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Peregrinaje por la búsqueda del tesoro y el reencuentro con la dictadura chilena en
"Nombre de torero" de Luis Sepúlveda
Por Juan Pablo Cifuentes
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En la novela Nombre de torero de Luis Sepúlveda hay un acercamiento a la historia universal que azotó cruelmente al siglo XX tanto en Europa como en América Latina. Por un lado nos encontramos ante la Segunda Guerra Mundial, con las unidades de inteligencia y contrainteligencia nazis como eran la Gestapo, la Stasi que procuraban estar a la vanguardia de la tecnología, resolución de misterios y apropiación de tesoros invaluables. En este sentido, cobra notoriedad la desaparición de unas monedas de oro por manos de guardias nazis que sueñan con hacer un futuro mucho mejor al que poseen huyendo a los rincones del mundo como era Tierra del Fuego.
En medio de esta vorágine, los protagonistas deambulan a lo largo de los procesos históricos que van sucediéndose uno tras otro. Así, las monedas de oro son buscadas intensamente tanto por antiguos miembros nazis liderados por el Mayor quien decide contratar los servicios de un antiguo soldado venido a menos para que viaje hasta Tierra del Fuego y consiga las monedas de oro, como por un multimillonario minusválido que chantajea a Juan Belmonte, el protagonista de este relato cuyo nombre es similar al del mítico torero español con la intención de recuperar las monedas y entregárselas para mantener la identidad de Verónica aún en el anonimato.
Es en este punto del relato en donde el autor decide narrar de manera concisa como la dictadura chilena afectó el destino de algunos personajes. Por un lado, Juan Belmonte es torturado por diversas cárceles del país hasta que logra salir en libertad y termina siendo un guerrillero por América Latina hasta radicarse en Hamburgo mientras que Verónica, quien era el gran amor de Belmonte, estuvo desaparecida mucho tiempo con lo cual las esperanzas de encontrarla viva por parte de Belmonte se habían esfumado hasta que azarosamente aparece en un basural, con sus sentidos aún funcionando pero su mentalidad ya ha huido a una nueva realidad de la cual no puede escapar. De este modo, Verónica sigue prisionera del embrujo y la sombra cruel de la dictadura sin poder rehacer su vida.
La novela gira en torno a estos dos hombres cuyos destinos se entremezclan en Tierra del Fuego, en ese lugar inhóspito en donde nadie pregunta por el pasado de las personas, en donde el guardia alemán construyó su vida guardando las monedas de oro, en donde los destinos convergen en el macabro ritual final que Sepúlveda va acentuando hasta llevar al límite al lector.
Nombre de torero es una novela de aventuras, con implicancias en lo histórico pero que queda inconclusa en su argumento pues desconocemos las reales motivaciones del Mayor y de Frank para conseguir a cualquier costa esas monedas de oro, no se puede establecer una conclusión fehaciente sobre qué le ocurrió a Verónica mientras estuvo prisionera ni menos suponer si podrá salir de su catatonismo. Tampoco es totalmente verosímil encontrar como motivo de vida robar unas monedas de oro que nunca podrán usar y por eso deben escapar a Tierra del Fuego. Así, es una novela que entretiene pero que mantiene estos vacíos que impiden un acoplamiento total entre lo que se insinúa y lo que realmente ofrece al lector.
Nombre de torero, Luis Sepúlveda, Tusquets Editores, 3ª Edición (2005), 223 páginas
