En su nueva compilación de crónicas, que ya es todo un éxito de
ventas, el deslenguado autor de “Tengo miedo torero” aborda asuntos
como el consumismo, la falsa tolerancia, las barras bravas y el
arribismo nacional.
“La fama piñufla que me va
a dar este evento me va a durar un mes y después voy a volver a mi anónimo pasar, que es más
saludable”, advierte Pedro Lemebel refiriéndose al inminente
lanzamiento de “Zanjón de la Aguada”, volumen compuesto por cincuenta
crónicas que ha publicado en diversos medios de prensa y que, tras
apenas una semana de circulación en el comercio, ya se ha convertido
en todo un éxito de ventas.
La obra, editada
por el sello Seix Barral, será presentada el jueves en la sede de la
Central Unitaria de Trabajadores y comprende un conjunto de artículos
en los que el deslenguado autor de “Tengo miedo torero” y “De perlas y
cicatrices” vivisecta el Chile actual centrando su mirada en asuntos
como el consumismo, la falsa tolerancia, las barras bravas, la fiesta
de Halloween, las tensiones políticas, las ofertas comerciales
engañosas y el arribismo nacional, entre muchos otros
temas.
“Si a la masa
idiotizada de los chilenos le basta con lo que le da la televisión, me
parece que este es un pobre país, porque, aunque seguramente tiene
mucho futuro y goza de una prosperidad que se refleja en sus malls y
en sus palmeras sintéticas, es un país al que se le está apagando el
alma”, opina Lemebel, quien, además de enriquecer su nuevo libro con
una galería de imágenes satíricas y fotos personales, ha incluido en
él semblanzas de personajes como la cantante Raffaella Carrà y los
cantautores Silvio Rodríguez y Manu Chao.
-Parece que usted
está de moda, porque, además de su éxito en ventas, se ha convertido
en un icono para ciertos grupos alternativos.
-La gente reconoce
más al personaje que al escritor. Muchas de las personas que me
saludan, que tampoco son tantas, no tienen mucha idea de lo que yo
hago. Evidentemente, mi trabajo en radio y mis columnas en “The
Clinic” me han ayudado mucho, porque, al panfletear mis escritos en
esos lugares antes de convertirlos en libros, la gente puede tener un
acceso menos literario a mis textos.
-En este nuevo
libro viene un largo texto en el que descuera a la Feria del Libro de
Santiago, evento en el que usted muchas veces ha sido una de las
estrellas.
-Nunca tanto, a
veces ni he ido. Detesto esas grutas con escritores que firman sus
libros. Pero sí, ese texto es una historiografía de la Feria del
Libro, que empezó como un paseo en el Parque Forestal y que ahora, en
la Estación Mapocho, es un gran mall de consumo en el que uno tiene
que pagar para poder comprar, algo que mi cabeza de india no me
permite entender.
Un golpe brutal
Lemebel junto a Roberto Bolaño: “Para mí, su
muerte fue un zarpazo de la vida”, dice el autor de “Zanjón de la
Aguada”.
Pedro Lemebel es
uno de los pocos escritores nacionales que se salvaron de las ácidas
críticas que el fallecido narrador Roberto Bolaño desplegaba durante
sus visitas a Chile.
Por ello, la muerte del autor de “Los detectives salvajes” constituyó
un duro golpe para el creador de “Zanjón de la aguada”.
“Para mí, el
momento en que Roberto se fue significó un zarpazo de la vida, y
frente a ese golpe brutal, que tiene algo de primitivo y que te
devuelve a un estado primitivo, no tuve nada que decir”, confiesa
Lemebel.
-¿Por eso se negó
a hablar con los medios de comunicación?
-Creo que en el
caso de la muerte uno no puede repetir frases hechas. Expresiones como
“es una gran pérdida” son sólo palabras huecas frente a la tragedia de
la muerte, y yo creo que a Roberto no le habría gustado que yo hubiera
hecho ese tipo de declaraciones. Con mi silencio le rendí mi mayor
tributo.