EL SENTIDO DE LA MUERTE SEGÚN RELATOS MAPUCHE
Por Juan
Paulo Huirimilla
Pukem (Invierno
o tiempo del brote) del 2004.
La presente nota trata de analizar una serie de relatos que circulan
en la memoria colectiva de las diversas identidades territoriales
del pueblo mapuche. Para ello, se han escogidos diversos tipos de
textos orales, ahora codificados por antropólogos, filólogos como
también investigadores mapuche. Destacan los trabajos de Bertha
Koessler en Tradiciones Araucanas y Cuentan los Mapuche
por el Puel Mapu (argentina); las investigaciones de Pilar
Alvarez-Santullano en la zona de San Juan de la Costa; trabajos
de sistematización y análisis de Hugo Carrasco referidos a mitos de creación o cosmogónicos, siguiendo
la línea de Propp, Bremond, Pino, Salas y Lenz, entre otros.
Sin embargo, este breve documento trata de analizar una serie de relatos
desde lo mapuche, cuyo soporte de pensamiento(rakiduam) y de conocimiento(kimün),
están anclados en la circularidad, la memoria colectiva, la
oralidad en conflicto con la escritura; la muerte como ampliación
de la vida y la naturaleza como eje del Kimün(saber). Con todo
lo anterior, trataremos de identificar el sentido de lo mortuorio
en ciertos relatos de origen(kai Kai/trentren filú) y nütram(historias)
del witranalwe, anchimallén, weküfü, Canillo y/o
Wenteyao, entre otros.
Partimos de la premisa que los registros narrativos referidos al sentido
de la muerte denotan una bipolaridad (bien/mal) o como en mapuche
se entiente, la idea del equilibrio versus el desequilibrio que se
complementan por el hecho de que el bien no existe sin el mal y viceversa.
Hablamos por ello, del Küme Felen: equilibrio entre el piwke
(corazón); rakiduam (pensamiento); Kalül (cuerpo) y Püyü(espíritu)
y el Weda Felen( el desequilibrio). Si no existiera una armonía
entre los componentes del equilibrio el Che(la persona) se enfermará
y tendrá que recurrir a la naturaleza, un médico, una
meica(Lawentuchefe) o Machi para re-establecer el orden de las cosas.
De los relatos a examinar podemos decir que existe un substrato común
en relatos de origen en que encontramos a cada momento el rito y sacrificio
como eje epistemológico, que vincula nuestro mundo de la realidad
y su ampliación lo sobrenatural. Ejemplo de ello, lo constituye
el Piam (relato verdadero o de origen) de Kai Kai y Tren Tren en que
es necesario reestablecer el orden de las cosas en el caso de desastres
a través de una ceremonia(rito) y un sacrificio animal o humano.
Adviértase que el relato va cambiando de acuerdo a la identidad
territorial, hasta llegar a explicar los fenómenos de la naturaleza
o la conformación geográfica y demás como es
el caso de las islas de Chiloé.
Respecto al sentido de la muerte en los relatos, se advierte que los
sujetos de la enunciación profieren discursos anclados en lo
telúrico, en que el substrato común serán seres
fantasmagóricos que conviven con los vivos y se les aparecen
cuando se violan las reglas morales y rituales, vale decir, el Ad
Mapu o kume mongen.
Por otro lado, en Nütram(historia) se denota que seres como el
Anchimalen (niña o niño luminoso), Wekufü ( lo
malo) son creados por una zona de la cultura mapuche en que el mal
es el fundante del imaginario, en este caso: los Kalku(seres preocupados
de lo mortuorio y por ende del mal). En este sentido, advertimos que
para que se reestablezca el equilibrio, será necesario, la
lucha simbólica entre la Machi y los seres fantasmagóricos
que han atacado a un hombre o mujer. La machi por tanto tendrá
que ir a buscar a la cueva del kalku, pedazos de ropa, tierra del
rastro de la persona u objetos utilizados por el kalku para producir
el mal, subiendo al árbol de la vida (rewe) para que el Kütram(la
enfermedad) salga del cuerpo/espíritu de la persona.
Lo mortuorio se da cotidianamente en un espacio en específico,
vale decir, en el Nagmapu, espacio en que la dualidad (bien/mal) muerte/vida
coexisten. Además el relato se profiere en cierta temporalidad
de la enunciación. Puede narrarse, dependiendo del tipo de
relato que sea (Nütram (historia), Konew (historia como adivinanza),
Gulam (relato de consejo), Piam (relato verdadero de la creación
del mundo), epew (relato de animales u relación hombre animal),
puesto que hay textos como el Piam que han sido proferidos desde el
Ruf futrakuifi em (pasado lejano remoto) como es el caso del mito
de origen indicado (Kai Kai y Tren Tren ) así como también
" el primer espíritu arrojado desde el azul", o bien,
"El padre y los rebeldes hijos" que por lo demás,
han sido transmitidos de generación en generación según
la dinámica cultural mapuche: su oralidad, actualmente codificada
en la página blanca.
Los Nütram o discursos de la conversación sobre la memoria
colectiva que hemos estudiado han sido proferidos desde el We Kuifi
(pasado lejano mediato), es decir, en un tiempo del pasado (Kuifi)
que no es tan lejano (Newefütrakuyfiem) ni tan remoto (ruf futra
kuifi em) y obedecen a una espacialidad, por ser creaciones de Kalku
(anchimalen, wekufü, Tue Tue) que nacen del Minche Mapu (debajo
de la tierra). En Williche, por analogía será el Minumapu
(subsuelo). Este es visto como un espacio en que se cuidan los recursos
naturales sea agua, minerales y demás, debiendo el che(hombre)
conversar con los (Ngen) o seres que cuidan y protegen a la naturaleza.
