… leo éstos y otros encabezados rutilantes
[en el cuerpo A (12) de El Mercurio
(viernes 23 de abril del 2010: 10:45am),
sección “Vida, Ciencia, Tecnología”],
sentado aquí, con un cortado a medio
empezar o terminar –todavía no me decido
a contestar este kōan tan simple y diario-,
en el Café de La Mary, calle Arlegui, Viña
del Mar, a pasos de la réplica de “El Eco”,
plantada en un rincón de la Plaza J.F. Vergara…,
y, lentamente, caigo en la cuenta que por suerte
o mala fortuna, no tengo nada nuevo que decir,
menos si del Bicentenario tuviera que hacerlo
ahora –sería el momento- que parto de vuelta
a ese otro país del que también soy ciudadano,
o sea que, se entiende, pertenezco, sin asomo
alguno de extrañamiento, a los no son de aquí
ni son de allá, por lo que ya saben entonces:
ser feliz es mi color de identidad… -Facundo
Cabral, recuerdo que desde un gastado cassette,
se lo cantaba a mi madre por él todas las tardes
cuando mi padre vivía… [lo busqué con el iPhone
para amenizarme esa mañana y a ustedes el poema:
http://www.youtube.com/watch?v=Ga451vCtScQ]