Un joven de letras (de Quilpué, 1998), Bastián Desidel Escurra, emprende un viaje al revés, algo que a tan temprana edad no se espera de un poeta, quien, por obligación de oficio y mandato de época, más aún la suya, ya bien enterada de que la ciencia ficción es tan real como nuestro anhelo de velocidad de escape, quien, como voz de su tiempo, un novatore ha de ser, se lanza a una especie de viaje a la semilla —no hace falta insistir en el peso de la referencia que la pongo yo y no el vate, pero lo hecho por él funciona dentro de estas coordenadas—, al origen, a la infancia y a un diálogo con el mundo paterno/materno. Así es como en Los fuegos abandonados (Viña Del Mar: Ediciones Altazor, 2024), en gran medida compuesto por textos concisos que bordean lo sapiencial del aforismo, la meditación figurada del haiku, o la entrada azarosa de un diario, sin ser nada de esto en rigor —tampoco insistiré en el peso del fragmento que fructificó en el siglo XX y que en mucho nos llegó a definir—, su autor se entrega a una aventura muy de quien entiende que tiene (toda) la vida por delante para acometer la empresa mayor, la del libro por venir, tarea de todo poeta joven, imaginarlo y escribirlo, sobre todo lo último, aunque esto fuera, como suele, a ocurrir algo después en su biografía, y si es en extremaunción igual vale lo mismo. Razón tiene Víctor Campos D., entonces, en su contratapa, cuando señala que “estos versos breves” son “el reflejo de una ambiciosa empresa con creces lograda: la de restituirle al lenguaje su estatuto poético, evocador y permanente”. Yo me atrevería a sugerir que en vez de restitución, podría hablarse de que el poeta ha puesto a prueba su verso y arribado a una indispensable confianza, los suyos hablan en poesía y están preparados para las tareas de su futuro y del nuestro, futuridad hay, han de llenarse de estrellas sus abismos cuánticos —uso uno de sus versos para espolear a Pegaso (36)—, visto lo visto desde el altar (en ruinas) de nuestros muertos y de nuestra muerte propia. Lo sabe el poeta: “Nosotros,/ junto a tantas otras voces fundidos,/ cifraremos la infinita odisea/ en los vastos sueños de quienes vendrán” (67).
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dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com El viaje al revés, necesario.
"Los fuegos abandonados" de Bastián Desidel Escurra
Altazor, 2024, 72 páginas
Por Luis Correa-Díaz