Por ello, lo "malo" no debe entenderse como aquello que
vive/sobrevive o habita en el Minchemapu o Minumapu. En Huilliche
el Minumapu sería el espacio habitus de los minerales y no
lo "malo" como escatológicamente se cree.
De lo anterior se desprende que la concepción de temporalidad
será más bien espiral, por lo tanto, las explicaciones
del presente deberá buscarse en diversos tipos de pasados,
por lo tanto, nuestra memoria individual y colectiva serán
los abuelos, quienes traspasan su sabiduría en un momento determinado
de la noche, después del crepúsculo, hasta la media
noche, en que no se puede salir al bosque, monte, patio y demás,
porque los seres imaginarios vendrán a producir la enfermedad
o el desequilibrio. Agréguese además, que en la noche
se producirá el pewma (sueño) que será contado
en la mañana y el ser determinará su vida en base a
este pewma, según sea malo y bueno y buscará sus explicaciones
en la realidad donde habita.
Por otro lado, en ciertos textos narrativos se producirá un
desequilibrio cuando no se obedecen las leyes del Admapu, por tanto,
a las comunidades (Lof o Machulla) se les caerá el Wechantun
(pobreza ) o el Canillo (fuerza negativa representada en un niño
poseído que estirará su cuerpo para comer la comida
que su familia ha dejado colgada en el umbral de la ruka): "entonces,
se tapará el sol de oscuridad" o "lloverá
demás", debiendo la comunidad conversar con las fuerzas
benefactoras, en nuestro caso, Wenteyao (Ngen) para así restablecer
el equilibrio del Lofche.
Por otro parte, en la narratología del Wekufü existe un
contrato entre el hombre y las fuerzas negativas que encarna el Wekufü,
debiendo este último pagar tributos a éste a través
de sacrificios de animales, para que la riqueza se mantenga, o bien,
celebrar una fiesta en honor al Wekufü con familiares más
cercanos, para que éste restituya las alianzas. Agréguese,
que hay casos en que el Wekufü , exige la muerte de hijos del
contrayente de la alianza.
Si analizamos el relato anterior, podemos hacer hincapié en
que sigue existiendo lo sacrificial/ritual como soporte epistemológico
que traspasa las temporalidades históricas, aunque aquello
se rompe en el caso del relato o Nútram : "Sueño
de Kalfukura" en que el Ngenmapun (ser dominador de la tierra)
pide un sacrificio en un Kalfu Pewma (sueño sagrado), Kalfukura,
Toki o guerrero no lo cumple, ya que, se da cuenta que los sacrificiales
eran también seres humanos.
Otro Nütram será de Anchimalen y el Witranalwe. El primero
es creado por un kalku al revivir el espíritu muerto o alwe
de un niño fenecido, enviándolo a desequilibrar al hombre.
El Anchimalen por lo tanto, será un espectro que convive con
los vivos y es representada(o) por medio de luces o la figura de un
niño(a) que persigue a las personas: "al otro día
es que un atado de huesos si es que se pilla y se le amarra con un
junquillo".
El Witranalwe será, por otro lado, un huaso con una espuela
de oro, vestido completamente de negro que se le atravesará
en el camino, perdiendo a través de imaginerías al ser,
debiendo éste Gnillatukarle(discurso retótico u oración)
para que lo deje pasar y continúe su viaje de vuelta a casa
después de haber asistido a un torneo, carrera de caballos
o juego de palin (chueca). El Witranalwe por lo visto será
una creación de etnoficción literaria(como también,
ciertos discursos de retóricos de exegetas, bates o poetas
mapuche) en que se revive el alma, pero ahora de un adulto, que ha
sido astuto, alegre o fuerte en vida, o bien, es un espectro mortuorio
de un ser humano que vaga por el Nagmapu(vida cotidiana o encima de
la tierra) cuya alma no ha ascendido al Wenumapu (cielo de la tierra)
ni ha recibido los efectos de encantamiento en rocas como es el caso
de Wenteyao o la versión lafkenche (gente que vive en el lafkenmapu:
tierra cercana al mar) de Mankian.
Anchimallen y el Witranalwe son figuras telúricas que tienen
en común desorientar al mapuche cuando los sujetos de la enunciación
han transgredido las normas de la comunidad como: pensar mal, tener
miedo o "juzgar a sus hermanos".
Por último, el sentido de la muerte en este corpus narrativo
analizado, se manifiesta en la ritualidad comunitaria y cotidiana,
existiendo un contrato entre las fuerzas telúricas y el hombre
para su bienestar material a cambio de su espiritualidad. La intervención
de lo fantasmagórico o cierto realismo mágico rico en
la vida cotidiana como exigencia de conducta; la lucha simbólica
muerte/vida entre lo perecible y duradero; entre el equilibrio y desequilibrio
(kalku versus machi) y la coexistencia del relato en un espacio y
tiempo determinado de enunciación.
Juan Paulo Huirimilla
Poeta/Profesor
Rahue (Lugar de la Greda),
Pukem(Invierno o tiempo del brote) del 2004.