Nosotros quienes esto escribimos, meros admiradores del ML, celebramos que el Movimiento Lúdico esté cumpliendo ya 30 años de existencia este diciembre de 2024, con lo cual —según nos indican los poetas narradores del Libro de Oro— estaríamos saliendo de la era de bronce y entrando a la de cobre, camino (en 10 años más) a la era de tierra. Ello en una inesperada inversión de las tradicionales periodizaciones ascendentes, camino, seguramente, al último festín, con los gusanos.
Para celebrar estas 30 primaveras, el Movimiento Lúdico ha decidido hacer por primera vez algo que antes pudo, pero eligió no hacer, que es lanzar la versión digital de su libro de oro. Hay ocasiones en que la sacrílega violación del tabú, posibilita la resacralización del mito y el rito, esta, nos parece una de esas ocasiones.
Si bien el libro de Oro del ML cumplió recientemente solo 17 años de existencia, queremos hablar sobre el por que el libro es el movimiento, aunque el movimiento no sea el libro, y sabe hablar de el evocándolo, sin hablar de el, sino enraizadamente, expresándolo desde el espíritu lúdico que lo posee y habita. Justamente, como no aparecen autores en el libro, este parece hablarnos por sí mismo, pero no de sí.
El Libro de Oro del Movimiento Lúdico es un texto que no solo desafía las convenciones literarias, sino que también constituye un llamado a la transformación personal y social, espiritual y política desde una perspectiva radicalmente lúdica. Sobre el, cabe partir diciendo que, aún siendo un libro de poesía, es, ante todo, un texto degenerado, inclasificable en genero alguno, salvo, claro está, en el de libro de oro, y es que este libro se presenta como una obra multidimensional que combina aspectos documentales, filosóficos, poéticos, místicos y humorísticos. Desde el inicio, se advierte al lector sobre la naturaleza compleja y no lineal del texto, que incluye metacomentarios y metametacomentarios que enriquecen y a la vez diversifican la lectura.
Como lucidamente señaló el poeta Héctor Hernández en la presentación del 2006: “El Libro de Oro del Movimiento Lúdico es una casa llena de casas que se derrumban y se construyen dependiendo de quien las mire o deje de mirarlas. Fragmentadas hasta el hartazgo de construirse a si mismas como un edificio de oro, un palacio austero en que el verdadero valor está en la renuncia al poder del autor, todavía aurático, es decir, el oro en la poesía solo encuentra su correspondencia en la libertad absoluta y la imaginación a ultranza”.
El Movimiento Lúdico, por su parte, es un llamado a la aventura, una propuesta que invita al desarrollo personal y grupal de sus integrantes a través de la materialización de la poesía y la contemplación poética de la vida cotidiana. El movimiento rechaza la rigidez de los manifiestos tradicionales y en su lugar, propone una multiplicidad de manifiestos que reflejan la diversidad de sus miembros. Y es que los invisibles autores buscan legitimar tanto la permanencia como la impermanencia dentro de los procesos grupales y personales, aceptando la inevitable extinción de todo, y se promueve el compromiso con investigaciones, acciones y celebraciones desde la vida, por ella y para ella.
El biólogo y epistemólogo Humberto Maturana, sorprendentemente, dedicó un poema laudatorio al movimiento, que apunta en la dirección señalada:
Todos somos poetas,
y cuando dejamos que este don
nos cautive el alma
somos visionarios,
visionarios y subversivos
ante la conformidad no ética.
El Movimiento Lúdico
en su ludices subversiva
recupera la lucidez ética.
Desde su postura iconoclasta, El Libro de Oro comienza destacando juguetonamente las palabras de distinguidas figuras del pensamiento como “Beto Einstein”, “Honorato de Balzac” y “Quico Hölderlin”, entre otros. Inmediatamente después de reír y jugar como cabros chicos, las voces lúdicas hacen un llamado al autodescubrimiento, la autoaceptación y la integración como orientaciones fundamentales para participar en el Movimiento Lúdico, de lo contrario existe el riesgo de morir en vida explotando de inflaciones egoicas que mal compensen la falta de amor propio y ajeno.
Mas adelante, tras atravesar varias puertas y laberintos, se rinde homenaje a diversas figuras y se cuestionan ciertas actitudes y personajes históricos, mencionándose a André Breton y Nicanor Parra, entre otros. Los tributos y las críticas están presentados desde una perspectiva lúdica y reflexiva, manteniendo el tono provocador y original del libro pero con consideraciones ético políticas y filosóficas de fondo, desde donde van dando y mandando chuletas de lujo hasta por encargo.
Siguiendo los sinuosos caminos de esta lectura, por una parte, se presenta una serie de aforismos y términos específicos del movimiento, como "Ludofanía" (aparición de la Chanchita Divina en materializaciones poéticas), "Ludorgiástica" (método erótico-litúrgico de fusión espiritual) y "Ludosofía" (sabiduría del jugar), entre otros. Estos conceptos reflejan a la vez el espontaneo derroche de autenticidad y la profundidad filosófica del movimiento.
Por otra parte, El Libro de Oro también se posiciona firmemente contra las estructuras de poder que instrumentalizan el sufrimiento humano, especialmente las prácticas psiquiátricas, psicológicas y pedagógicas tradicionales, abogando -en múltiples registros líricos y coloquiales- por un enfoque que respete y promueva la creatividad y espontaneidad desde la infancia. En una de sus críticas más contundentes, el texto denuncia: “Somos la generación del Ritalín, nuestro primer acercamiento al mundo de la droga.” Desde esta perspectiva, la psiquiatría, la psicología y la pedagogía convencional, son vistas como herramientas de control social, una forma de opresión que patologiza y silencia la creatividad y la autonomía en nombre de la normalidad enferma y enfermante.
