
          
          200 AÑOS
        Jesús Sepúlveda
        
        
          ¿Qué es un país? 
        ¿Un recuerdo
          una calle sin salida donde juegan los niños a la pelota
          la hora de once o una tarde de verano
          un momento
          el olor del pan tostado 
          y la certeza del hogar?
        ¿O una tumba donde descansan los padres que dejaron un hueco abierto? 
        ¿Una lápida bajo el cielo de febrero 
          y marzo 
          y junio cuando se sabe la verdad?
        ¡Oh, gloriosa precariedad de los días de abril!
  ¡Oh, mes más cruel 
          y mortecino 
          que desencadena la memoria!
        ¿Qué es  un país?
        ¿Los ojos profundos de una hija que nos ve partir en silencio? 
  ¿El hedor de una esquina a medianoche
          un almacén 
          o la avenida con sus tiendas de ropa?
        Hay un tocadiscos de vinilo
        Muebles tristes 
          que encienden la oscuridad de un plato de sopa
        Reflejo fugaz en las ventanas del metro
          Rostros sorprendidos ante tanta celeridad 
        ¿Qué es un país? 
        Postal borrosa
          Pasaporte
          Velador en desuso
        Amalgama de barrios y poblaciones 
          Alcantarillas ante el ocre del ocaso
        El río Lobo donde habitan las ratas de la mugre 
          y los comentarios pícaros de mi padre ya muerto
        Fragancia de amigas y bellas amantes 
          en las flores del papel mural de un hotel parejero 
        Cervecerías frente a las plazas
          que evaporan el día y prenden la luz
          Autobuses 
        Al fondo se oyen los pasos apurados de mi madre trabajadora
        ¿Qué son esos departamentos derrumbados como cajas de fósforos? 
  ¿Y los días en el péndulo de un reloj detenido frente al mar? 
        ¿Qué es la muerte?
        Con la bandera no se juega y mostró el puño -dijo-
          Con los emblemas no se jode y sacó un cañón –hizo-
          Con las llaves cerró el paso y vociferó –se satisfizo-
        Banda de bandidos
          y alaracos 
        Estafetas de uniforme
          y testaferros
        Puercos del infierno
          y del cielo
        ¿Qué hicieron cuando quemaron a esos niños?
        Se encendieron barricadas
          No hubo arrepentidos
        Y nadie dijo nada, Pezoa 
          ni el vecino Soto, ni el amigo Astaburuaga
        Porque somos eso:
          un montón de apellidos desparramados desde la cubierta de un barco 
          aventureros sin timón endebles bajo la noche
          desarraigados con barba
          y mujeres oscuras portando la cruz de la masacre
        ¿A qué se vino? 
  ¿A mezclarse o a esclavizar?
          Fronda épica en octava real
        ¿Será acaso la última vez que escriba como compatriota? 
        Déjenme crecer la cara 
          Rasputín enloquecido
        ¿Qué es un país? 
        La madre superiora de un colegio de monjas guarda su rosario bajo la  almohada
          Se derrite el barquillo de chocolate en la gelatería del centro
          Las montañas se deslavan como trozos de plumavit
          Jinete solitario en el valle de una acuarela
        ¿Qué fue de los bombarderos?
   
  ¿Y la plaza con niños donde había una aplanadora
          la bicicleta de Wilson
          la paquetería
          la botica
          la feria de los sábados
          y sus verduleros?
        ¿Acaso  hubo un Nguillatún que nos involucrara a todos?
        Cai-Cai Vilú
          Tren-Tren Vilú
        La serpiente de tierra da coletazos en el agua
        Y esas viejas arrugadas cargan bolsas pesadas
          con sus piernas chuecas de gallinas en gallinero
        ¿Qué dijo el doctor
          y la matrona 
          o la meika del sur que lee la orina?
        ¿Qué es un país?
        ¿Y sus doscientos años? 
  ¿Qué son? 
  ¿Qué se celebra?
        ¿Acaso la risa impostora que piensa en miles de millones?
        ¿Las patillas mofletudas
          de un libertador colorín y rechoncho? 
  ¿El pelo chuzo del ilustre Salas? 
  ¿O la Aurora  de un cura que no fue pedófilo por miedo a amar?
        ¿Dónde quedaron tus arroyos 
  álamos imponentes 
          lagos con la forma de cisnes de cuello negro?
        ¿Qué se hizo la tierra verde? 
          Vergeles que una vez abrazaron la brisa
        ¿Qué fue de las pozas azules 
          repletas ahora de basura y plástico?
        Hubo un país y un hombre culto que creyó en la fuerza de su tono  metálico
          y una guitarra
          una sonrisa
          una arpillera escrita con poesía
        ¿Qué fue de todo ello? 
        ¿Acaso un bombazo desmoronó el recuerdo? 
  ¿Tan frágil era la melodía?
  ¿O los hombres de verde que no quisieron ayudar echaron tierra en la  última sepultura?
        No te extraño, viejo amigo, sólo te quiero a la distancia 
         
         
        20 de abril de 2010