El investigador del Centro de Estudios Públicos explica que la tragedia griega ha estado siempre muy presente en nuestra actualidad. “Hoy día, por ejemplo, cuando entusiasmados intentamos hacer una nueva Constitución, fracasamos;
intentamos una segunda, fracasamos”, señala Trujillo.
¿Qué es la tragedia? ¿Es tan solo un género literario o es acaso algo más? Estas son algunas de las preguntas que busca responder el investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Joaquín Trujillo, en el libro El dios de la máquina: ensayo sobre la conjuración de la tragedia (2023, Editorial Roneo).
“El libro dice que las épocas antiguas estaban caracterizadas por el destino, por lo inevitable. Poco a poco va surgiendo la idea de que los seres humanos no se rigen por fuerzas extrañas, que se gobiernan a sí mismos. Curiosamente, la victoria de esta transformación tiene su momento con la aparición del derecho romano, con el predominio de la comedia y la extensión, a través del cristianismo, de la doctrina judía del libre albedrío. El mundo empieza a ser visto como un lugar cómico, vale decir, corregible, en el que son factibles los finales felices. Esta tendencia, cada vez más fuerte, llega a imaginar derechos y constituciones universales. La idea de grandes revoluciones planetarias y definitivas se enmarca en eso. Por lo tanto, el deus ex machina, el dios de la máquina, que era como se llamaba en el teatro antiguo a los personajes divinos que aparecían repentinamente a solucionar el conflicto trágico, a darle un mejor final, es la manera de llamar a todo este proceso”, explica a El Mostrador.
Si bien el libro se publicó en 2023, ya lo estaba pensando en 2010 cuando hizo su tesis de licenciatura de la carrera de Derecho en la Universidad de Chile. Posteriormente hizo un magíster en Estudios Latinoamericanos y, actualmente es candidato a doctor en Literatura de la misma casa de estudios.
En una corta biografía realizada por alumnos de la Universidad de Chile, con el objetivo de tomar decisiones a la hora de elegir sus cursos, definen a Trujillo como una “futura eminencia en la facultad”, apasionado por la literatura y los cursos que imparte, entre otras características. Además, señalan que “tiene un particular sentido del humor, a veces irónico”. En sus cursos cita a diversos autores y autoras, entre ellos, Sófocles, Eurípides, Aristófanes, Dante, Shakespeare, Cervantes, Kleist, Balzac, Borges, Neruda, Pound, Ajmátova, Szymborska, Roth, Kafka, Brecht, Tolstoi, Lessing, Henry James.
En ese sentido, el pensador sostiene que “la literatura, el teatro, el derecho tienen mucho en común”.
“Un tribunal es una escena dramática, pero decir eso es abusar de las apariencias. Lo que a mí me ha parecido es que, como en ningún otro género literario, en el teatro, desde muy antiguo y tal vez porque era un espectáculo tan público, ha habido preocupación especial por la justicia. No todas, pero muchas de las tragedias griegas, las de Shakespeare, Racine, Ibsen y el teatro épico de Brecht, comparten esta obsesión por si es posible hacer lo justo en este mundo. Y el derecho también, pero… el derecho ha sido capaz de pulir una tekné, en griego, un ate, o una técnica para eludir los colapsos trágicos en que cae la obsesión por la justicia. Es decir, el estudio de estos temas aparentemente tan disímiles me ha permitido entender que no lo son tanto, que respiran el oxígeno de un mismo planeta”, expresa.
La literatura lo ha llevado a escribir diversos libros, entre los cuales destacan el ensayo Andrés Bello: libertad, imperio, estilo (2019) y la novela Lobelia (2017). Además, es coautor de Andrés Bello hoy: sus luces y sombras desde una perspectiva contemporánea (2021), Ficciones jurídicas: derecho y literatura en Chile (2019) y 1925, Continuidad republicana y legitimidad constitucional: una propuesta (2018).
Este año, además de El dios de la máquina, publicó la Trilogía Bíblica: En el paraíso de Mardok, Un amigo visible, El reino o el Reich (2023, RIL) y la novela Caballero de Chile (2023, Editorial Katankura).
En el paraíso de Mardok, Un amigo visible y El Reino o el Reich son las tres piezas que conforman este tríptico bíblico. Basadas en libros poco conocidos del Antiguo Testamento, Ester, Tobías y Judit, cada una de las partes mezcla el humor y la reflexión profunda. En este libro Trujillo redescubre y redefine el teatro leído. Mientras que en la novela, Caballero de Chile explora la historia de Chile pasando por la Unidad Popular, el golpe de Estado, la dictadura y el estallido social que inició el 18 de octubre de 2019.
El dios de la máquina: ensayo sobre la conjuración de la tragedia
En su libro más reciente, Trujillo intenta explicar cómo hemos llegado hoy a entender la tragedia, cómo se ha pasado de lo que era considerado inevitable, regido por la mano de los dioses, a la alta probabilidad: dimensiones infinitesimales donde antes había una dimensión única y cerrada. Pero ¿qué relación hay entre la tragedia griega y la actualidad?
“La relación entre la tragedia griega y la actualidad es inmensa”, indica el autor.
“Además de variadas conductas a las que dan nombre los personajes del mito griego que se desarrollaron en la tragedia, lo que se plantea en el libro es que hay aspectos que quedaron completamente lejanos de nosotros, pero otros que todavía subsisten. De tiempo en tiempo, van reapareciendo ciertas equivalencias. Por ejemplo, durante la dictadura chilena era evidente que el caso de Antígona se aplicaba mucho. Luego, con la transición a la democracia, tal vez más el caso de Orestes y Electra. Desde el estallido social, en cambio, quizá sea más representativo cierto teatro griego como el de Aristófanes, por decir algo, su comedia Las asambleístas”, agrega.
En ese sentido, expresa que hoy día entendemos la tragedia como un hecho terrible, sin embargo, puntualiza que “esa es una definición inadecuada”.
“Tragedias son, en rigor, hechos terribles que no pudieron haber sido evitados, aún habiendo realizado todos los esfuerzos por impedirlo. Por eso, en la tragedia más famosa, Edipo Rey, el personaje principal, Edipo, famoso por su inteligencia, hace lo imposible por evitar su destino, que es matar a su padre y casarse con su madre, y a pesar de eso, de haberlo evitado tanto, le sucede todo lo que no quería hacer. Por eso, podríamos decir que tenemos tragedias hoy día, por ejemplo, cuando entusiasmados intentamos hacer una nueva Constitución, fracasamos; intentamos una segunda, fracasamos. Y de pronto, pareciera que el designio que dice que Chile, quiéralo o no, es un país conservador, no necesariamente beato, sino simplemente reacio a cambios radicales, se cumple otra vez en nuestros tiempos tan modernos”, reflexiona.
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Joaquín Trujillo, abogado y autor:
“La relación entre la tragedia griega y la actualidad es inmensa”
Por Emilia Aparicio
Publicado en EL MOSTRADOR, 26 de diciembre 2023