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Publican la biografía de Jorge Peña Hen
El admirable maestro de música fusilado por guardar violines
Por Leonardo Sanhueza
Publicado en Las Últimas Noticias. 15 de junio de 2015
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A los 45 años, Jorge Peña Hen era ya uno de los chilenos más admirables del siglo veinte. Su vocación musical, la misma que lo había llevado a desarrollarse como intérprete en varios instrumentos, compositor y director de orquesta, le había puesto además una misión mucho más amplia y, en apariencia, imposible: hacer de Chile un país mejor, más justo y fraterno, mediante la música y su capacidad de transformar la vida de las personas. A esa edad estaba en la plenitud de sus obras y todo indicaba que las orquestas infantiles y los liceos experimentales seguirían creciendo, pero era 1973 y los militares dijeron otra cosa: el maestro fue detenido en La Serena y, a las pocas semanas, una tarde fue brutalmente golpeado y luego fusilado, en la primera jornada de la Caravana de la Muerte.
Esa vida extraordinaria y su final tan abrupto como cruel e incomprensible son el tema del libro Jorge Peña Hen (1928-1973). Músico, maestro y humanista mártir, del investigador Miguel Castillo Didier, que acaba de aparecer por Lom Ediciones.
El volumen reconstruye la historia de Peña Hen desde su infancia en Coquimbo, donde tuvo sus primeros acercamientos a la música, principalmente por el lado materno: su madre tocaba piano, al igual que su abuela y su
tía, mientras que su abuelo habla sido un violinista ciego y afinador de pianos y órganos. Sin embargo, la "locura por la música" se apoderó de él cuando su familia se trasladó a Santiago y su hermana comenzó a estudiar piano, contagiándolo al extremo de que al poco tiempo ya era un destacado alumno en el Conservatorio Nacional y a la edad de 18 años ya tenía incluso varias obras compuestas.
Expansión musical.
Castillo observa que, en su paso por el Conservatorio, Peña Hen se dio cuenta de que la música estaba sólo al alcance de Santiago y de las élites, con lo que concentró sus esfuerzos en "llevarla a las regiones y a la gente modesta, a los trabajadores, a todos los chilenos". Con ese ánimo llegó a La Serena en 1950, a los 22 años, y en menos de lo que canta un gallo ya tenía organizada la Sociedad Juan Sebastián Bach, su coro, su orquesta, y poco después ya estaba en marcha la Filarmónica de La Serena, el Coro Polifónico, el Conservatorio Regional, la Escuela Experimental de Música y la Orquesta Sinfónica infantil, que fue la primera agrupación de ese tipo no sólo en Chile, sino en todo el continente.
Armas con cuerdas.
En su afán por llevar la música a todas partes, Peña Hen no sólo multiplicó sus iniciativas hasta hacer de La Serena la capital musical de Chile, sino que recorrió hospitales, cárceles e incluso el Regimiento, el mismo en que sería fusilado en octubre de 1973. Las supuestas razones de su detención se corresponden con la irracionalidad del momento y hasta hoy suenan tan absurdas como las palabras que dijo el comandante de esa unidad militar al día siguiente del golpe: "en la Escuela de Música hay un tal Peña que guarda metralletas en los estuches de los instrumentos". Violines, pequeños violines de niños: tales eran las únicas metralletas que había.
Militar sarcástico
En su paso por el Regimiento de la Serena, la Caravana de la Muerte fusiló a 15 detenidos, elegidos según el antojo del general Arellano Stark y sus hombres. Uno de los sobrevivientes, Luis Silva Pino, escuchó el sarcasmo con que uno de los militares comenzaba el castigo a Jorge Peña Hen: "Ahora vamos a interrogar a éste y nos va a contestar con un do de pecho". El cuerpo permaneció 25 años en una fosa común, hasta que en 1998 fue exhumado y entregado a sus familiares.