El Movimiento Lúdico propone una alternativa a esta visión opresiva, reivindicando la inteligencia lúdica y la imaginación poética como forma de habitar el mundo que integra la curiosidad, el soñar compartido, el saber caminar en la belleza, el gozo y la reflexión crítica. Desde esta postura, la salud mental no es un estado estático, sino un proceso dinámico que se nutre del juego, la creatividad y la habilidad de transformar el malestar en posibilidades de aprendizaje. Sobre todo, la salud mental vista con ojos lúdicos, se enraíza comunitariamente en la nosotreidad del colectivo, satisfaciendo las llamadas “determinantes sociales” de la salud integral, desde una autonomía consensual, compartida y co-inspirada.
En este libro —adscrito a la Colección de Poesía Mística de ML Ediciones— se incluye una serie de ejercicios espirituales y técnicas lúdicas diseñadas para fomentar la creatividad, la autoexploración y la transformación personal. Estos ejercicios implican prácticas como la "Fracasomancia" (arte de transformar el fracaso en éxito espiritual) y la "Aventurofilia" (gusto por transitar el vivir sin obligación).
El libro está lleno de guiños para lectores/as de lujo siempre sedientos de referencias intertextuales, y en ese espíritu, para los que conocen de mística puede resultar sino evidente, al menos si posible, hacer lecturas tales como, por ejemplo, desde la filosofía hindú, respecto particularmente al concepto de Lilah, el juego divino, el cuál resuena en las páginas del libro como un eco profundo y vibrante. En sus palabras: “El juego en su más amplia connotación es una constante universal en la evolución de las especies.” Aquí -por supuesto- lo lúdico no se limita a los juegos convencionales, sino que se manifiesta como una forma de estar en el mundo, de habitarlo anclado al aquí y ahora, no preocupándose de resultados sino vivenciando procesos. En fin, una danza cósmica que conecta la creatividad humana con la pulsación misma del universo nuestro y el multiverso total. Esta visión trasciende la vida individual para proponernos un sentido colectivo y espiritual del juego como herramienta para entender y transformar la existencia.
Otra veta mística que podemos inferir enEl Libro de Oro es la del sufismo, especialmente a través de la noción de que todo acto humano puede convertirse en un medio para alcanzar la unidad del ser. Ello, borrando distinciones entre el loco, el sabio y el sabio loco. Haciendo del juego y la poesía su camino del héroe, los ludistas se nos asemejan a los místicos pájaros que nos presenta Attar -sabio sufi- en su búsqueda del ave Simurg (encarnación divina): viajantes que, al final del camino y tras todas las penurias y aventuras, descubren que aquello que buscan está dentro de ellos mismos, y son uno con la existencia. Este paralelismo místico se sintetiza en una afirmación clave del libro: “La revolución partirá en los tijerales del templo interno.” La transformación externa, nos dice el movimiento, comienza desde la exploración y el juego profundo con nuestras propias sombras y contradicciones.
De este modo, El Libro de Oro conlleva un llamado a abrazar lo lúdico no solo como una práctica, sino como una ética y una espiritualidad. Inspirándose en tradiciones poéticas, místicas y filosóficas, el movimiento reimagina el juego como una forma de resistencia y regeneración de la armonía perdida. En este sentido, el Movimiento Lúdico no solo aspira al cambio individual, sino a la co-transformación de las comunidades y, en última instancia, del sistema mundial.
Es justamente en este ámbito, que El Movimiento Revolucionario Lúdico (MRL) emerge como el brazo subversivo del ML, un espacio donde la poesía y el juego se convierten en herramientas de resistencia activa contra las estructuras de dominación capitalista moderno-coloniales. El texto celebra a los héroes cotidianos que, a través de actos poético-lúdicos desafían las normas de una sociedad que privilegia la productividad, el control y una seriedad mortal que oprime mentes y corazones. Una de las máximas del MRL señala la importancia de realizar: “Atentados a la tristeza, a la soledad y a la indiferencia. Intervenciones sociales en contra del genocidio de los pueblos indígenas, en contra de los decrépitos garfios de la moral corrupta.”
El Libro de Oro del Movimiento Lúdico es así, una obra que desafía las convenciones literarias y filosóficas, invitando al lector a participar en un proceso de transmutación a través del juego, la poesía y la contemplación activa. Su estilo multifacético y su enfoque en la creatividad y la libertad personal y grupal lo convierten en un texto provocador y rarísimo, como ave del paraíso.
No tenemos duda alguna, que lo que quiera que haga el ML en la pronta actividad para cantarse y celebrarse a sí mismo en sus 30 años de existencia, será en si misma un atentado lúdico-poético, y no nos lo perderíamos por nada del mundo. Por lo pronto ya sabemos que se viene la presentación de la edición digital de el Libro de Oro del Movimiento Lúdico, del que muchos algo saben, pero pocos han leído. Les animamos a hacerlo.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com
El Libro de Oro del Movimiento Lúdico a 17 años de su publicación y
30 años de la fundación del movimiento.
Por Enrique Saffie y Enrique Cristi