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ANIMALIA, LA GRAN FUGA Y OTROS CUENTOS (2018) DE LILA CALDERÓN
POR EDICIONES DEL GATO

ANIMALIA EN CONFERENCIA


Los protagonistas de Animalia, La gran fuga y otros cuentos, de Lila Calderón publicado por Ediciones del Gato (2018), visitaron la ciudad
y ofrecieron conferencia de prensa. Los animales fugados del zoológico en la famosa “Gran fuga” enviaron un representante clandestino, pues siguen en fuga.

Por Úrsula Villavicencio
Directora del Centro de Investigaciones Imaginarias



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La sede del Centro de Investigaciones imaginarias fue visitado por los protagonistas de Animalia, La Gran Fuga y otros cuentos (2018), el último libro de Lila Calderón publicado por Ediciones del Gato. Estuvieron presentes: El Mamut, la Babosa, el Murciélago, la luciérnaga Lucy, un tiranosaurio, el Bisonte, el Pingüino fotógrafo, el Zorro; en exclusiva una de las lombrices amigas del único humano protagonista en este libro, Benjamín; además de un anónimo representante de los fugados del zoológico y cuya identidad mantendremos en secreto, así como la fecha de esta visita clandestina.

Comenzamos con Mamut.

¿Por qué el patinaje, Mamut, un deporte que hoy llamaríamos inadecuado para un alguien con tu peso?
MAMUT: Eso es un prejuicio. El patinaje es un arte. Con la práctica constante llegué a dominarlo y mi tamaño nunca fue un impedimento. Tal es un arte que el duende que viajaba en el tiempo consiguió para mí arte música del Gran Wolfang Amadeus Mozart. Con música y mis piruetas hice llorar a todos los Mamuts en mi fiesta de cumpleaños.

Se dice que tu especie se extinguió porque invitaste a todos los mamuts a la celebración de tu fiesta de 18 años, por aquello de que hacía tanto frío en los campos de patinaje todos se helaron y como eran tan grandes, congelaron todo a su alrededor, que quizás los mamuts se habrían convertido en la cordillera de los Andes ¿es eso cierto?
MAMUT: Eso es cierto si tú quieres que lo sea. Si quieres ver en cada altura andina a alguno de mis parientes, podrías estar en lo cierto. Te voy a contar cómo realmente ocurrió nuestra extinción, y ustedes saquen sus propias conclusiones. Muchos hechos ocurrieron. Uno de los más importantes fue el cambio climático que provocó el final de la última glaciación. Somos mamíferos del Pleistoceno. Hace unos 13 mil años el clima se calentó y salieron más vegetales para comer y eso fue bueno, pero en cambio nos sobraba el pelo y pasábamos mucho calor y comenzamos a morir de hipertermia, pero eso no fue todo. El hombre no dejaba de cazarnos y eso lo pudieron saber los científicos pues calcularon que había disminuido la edad de nuestro destete de tres años, que era lo normal para nosotros, a mucho menos, gracias a la presión de nuestros depredadores y nuestro depredador era el hombre. No en vano coincidió nuestra extinción con la expansión del hombre. También existe la teoría de que los grandes mamíferos caímos con una enfermedad, pero no hay pruebas de ello.

Nuestro siguiente entrevistado es la Babosa Babosín.

¿Es cierto que estabas deprimido porque tus compañeros de colegio te hacían bullying con lo del “caracol sin casa”?
Cierto era, pero ya no más. Estoy orgulloso de ser una babosa porque llevo la sangre de la valiente babosa que con su baba de plata guió a los seres humanos del pueblo para salir del derrumbe tras un terremoto. Yo tomé conciencia de mi valor y mi importancia, por eso ya no me afecta lo que digan de mí porque yo sé quién soy.


¿Cómo es eso de que las babosas son caracoles sin casa?
Claro que no somos caracoles sin casa. Somos moluscos gasterópodos del orden Pulmonata, lo que significa que tenemos pulmones que nos permiten respirar oxígeno y vivir en la tierra igual que los caracoles, pero no somos caracoles ni necesitamos andar con la casa a cuestas.

¿Y cómo salió lo de la biblioteca ambulante, Babosín?
Salió estupendo. Realmente existen niños que se ilusionan con los libros y no tienen ninguno. Es muy difícil crecer sin un solo cuento. Fue más fácil de lo que pensábamos implementar nuestro plan.

Nuestro siguiente entrevistado es Murci, el murciélago.

Bienvenido, Murci. ¿Es cierto que los murciélagos son los ángeles de los ratones?
Los murciélagos no somos ángeles, somos mamíferos placentarios pero no pertenecemos al orden de los roedores, aunque somos casi tan numerosos como ellos. Somos los únicos mamíferos que vuelan. Yo me quise vestir de ángel para la fiesta del Gran Concurso de la noche de Gala, pero descubrí que con nada me veía mejor trajeado que con mis propias galas oscuras. Descubrí que soy más parecido a una gárgola que a un ángel.

¿Cómo que eres el único que vuela, y las ardillas voladoras?
Ellas no vuelan, planean. No tienen alas, sino que estiran la piel que sobra en sus extremidades.

