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Luis Cornejo: Testigo de la marginalidad santiaguina
Obra Reunida. Hebra Editorial, 2 Tomos
Por Ramón Díaz Eterovic
Publicado en El Desconcierto. 9 de mayo de 2020
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Luis Cornejo Gamboa (1925/1992) fue un escritor de la calle, y no porque en alguna época fuera vendedor callejero de sus libros, sino porque fue un observador atento y sensible de las vidas que veía a diario por las calles de Santiago. Fue testigo de la miseria capitalina y la exploró en cuentos y novelas que hablaban de obreros y pobladores; de mujeres que envejecían junto a sus artesas o en una esquina de la noche. Lo vimos vender sus libros en la Plaza de Armas, y lo leímos siguiendo atentamente sus historias en la que la vida se equilibraba frágilmente entre las alegrías y las tragedias. Sus autoediciones, al igual que sus textos, tenían la impronta de la marginalidad y eran leídas por muchos lectores que se parecían a sus personajes o se sentían identificados en ellos.
Sus obras permiten apreciar a un escritor cuyos principales méritos eran la autenticidad y la vitalidad que brotaba de sus textos. No fue un escritor depurado, pero sus historias poseen una fuerza que gana a los lectores y lo ubican entre los buenos exponentes del realismo urbano marginal en el que también se sitúan autores como Armando Méndez Carrasco, Luis Rivano y Enrique Gómez Morel. Dos importantes críticos opinaron con entusiasmo respecto de su primer libro: Barrio Bravo, y sus juicios bien pueden hacerse extensivos al total de su obra. Ricardo Latchman señaló que Cornejo es de los escasos autores que “han tocado con profundidad en la miseria periférica de la capital”; y Hernán Díaz Arrieta (Alone) opinó que su obra era “de un realismo tan potente, de tan visible autenticidad, que sus tipos resultan de los que, una vez vistos, no se borran”.
Luis Cornejo era hijo de un matrimonio humilde del barrio Vivaceta, donde tuvo las primeras vivencias de la marginalidad que más tarde reflejaría en sus escritos. A los trece años, siguiendo las huellas de su padre, comenzó a trabajar como obrero de la construcción. Desde muy joven tuvo una marcada atracción por las actividades artísticas y creativas, que más tarde lo llevaron a incursionar en el teatro y el cine. Participó en el Teatro Experimental de la Universidad de Chile y en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica de Chile. Fue productor, entre otras, de las películas Yo tenía un camarada de Helvio Soto y El chacal de Nahueltoro de Miguel Littin. En el ámbito literario, es autor de Barrio Bravo, Los amantes del London Park, El último lunes, Show continuado, Tal vez mañana, La silla iluminada, Ir por lana y La tormenta. Todos estos libros han sido reeditados recientemente en dos volúmenes por la Editorial Hebra y con el título de Obra reunida.
Su primer libro, Barrio Bravo, Cornejo lo publica cuando contaba con 25 años y se desempeñaba como obrero de la construcción. Está compuesto por seis cuentos en los que sobresale una amplia colección de seres que, a despecho de sus infortunios, luchan contra la vida para lograr algunos instantes de felicidad. Lavanderas, bailarines de fin de semana, allegados en sucios conventillos, una pareja de jóvenes enamorados que no pueden huir de la violencia que los rodea, entre otros personajes, configuran una galería de seres marginales, de vidas sórdidas, mediante las cuales Luis Cornejo refleja la existencia de un sector social que sobrevive en las barriadas de la gran ciudad. Muchas de las historias de Cornejo tienen total vigencia en los días de hoy. A modo de ejemplo, el obrero de la construcción enfermo que aparece en la novela El último lunes tiene estrecha relación con el obrero que hoy en tiempos del coronavirus debe ir a la construcción de un edificio donde convive todo el día con 200 o 300 personas, además de andar varias horas en buses atestados. Santiago cambia su rostro, pero la desigualdad que corre por sus venas continúa inalterable.
Uno de los méritos de la edición de Luis Cornejo. Obra reunida es que reposiciona su obra entre los lectores chilenos. Hasta la fecha sus libros solo podían ubicarse en librerías de ocasión o ferias persas, y ahora los podemos leer reunidos en dos tomos de buena factura. Como señala el escritor Luis Valenzuela en su prólogo, esta edición “da un nuevo aire al trabajo de este escritor que carga con el espesor de las vidas mínimas y dolidas que atraviesan su narrativa, y sobre todo de la literatura chilena. La narrativa de Cornejo es una literatura humana y realista, donde la ingenuidad y la transparencia se cruzan con la crudeza y el peso de la realidad”. Una oportuna y necesaria reedición de las novelas de Luis Cornejo que pone sus novelas al alcance de nuevos lectores y de los que durante muchos años han ido rescatando sus libros desde espacios marginales como los antes mencionados.
