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Fulano que no se acuerda de nada inspira libro de viajes y recuerdos
Christian Formoso publica "bellezamericana", así, con minúsculas
Por Leonardo Sanhueza
Las Últimas Noticias, 11 de agosto de 2014
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Hasta ahora el poeta Christian Formoso solía construir sus libros a partir de diversos aspectos propios de su ciudad, Punta Arenas, y de Magallanes en general, entrelazándolos con su memoria personal y familiar, con lo que ha creado un imaginario y un tono muy reconocibles. Ese apego por la historia local fue creciendo hasta llegar a su extremo en su obra más reciente, El cementerio más hermoso de Chile, publicada hace seis años.
Frente a eso, Formoso reaparece hoy con un libro que representa un quiebre y a la vez una prolongación. Se trata de bellezamericana, titulado así, con minúsculas, volumen que acaba de publicar Editorial Cuarto Propio y que será presentado este miércoles 13, a las 19:00 horas, en el Espacio Estravagario de la Fundación Pablo Neruda (al lado de la Casa Museo La Chascona, Fernando Márquez de la Plata 0160, Barrio Bellavista).
El libro plantea un recorrido por varios lugares lejanos –Tánger, Estados Unidos, Europa–, además de los vericuetos de la memoria y hasta de internet, que se van barajando como naipes con aquellos viejos lugares biográficos. La Región de Magallanes aparece así como una referencia, pero vista desde afuera o desde los recuerdos.
“Es un libro de viajes, en varios sentidos y direcciones, articulados por una búsqueda”, sostiene el autor, pero advierte que, entre viaje y viaje, “el mismo libro es un encierro, un tipo en un cuartucho, en un cuerpo, en Magallanes, a pesar de sus desplazamientos”.
La historia de infancia y adolescencia de un tal Cristian Saavedra se asoma de manera intermitente a lo largo del volumen, en un constante bombardeo de imágenes o escenas muy cinematográficas: humo negro de barricadas, pornografía de la web, espejos quebrados. Eso, sumado a algunas “noticias en diferido” e intervenciones coloquiales de flaites y comentaristas de Emol, completa un panorama lamentable del presente, con desastres de todo tipo, desde la desintegración social hasta el hastío personal ante todo eso.
- ¿Quién es ese Saavedra?
-Hay una anécdota que más o menos articuló la idea del libro. Una amiga profesora de Punta Arenas, que hacía clases de “lenguaje y comunicación” a “pelaos” conscriptos, les hizo el ejercicio de escribir una breve autobiografía. Una de esas hojas me sirvió para el epígrafe: “me llamo cristian / mi apeg io es savedra / nací en Puntarenas / no me acuerdo más”. Me sorprendió eso. ¿Qué hay en esa biografía olvidada? Entre ese olvido y un ejercicio posible de memoria o invención o reinvención, con todo y malentendidos, se articula el libro.
- Hay una especie de imagen de Chile ahí.
-Todo hecho pedazos. Es el intento de rearmarse con lo que hay, con el tartamudeo posterior al golpe, con los restos de unas lenguas que no dicen nada o lo dicen chuzamente. En el libro esas voces entran en esa especie de apocalipsis caótico, infernal, de las imágenes, finalmente, para evocar la esperanza de reconstruirse a través de la poesía. Es un panorama lamentable, claro, pero también es poema, es posibilidad, es transfiguración.
Minúsculas inciertas
Uno de los rasgos que quizás le heredó al libro el tal "cristián savedra", es que está casi todo escrito sin mayúsculas. Para Formoso, "ese espacio de la mayúscula, en términos generales, es un espacio de propiedad privada o de identidad estable. Y el 'cristián savedra' parte con una certeza, 'mi apegio', una de las pocas que tiene, aunque más adelante hasta eso se desarticule, porque, como alguien dice por ahí, 'parece que su apellido no es ná savedra'. La construcción no es estable; el nombre, el apellido, el sustantivo propio, todo termina sin cuajar ni identificar: pura minúscula".