De incógnito se encuentra entre nosotros un representante de “La gran fuga”. Nos ha pedido proteger su identidad pues los animales que escaparon del zoológico continúan y continuarán en fuga. Lo llamaremos “El fugado”.

¿Por qué escaparon del Zoológico?
FUGADO: Era una vida indigna para cualquier especie, incluso para los humanos que nos iban a visitar y molestar.

¿Cómo hicieron para planificar una fuga y luego esconderse tanto tiempo juntos entre tantas especies diferentes?
FUGADO: Sí, somos muy diferentes pero iguales en la necesidad de libertad y dignidad, así que con voluntad, logramos entendernos y solidarizar entre nosotros.

¿Cómo hicieron para no ser descubiertos en tanto tiempo?
FUGADO: Es un secreto. Deben leer “la Gran fuga” para averiguarlo.

Dejamos a Fugado con su bandera libertaria y nos dirigimos a Lucy, la luciérnaga que no podía dormir.

¿Y descubriste si se puede obtener luz natural de la alegría y la pasión por la vida?
(Previo aletear rápidamente)
LUCY: Claro que se puede. Con mi danza se enciende la luz de la alegría. Igual que brillan las estrellas que nos iluminan hasta después de millones de años de muertas.

Íbamos a preguntarle algo más pero se fue a danzar en torno al farol

A la conferencia también llegó uno de los tiranosaurios que estuvieron de fiesta en “La fiesta de los tiranosaurios”.

¿Al final, cómo estuvo la fiesta?
TIRANOSAURIO: Buenísima. Por fin disfrutamos del verdadero Amazonas. Tuvimos que ir nadando hasta el otro lado del océano, pero valió la pena.

¿Qué le dirías a los padres aprensivos que intentan resolverles todos los problemas a sus hijos?
Que los dejen crecer, buscando sus soluciones por sí mismos.

Dejamos al Tiranosaurio todavía con una Caipiriña en la mano, para conversar con el Bisonte de las cuevas de Altamira.

¿Definitivamente por qué no querías posar para la posteridad en Altamira?
BISONTE: ¡El chiquillo de las cavernas me trató de enano! Era un maleducado. Yo era el único bisonte que quedaba vivo y él viene a dirigirse a mí de esa manera —respondió airado.

Por lo mismo el niño quería inmortalizarte: eras el único modelo…

BISONTE: Eso me terminó de convencer pero los humanos me hicieron dejar la misión a medias… Si quieren comprenderme mejor, lean “El bisonte que no quería posar en Altamira”.

En exclusiva recibimos nada menos que a una lombriz de las que viven en la casa que construyó para ellas Benjamín, el humano protagonista en Animalia.

¿Por qué crees que Benjamín prefiere jugar con ustedes las lombrices de tierra, que con lombrices digitales en una tableta?
LOMBRIZ: Porque a Benjamín no le gusta jugar con cosas de mentira. La televisión muestra dibujos que se mueven pero que en realidad no están allí y se desaparecen con el control remoto.

¿Viven contentas en el castillo que les construyó Benjamín en su ropero?
LOMBRIZ: ¡Felices! Es una ciudadela fantástica además goza de una arquitectura vanguardista, especial. La gente nos mira con asco, Benjamín no. Nosotras transportamos minerales y nutrientes a la superficie del suelo, por eso somos fundamentales para mantener los suelos sanos y nutridos.

¿Y les gustó trasladarse al jardín infantil?
LOMBRIZ: Nos encantó. Volvimos a la tierra y muchos niños juegan con nosotras.

Nuestro próximo entrevistado es el Pingüino fotógrafo.

¿Qué diferencia encuentras entre el mundo visto a través de la cámara y visto sin la cámara?
PINGÜINO: Con la cámara puedes retener un momento y mantenerlo en el tiempo, en cambio sin la cámara el tiempo corre sin parar.

¿Fue muy difícil pasar a la fotografía en color?
PINGÜINO: Fue difícil. Merlín me recomendó jugar con la luz hasta “que las cosas me hablaran”. Hasta les gritaba a las cosas esperando que me respondieran.

¿Y te respondieron?
PINGÜINO: No. Aprendí a escuchar a la luz.

Finalmente nos encontramos con el Zorro, quien hizo la concesión de volver a la ciudad para esta entrevista y luego volverá raudo al campo.

¿Qué es lo peor de la ciudad, Zorro?
ZORRO: La gente y su capacidad para aprovecharse de los otros.

¿Pero no era lo mismo que hacías tú en el campo y que hiciste con unos niños pobres al llegar a la ciudad?
ZORRO: (Carraspea y mueve la cola)… pero ya aprendí mi lección: terminé sin piel.

¿Fue muy dura tu vida en la ciudad?
ZORRO: (Carraspea dos veces y sacude su hermosa cola de piel nueva). Dificilísima. No se la recomiendo a nadie. Sobre todo los prevengo contra los productores de cine y los institutos de inglés.

Dejamos a los personajes con sus reflexiones. Esperamos volverlos a ver, pero la mejor forma de recordarlos siempre es leer Animalia, La Gran Fuga y otros cuentos.



 

 

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Animalia, La Gran Fuga y otros cuentos de Lila Calderón.
Ediciones del Gato (2018)
Por Úrsula Villavicencio