Ya algo hay, y eso es un avance. Pero, como decía antes, seguimos siendo súper cochinos, y no cuidamos nuestra ciudad. Es cosa de hacer memoria. Sería maravilloso también El Bajo limpio. La Protocultura. Lo bueno es que ya hay personas cuidando esos mágicos paraísos, como Humedal Urbano El Bajo.
Cambiaría la plaza Cienfuegos de ahora, por la que había antes. ¡Qué la devuelvan!
—¿Qué es la talquinidad? ¿ Existe la talquinidad?
—"Una parte de la talquinidad serían todos esos lugares que te nombré, para mí. Cada quién tiene y vive su talquinidad, o no está ni ahí. O le tira mala onda. Talquinidad podría ser vivir la ciudad, cuidarla, soñarla... ".
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com John Nieraad autor de "Voces de Talca. La música de las ruinas":
"Me gustaría ver algún día el Piduco limpio y navegable"
Por Rodrigo Contreras Vergara
Publicado en Diario Talca, 25 de junio 2023