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POESÍA EN 440 HZ. Y AFINACIÓN MI
Sobre «Música Ambiental», de Alejandro Garrido Márquez (Chile)
Editorial Letra Clara, Colección Anguita, agosto de 2020, 88 págs.
Por Leonardo Ciudad Ramírez (Chile)
Escritor y editor
.. .. .. .. ..
“Todas mis letras han sido pedazos de poesía y los pedazos de poesía se toman de poemas
que comúnmente no tienen significado en el primer momento”
Kurt Cobain
Poesía y Música siempre han ido de la mano. Desde tiempos antiguos, algunos poemas pasaron
de oído a oído, de forma oral, cantada y no escrita.
Alejandro nos entrega este libro, lleno de silencios y lleno de ritmos. Como dice el poeta chileno David Rosenmann-Taub: “Estudio poesía para la música y música para la poesía”.
El autor usa el silencio, usa el ritmo y palabras técnicas musicales, para crear su poema/música:
…la hija mayor construye
dodecafónicas matrices...
Música Ambiental, está construido bajo la métrica musical, sobre prosodias comunes que encontramos en nuestras calles. Alejandro avanza por las avenidas de este Santiago desperfilado y saqueado durante años donde va hilvanando los poemas:
plagiada por el capital
prende fuego la escala
desafinan las bisagras
El autor hace referencia filosófica al capital, como dice Marx:
“El Estado es un órgano de dominación de clases…”
ana maría nuestra prole
sustenta
entretiene
justifica”
“Música y poesía son modos de expresarse”, cito de nuevo a David Rosenmann-Taub, lo ligo al autor, porque ambos son músicos y ambos escriben poesía. Alejandro nos presenta un libro en tres actos, lleno de música y teorías musicales, pero también lleno de poesía e imágenes de la cultura pop, que avanza por la ciudad desde donde toma sus notas y ruidos, para armar un poemario constante, como si cada verso y cada poema formaran parte de una canción.
Lo pop de la ballena Josefina y la historia de un Santi ya crecido ligado a la cultura, como si la ballena más que educación ecológica, le otorgará la primera, pero la Josefina no está, no existe en este poema, es el lado anarquista del autor, la venta de la democracia, del nuevo ídolo como diría Friedrich:
“Estado se llama el más frío de todos los monstruos fríos…: “Yo, el Estado, soy el pueblo”.
…Su democracia es una ballena
Embriagada en una botella de whiskey…
Alejandro dirige Música Ambiental, como si fuera un director de orquesta. A su vez el libro, transcurre como si fuera una opereta moderna, los personajes descubren músicos en sus andanzas donde ellos también lo son, músicos contra el sistema, me atrevería a decir, músicos anarquistas:
“- el capital frente a ellos-
ana maría tararea
la disfonía de su canto
juan carlos te dispara”
Así como Elvira Hernández en “La Bandera de Chile” apunta a ese país de los ochenta, ese país dictatorial, Alejandro apunta al Chile actual, el de las marchas, al descontento social, que avanza en el libro, en pequeñas metáforas, en verso libre, como Williams, como Creeley. Con pequeñas ideas acerca al lector a una sola historia, una sola idea; la música se va encontrando con diferentes instrumentos, la poesía va descubriendo nuevas palabras, nuevos sonidos y ritmos. Tono, Textura y Atmósfera, algunas características de la música ambiental, también del arte en general y de la poesía.
No encontraremos versos vaticinadores, son poemas directos, tal vez versos culturalmente revolucionarios. “ametralladora… se carga, negras blancas corcheas disparan al aire”. Lo conceptual del libro, al igual que varios clásicos de la música, lo liga a esa teatralidad que tienen éstos, a pesar de que el autor tiende a llevar los poemas por el lado de la música docta o quiere que suenen o se lean más por ese lado, a mi parecer estos son más contestatarios, más poema-música-punk.
En Música Ambiental, cada página y cada poema tiene su tonalidad, cada personaje toca su propio instrumento, Alejandro como narrador omnisciente es el director y a través de su escritura, proporcionó al libro, de Poesía y Música, de Libertad y Anarquismo, de una crítica social muy presente.
Santiago de Chile, junio de 2020
