Mi corazón golpea la puerta de mi claustro
Cerrada bajo siete sellos
Bajo siete plagas bajo siete tentaciones:
libra a mí d’esta prisión do yago
Y palidez de ayuno tengo en cuerpo entero
Y sobre mí fijaré mis ojos
Y yo soy mi pecado mi pantera mi bestia fiera
Y no puedo dormirme
Aunque repita de memoria salmos pasados de moda
Que mañana sin embargo serán cantados con música de jazz
en arameo y mayaquiché y antiguo verso
Con música electrónica de 120 decibeles
Y en toda lengua: canción rock canción quechua
Y hoja por hoja y labio por labio
Serán cantados sin engaño en los retretes
En los urinarios públicos
En el gran baño turco de la ciudad en tinieblas
Y mi corazón y mi claustro pasarán
Y el cielo y la tierra y mi caballo de infancia
Y alabado será mi nombre
Que tuvo culpa de amor y no de guerra
Pecado de paraíso terrenal y no de mal ladrón
Tengo miedo tengo miedo Padre
Y sobreviviré a las ruinas del templo
Tan solo para ser aquel alguien
Que escribe en sus muros la palabra Desamparo.
________
* Jaime Quezada: Huerfanías.
Pehuén Editores, Santiago, 1985.
(Foto Portada de Sebastián Barros).