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“Nostalgia del futuro: Una biografía de Jorge Teillier” y una semblanza de Luis Marín
Nostalgia del futuro: Una biografía de Jorge Teillier, Luis Marín & Carlos Valverde
Por Ramiro Villarroel Cifuentes
— Escritor —
Publicado en El Mostrador, 26 de enero de 2021
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Tengo en mis manos la segunda edición de “Nostalgia del futuro. Biografía de Jorge Teillier”. Este libro, cuya minería de información se realizó mediante entrevistas a personas cercanas al poeta, una amplia y profunda lectura de la obra del lautarino, remoción de anaqueles para encontrar datos, aparecimientos, así como retratos y entrevistas realizadas a nuestro autor, todo esto fundido en el crisol mental de Luis Marín (1972-2019) y su viveza narrativa, nos deja un imprescindible en las letras nacionales en el género referencial de la biografía literaria, en este caso sobre Jorge Teillier, libro que nos permite conocer y comprender el genio de este autor y el clivaje que se decanta en diversos elementos que iluminan el mito, mucho más que lárico, del vate de Lautaro.
Si bien es cierto que en la portada aparece el nombre de Luis junto al de Carlos Valverde, es necesario, en honor a la verdad, aclarar que Luis se encargó de gran parte de la escritura de este volumen, cosa que se puede ver en la profundidad literaria, en la amplitud de recursos utilizados para la composición de este texto, así como la cohesión estilística propios e inconfundibles de Marín, al cual acompañó Carlos en el arduo recorrido que realizaron para llegar a este magnífico puerto. Sin embargo, también comentar que sin el valioso apoyo de Carlos a Luis, tanto en lo profesional como en su amistad, este libro difícilmente habría podido ver la luz.
Según el escritor Premio Nacional de Narrativa de España del año 2008 Juan José Millás en una entrevista al diario La Vanguardia del 17 de octubre de 2007, comenta que “La biografía es siempre un género de ficción. Cuando quieres contar tu vida, lo mejor es contar lo real a través de lo irreal. Siempre se manipulan los materiales. Eso lo sabe muy bien la gente del cine” al hablar de su novela autobiográfica “El Mundo” (Planeta: 2007). Esa técnica de construcción de la vida de Teillier es la que se utiliza en esta biografía, cosa distinta a lo que hace Jorge Edwuads en la novela biográfica sobre Enrique Lihn “La casa de Dostoievsky” (Planeta: 2008), contemporáneo de Teillier, que este trabajo de Marín y Valverde también aborda en uno de sus capítulos: “En 1960 ocurre un hecho que marca a hierro y fuego la relación entre Lihn y Teillier. Transcurre el mes de octubre o noviembre de ese año y, en un recital de poesía organizado por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, conocen a Beatriz Ortiz de Zárate, una estudiante de pintura de solo 17 que los deja conmovidos. Pero es Enrique Lihn, un hombre de 31 años que además ostenta el cargo de secretario del decano de la Facultad de Bellas Artes, quien la va a buscar a la salida de clases y al poco andar se pone de novio con ella, en un vigilado romance que iba a concluir en matrimonio. Pero hacia 1962 el poeta de Lautaro y Beatriz Ortiz de Zárate –que se veían a escondidas- ya están profundamente enamorados, aunque no se deciden a acelerar el tranco, porque Teillier es un hombre casado y ella está de novia con un amigo de él” (p.84).
Es así como este libro hace un tratamiento de diversos temas -historias, personas, lugares, publicaciones, otros escritores, amores, el ambiente cultural, artístico y literario de la segunda mitad del siglo XX-, en la obra y figura de uno de los más interesantes y ya míticos poetas chilenos de este periodo, permitiéndonos dimensionar o redimensionar las cumbres y profundidades, luces y las naturales sombras que una personalidad como la de Jorge Teillier proyecta.
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Luis Antonio Marín Cruces, nacido en la histórica comuna de Lota, a temprana edad se sintió atraído por la literatura y las artes, especialmente por la música, la clásica y el metal en que colocó todo su interés de auditor desde su primera juventud, hasta el aciago día de su muerte.
Si bien Luis Antonio dedicó sus primeros intentos en el género de la poesía, es con el cuento y la novela ó, como él prefería decir, en la novela de cuentos imbricados, que publicaría “Palacio Larraín” (Calabaza del Diablo: 2006) primero y después “Ciudad Sur” (Del Aire: 2011), libros de fórmula muy parecida cuyos argumentos giran en torno a la figura de sus protagonistas Andrés Domínguez Motresor y Antoine Roquetín respectivamente, ambos alter ego de Luis Marín, quien en la angustia y el contradictorio amor y desprecio por la vida, se narra y nos narra la peripecia de personajes relacionados al arte, la poesía, la política, el empresariado, la educación y el mundo de la bohemia, los excesos y el delirio, que tan bien conoció en vida tanto de Santiago como de Temuco y su ciudad natal, Nacimiento, que en su mundo literario se llama Parición, su pequeño Macondo.
Obras las de Marín caricaturescas, irónicas y agudamente mordaces, fruto de lecturas variopintas donde destaca como figura relevante -no tan solo en su literatura sino que también en su vida- la magnífica narrativa y poética de Borges y su extensa gama de matices. También podemos decir que su prosa se alimenta de autores y obras tan disímiles como Rabelais, Nietzsche, La Biblia, Swift, Lovecraft, Poe o Kennedy Toole, entre muchos otros de los cuales tomó herramientas, giros, sentidos e imágenes.
La muerte de Luis Antonio acaecida el 2 de febrero de 2019, lamentablemente esperable, no hizo otra cosa que abultar su mitología, regar de imágenes misteriosas y contradictorias el parloteo de quienes creyeron conocerlo, incluso ser sus amigos, sin saber que su carcajada atroz retumba en el vacío de sus intereses mezquinos y ególatras, y me refiero a quienes de una u otra manera tratan de apropiárselo simbólicamente, sin entender que la vida de Marín fue consagrada por él mismo al efecto de teatralidad e ilusión, ya que para él todo era vano y que tomarse la vida en serio, puede traer consigo el lamentable hecho de no vivir o vivir a medias. A ellas y ellos los llamaremos buitres. Nada nuevo bajo el negro y esplendente sol de la literatura.