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Páginas selectas del Diario de Denisse:
"No necesito alas para ser feliz"
Por Luis Gutiérrez Infante
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José Petermann Oliva es un personaje de ficción. En alguna época fue expulsado de una novela o de un poema, y, desde entonces - diría un destacado escritor chileno -, ha ensayado diversas formas de volver a casa.
Lo ha hecho a través de la lectura, intensa, delirante a ratos, vertiginosa, de miles de páginas, donde ha pretendido un reencuentro con sus pares, con otros personajes que, como él, fueron inventados accidentalmente por un demiurgo que tampoco existe.
Petermann Oliva ha intentado volver a casa mediante conversaciones inagotables con Mario Vargas Llosa en el bar La Catedral y, muchos años antes, en las dependencias del Colegio Militar Leoncio Prado, junto a Alberto Fernández (el Poeta), junto al Jaguar y junto a Ricardo Arana (el Esclavo).
La investigación literaria y la enseñanza de la Literatura ha sido otra fórmula ensayada por Petermann en su viaje de retorno. La escritura de poemas líricos, sin embargo, se constituyó en el camino más acertado, donde aparece la figura de Patricia (Beatriz, "dadora de felicidad") que guía al poeta en su ascensión al Paraíso.
De tal modo, es en el plano de la creación literaria, donde José Petermann logra volver definitivamente a Itaca, su hogar, después de un largo peregrinaje, y lo hace mediante la publicación de Páginas Selectas del Diario de Denisse, libro que abrirá sin dudas una cadena ilimitada de diálogos con cientos de lectores en diversas partes del mundo. Lo anterior es una legítima aspiración.
José Petermann es un escritor visceral. Narra desde la emoción. Páginas Selectas del Diario de Denisse, en consecuencia, es una novela dirigida al corazón de quienes tengan el privilegio de leerla. Se trata de una obra luminosa, que nos enfrenta a lo más noble del espíritu humano. Como en Los Miserables de Víctor Hugo (un verdadero homenaje al amor entre padres e hijos), como en El Principito (retahíla de valores), en Páginas Selectas reside un afán didáctico incorruptible. La novela nos permite evocar otro importante libro de Occidente: El hombre en busca de sentido, del doctor Víktor Frankl, cuya tesis se resume del siguiente modo: cuando al sufrimiento humano se le otorga un sentido, deja de ser sufrimiento. Aunque en la novela de Petermann no hay espacio para el dolor. La sonrisa de Denisse es un efluvio angelical dirigido hacia los cuatro puntos cardinales. La sonrisa de Denisse es el sentido de todas las cosas.
Denisse es una chica discapacitada que vive en una hermosa casa precordillerana, rodeada del amor de sus seres queridos. El relato se articula desde su conciencia, desde su maravillosa perspectiva de la realidad. Su pureza e inocencia vislumbran aquello que el hombre no quiere ver: que la felicidad radica en el solo hecho (o en el milagro) de estar vivo. La acción narrativa es silenciosa. Se trata de la consagración de la fe de Denisse, lo que ocurre en razón de que profundiza día a día la relación con su madre, con tío José, con sus hermanos (a la distancia), con los huéspedes de su hogar, y con un breve ejército de ángeles que la atiende profesionalmente. Su fe se consolida en el contacto con la naturaleza: dialoga una y otra vez con los habitantes del jardín que se dibuja en el ventanal: la higuera, el limonero, los hibiscos, el jacarandá, y cuatro mastines que la enternecen durante la jornada, sin olvidar los mirlos, las loicas y zorzales. Denisse nos recuerda a ese personaje notable del cine francés, Amélie, de Jean-Pierre Jeunet, cuya misión en el mundo es ensañarle a la gente a ser feliz.
Soñadora, romántica, idealista, enamorada de la música, de la pintura y del ballet, Denisse no necesita alas para volar.
José Petermann, esto es muy simple. Los críticos se pronunciarán más adelante sobre las bondades literarias de su obra: fluidez narrativa, intuición lingüística, cromatismo léxico, acertada construcción de caracteres, visos filosóficos, lirismo y amenidad.
Yo solo he venido a decir que ¡ha escrito una gran novela!
Espacio Literario de Plaza Ñuñoa, 10 de enero de 2018
