
          
        MARINA ARRATE. MÁSCARA NEGRA
            Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1996.
        Por Diana Bellesi
         
        
  
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        En la celebración de la carne – ascenso – o en su corrupción  – caída – datos incandescentes de la biografía y de la historia social, Marina  Arrate funda su canto – y es posible usar aquí esta palabra – en una  enigmática, salvaje suntuosidad verbal y rítmica. Unidad representándose en dos  caras: Máscara Negra – Uranio, gemelas en la intensidad del deseo y del terror,  pasmo de Narciso viéndose en la fuente como Modelo Rojo o como calavera,  aterrada en la orilla que le permite presentar el poema. Qué batalla esta  representación, donde la marea sonora, significante, se debate para tornarse  sentido. Materialidad que excede a la razón. ¿No es ese el sino de las poetas  latinoamericanas? Iconografías de la cultura occidental como jaez que permite  generar significaciones sobre lo vasto, mudo, incontrolable del sujeto que  escribe, del mundo desde donde escribe. Yo me decía: “Resistiré, sí, resistiré….bajo el cielo de fuego de cerezas”.  Saludo en Arrate aquel linaje: Hilda  Doolitle, Delmira Agustini, Clarice Lispector, saludo una voz que busca  articular rigurosamente el tumulto de lo inarticulable, cincel de la forma y  exceso que late fuera del sentido. Quien se hace, a más costo más belleza, una  poeta auténtica.
         
        En:  Lo Propio y lo Ajeno. Feminaria Editora, Colección Literatura y Crítica, Buenos  Aires, Argentina, 1996, p. 75